El próximo viernes día 15
HAY ESCUELA DE ORACIÓN (Málaga)
Liturgia del Domingo 3º C de Pascua
Recoge textos que ya se han visto en días anteriores: la 1ª lectura (Hech.
5, 27-32. 40-41) presenta la prohibición que los sacerdotes habían hecho a los
apóstoles de enseñar en nombre de Ese.
Y la respuesta de Pedro les dice que hay
que obedecer a Dios antes que a los hombres. El Dios de nuestros padres
resucitó a Jesús a quien vosotros matasteis colgándolo de un madero. A Él lo
exaltó Dios haciéndolo jefe y salvador para otorgar el perdón de los pecados a
Israel.
De aquel juicio salen inocentes de culpa pero azotados. Y
los apóstoles salieron gozosos de haber
merecido aquel ultraje por el nombre de Jesús.
Tras el evangelio del domingo pasado que recogía las 2
apariciones de Jesús al grupo de los apóstoles en Jerusalén, estando ausente
Tomás la primera vez, y luego a los 8 días, con Tomás presente, hoy se nos
narra la 3ª aparición, que se produce esta vez a un grupo de 7 apóstoles en
Galilea, junto al Lago de Tiberíades. (Jn 21, 1-19)
En esta aparición Jesús no se presenta inicialmente
reconocible sino como uno que pasea por la playa muy de mañana, tras una noche
de los 7 apóstoles en la barca intentando pescar y sin obtener fruto de su
trabajo. El hombre de la playa les indica a los de la barca que echen la red a
babor, y obtienen una pesca abundante y llamativa por ser de peces grandes.
El discípulo amado tiene una intuición, y le dice por lo
bajo a Simón Pedro: ES EL SEÑOR. No podía ser más que EL SEÑOR porque aquella
pesca inesperada era un signo de la presencia del Señor, que es quien ya había
hecho con ellos una cosa muy parecida al comienzo de su vida pública. Y expresa
al creyente la diferencia que hay entre trabajar a secas con el solo sentido
humano, y la misma labor cuando se hace bajo la palabra de Jesús.
Cuando Pedro llega a tierra nadando, y los otros –momentos
después-con la barca y la pesca, lo que se encuentran es que ya en la playa
está asándose un pescado. No obstante el “hombre de la playa” les hace sacar la
pesca. Quiere que queden satisfechos de lo que ellos han sacado del mar, porque
el trabajo humano tiene importancia y es una manera de colaborar la persona con
la obra de Dios. De hecho toda labor humana constructiva es una participación
en la obra divina, y tiene un valor. No es inútil ningún trabajo humano, y eso
ha de quedar patente. Por eso quiere aquel hombre –que es Jesús, aunque aún no
lo han descubierto experimentalmente- que saquen el copo y cuantifiquen el
fruto de su trabajo.
Pero una vez hecho, el desayuno lo regala él. Y les invita:
Vamos, comed.
Es una práctica del Señor en diferentes momentos del
evangelio: en Caná iba a dar un vino excelente…, pero pide primero que acarreen
el agua. Iba a dar de comer a miles de personas en el desierto, pero pide que
le lleven los 5 panes y los dos peces que tiene un muchacho. Y es que una cosa
es que Dios vaya por delante y dé con creces, y otra cosa es que no podemos
nosotros cruzarnos de brazos y esperar que caiga la fruta.
Me viene al recuerdo la forma de pensamiento de muchas
personas que deberían abordar determinados temas de su vida cristiana y moral,
pero que no hacen nada para superar un determinado fallo o defecto, y acaban
diciendo: “Que Dios me quite ese defecto”, “que Dios me soluciones tal problema”.
No ocurrirá así, porque a Dios hemos de suplicar pero con nuestra actitud
activa y nuestro personal trabajo. Y cuando nosotros hayamos echado la red,
acarreado el agua u ofrecido los panes y peces que tenemos, podemos esperar que
Dios va a darnos mucho más y que el fruto que obtengamos será mucho mayor.
Decía San Agustín: Dios, que te creó sin
ti, no te salvará sin ti. Tiene Dios tanto cariño y tanto respeto a la
persona que no la anula y no la sustituye. Quiere que la persona tenga su
personalidad propia para hacer lo que puede hacer y tener el mérito de lo que
hace.
Y aquellos apóstoles llegan a tener conciencia clara de que
es Jesús quien les ha preparado todo aquello, y por eso no se atreven a
preguntar. Y dice el evangelista: porque sabían que era el Señor. De
tal manera que nos queda algo tan importante como que la fe en la resurrección
no procede de VER al Señor sino de SABER que el Señor está ahí aunque no se le
vea.
Es precisamente la experiencia nuestra en cada Eucaristía.
No vemos con nuestros ojos al Señor, pero sabemos que está. Y lo adoramos. Y
comulgamos con fuerza interior, que nos dice que Jesús ha venido a nosotros y
con su venida actúa y nos hace crecer.
A Dios, nuestro Padre, le pedimos:
-
Para que sepamos ser solidarios y vivir nuestra fe junto a otros, en
colaboración, Roguemos al Señor.
-
Para que sepamos descubrir que “es el Señor” en todas las situaciones
de nuestra vida, Roguemos al Señor.
-
Para que, en la corrección de nuestros defectos o en el mejorar de
nuestras actitudes, pongamos medios concretos de nuestra parte, Roguemos al Señor.
-
Para que la Eucaristía que recibimos nos impulse a vivir en nuestra
vida la Palabra de Dios que meditamos, Roguemos
al Señor.
Señor Dios
nuestro: sabemos que Jesús está presente en la Eucaristía, y queremos que
nuestra comunión tenga mayor eficacia a lo largo del día.
Lo pedimos por medio de Jesucristo, N.S.
CATECISMO DE LA IGLESIA CATÒLICA (Continuación)
ResponderEliminarTERCER MANDAMIENTO: "SANTIFICARÂS LAS FIESTAS"
¿CÒMO C0NVIERTENLOS CRISTIANOS EL "DÌA DEL SEÑOR"?.-Un católico asiste el domingo o la víspera del domingo a la Santa Misa.En ese dìa se abstiene de todas las tareas que le impiden la adoraciòn de Dios y que perturben al carácter de la fiesta, la alegría , la paz y el descanso.
Dado que el domingo es una fiesta de Pascua que se repite cada semana, desde los primeros tiempos los cristianos se reúnen en ese dìa para celebrar a su Redentor,darle gracias y unirse con èl y con todos los demás redimidos.
Por eso es un objetivo central de todo cristiano consciente el "santificar" el domingo y las demás fiestas de la Iglesia. Sòlo està dispensado quien tiene necesidades familiares urgentes o està obligado por tareas de importancia social. Puesto que la participación en la EUCARISTÎA dominical es fundamento para la vida cristiana, la Iglesia declara como pecado el hecho de no asistir a misa sin motivo justificado.
ADEMÀS DE TODOS LOS DOMINGOS DEL AÑO ¿EN QUÈ OTAS FIESTAS ESTAMOS OBLIGADOS LOS CRISTIANOS ASISTIR A LA CELEBRACIÒN DE LA EUCARISTÌA?:
1 de Enero:festividad de Santa Marìa Madre de Dios
6 de Enero:Epifanìa del Señor (Dia de Reyes)
19 de Marzo:San Josè, esposo de la Virgen Marìa
29 de Junio:festividad de San Pedro y San pablo, Apòstoles
25 de Julio:Santiago apóstol
15 de Agosto:La Asunción de la Virgen Marìa
! de Noviembre:festividad de Todos los Santos
8 de Diciembre:La Inmaculada Concepción
25 de Diciembre: La natividad del Señor (Dia de Navidad)
Continuarà
de Enero: Epifanía del Señor