Siguiendo la invitación del Papa
Francisco en el Mensaje para la Cuaresma de este año, iniciamos hoy una serie
de comentarios a la primera lectura de la misa de cada día en este tiempo de
Cuaresma. Es un tiempo litúrgico fuerte, que este año cobra un especial
significado por el Jubileo de la Misericordia. El Papa nos invita a “la escucha orante de la Palabra, especialmente de la palabra profética. La
misericordia de Dios, en efecto, es un anuncio al mundo: pero cada cristiano
está llamado a experimentar en primera persona ese anuncio”
El
mensaje que nos quiere transmitir el Antiguo Testamento suele quedar un poco
olvidado. Es verdad que el Evangelio es nuestra guía para la vida, pero no
podemos olvidar los escritos de los profetas y otros libros del Antiguo
Testamento, que nos enriquecen y nos hacen comprender mejor el mensaje de
Jesús.
Por
supuesto que antes de leer el comentario hay que ir al texto. Buscar en la
Biblia el libro correspondiente, el capítulo y los versículos, “para experimentar en primera persona ese
anuncio”. Digo que es conveniente buscarlo en la Biblia, porque de esta
forma nos acostumbramos a manejarla, a “hojearla”, con “h”, y esto, a veces,
nos llevará a leer algún pasaje más, que no conocíamos. En estos tiempos
tecnológicos sabemos que si ponemos la cita en Google, no sale rápidamente,
pero la prisa no es buena consejera cuando se trata de la Palabra de Dios.
Además no habremos disfrutado de tener en nuestras manos los libros en los que se
ha “empaginado” la Historia de la Salvación.
Día
10-2-2016, Miércoles de Ceniza
Buscamos
y leemos: Joel 2, 12-18
Poco
sabemos de este profeta. Se llamaba Joel, que significa “Yahvé es Dios” y que
su padre se llamaba Petuel. Por no saber, ni se sabe muy bien en qué época
vivió. Hay quien opina que podía haber vivido antes del exilio, pero la mayoría
de los estudiosos piensan que es de la época postexílica. Joel es uno de los
seis libros entre los doce Profetas Menores que no tienen indicación cronológica.
El
mensaje que nos quiere transmitir hoy es una invitación a la penitencia. Ante
la amenaza del castigo se impone una renovación interior –“volver a mí de todo corazón” – y una acción penitencial. Pero esta
vuelta a Dios es solo la condición. La situación nueva será provocada por la
misericordia, la clemencia y el perdón del Señor. Extraordinaria reflexión para
este año de la Misericordia.
Hay
un toque de trompeta, pero esta vez no es militar, sino para el culto. Convoca
a la asamblea a la penitencia. Esta convocatoria es universal: desde los niños
de pecho a los ancianos. Y son los sacerdotes los que se encargan de la súplica
de perdón, pues la destrucción del pueblo de Dios sería motivo de burla para
las naciones, que podían dudar del poder de Dios.
Termina
el texto diciendo que el Señor se apiadó de su pueblo arrepentido y lo perdonó.
"Eres polvo y al polvo has de volver" Estas palabras tan duras que leemos en el Génesis las pronunció el Señor por primera vez cuando se dirigió a Adán por razón de su pecado,las repite hoy a la Iglesia a todos los cristianos para recordarnos nuestra nada,que somos pecadores y que tenemos que morir.
ResponderEliminarEl pecado y la muerte son los frutos amargos de aquella rebeldía de nuestro padre Adán ante el Señor. El hombre creado por Dios para la vida, la alegria y la santidad, lleva dentro de sí un germen de vida eterna(GS18), por eso vive pendiente de ese pecado y de esa muerte que podrían ser un grave obstáculo para el logro de su felicidad eterna. La Iglesia nos invita a meditar estas dolorosas realidades; no pretende introducrnos en una tristeza insoportable que nos separe de Dios, sino más bien abrir nuestros corazones al arrepentimiento y a la esperanza. Si la desobediencia de Adán introdujo el pecado y la muerte en el mundo, la obediencia de Cristo nos ha salvado.El pecado y la muerte fueron vencidos por Cristo muerto y resucitado.
Comenzamos hoy el tiempo fuerte de Cuaresma. Este año por ser Año de Misericordia, debemos buscar nuestra conversión"Esto dice el Señor:Convertíos a Mí de todo corazón, en ayuno, en llanto y en gemidos. ROMPED VUESTROS CORAZONES no vuestras vestiduras"(Joel,2). Dios busca nuestro arrepentimiento, que nos conduce a un cambio de vida y nos lleva a Dios con más fervor y nos ayuda a dominar aquellas flaquezas que impiden nuestra orientación total hacia Él.
La Cuaresma es un tiempo propicio de salvación. ¡SANTA Y FELIZ CUARESMA PARA TODOS!!!
No corrigiendo -porque no hay nada que corregir- sino completando (porque merece la pena), una mayoría de cristianos católicos no han escuchado hoy esa fórmula del "Polvo eres..." porque la liturgia sitúa delante otra mucho más positiva y consoladora, que es la que yo he oído hoy en todas las Misas a las que he estado presente de una u otra manera: "CONVIÉRTETE y CREE EL EVANGELIO"..., "ábrete a la gracia de la Palabra de Dios". Sin duda es una fórmula de más mirada a la Resurrección, que es a la que se dirige la Cuaresma. "Creer el Evangelio" es más que "creer EN el Evangelio", porque expresa una ADHESIÓN GOZOSA a Jesucristo, su vida y su obra. Queda lejos de esa mirada al pasado del "polvo", y se adapta mucho mejor a la esperanza propia de la alegría cristiana.
ResponderEliminarPadre Cantero; en mi adolescencia la Cuaresma era temible, de mucha penitencia desde el primer día hasta el final: abstinencia, ayuno y mortificaciones de todas las clases. A los 27 años tuve la primera dirección espiritual seria y cambió mi vida: la vida humana no es un combate infinito contra el pecado, porque Jesús ya lo ha vencido...La Cuaresma culmina en la Pascua"Conviértete y cree en el Evangelio, ábrete a la Palabra de Dios""Cree el Evangelio", es decir: adhiérete a Jesucristo, a su vida y a su Obra de una manera gozosa, sin cilicios ,pero sin desperdiciar la gracia salvadora que el Señor derrama sobre nosotros.
ResponderEliminarAcabo de emprender mi camino cuaresmal; lo hago llena de entusiasmo cristiano y con el propósito de cambiar mis hábitos: a mí, por la edad ya se me ha pasado el tiempo de ayunar y además tengo un trastorno de los hidratos de carbono; por eso he decidido ayunar de tele y dejar a los Políticos con sus pactos.Tampoco estoy para mortificaciones corporales ,el Señor bien lo sabe; le ofreceré la mortificación de mi amor propio y de mis egoísmos.
Padre Cantero, muchas gracias por haberme dedicado su tiempo y su Palabra;
Un abrazo en Cristo,Señor.