Liturgia
A la Cuaresma se le identifica demasiado con la penitencia en sentido de “pena” que afrontar. Sin embargo fue
históricamente un período de catequesis y reeducación de los fieles en los
principios básicos de la fe. Por eso hemos ido viendo la referencia a una elección
bien hecha, a una oración, a un cambio de actitud. Hoy Deut 26, 16-19 nos pone
de cara a los mandamientos de Dios, que hay que vivir con todo el corazón y con
toda el alma, yendo por los caminos e Dios. Y Dios te elevará por encima de todas las naciones de la tierra, y serás un
pueblo consagrado al Señor.
Por su parte el evangelio de Mt 5, 43-48 nos centra en el
supremo mandamiento: el del amor, que no sólo está dicho para vivirlo entre
amigos y hermanos sino incluso con los enemigos, porque Dios hace salir su sol sobre buenos y malos. Amar sólo a los que
nos aman no tendría ningún mérito.
PASIÓN DE JESÚS
Volvió Jesús por segunda vez a los tres apóstoles. Estaban
dormidos. Y Jesús no les dijo nada. Debía estarse tragando la pena de ver a
aquellos predilectos tan lejos de la realidad que estaba ocurriendo. Jesús
venía demacrado. “Los dejó y se alejó de
nuevo” dice el texto de Mateo. Es terrible. Venía a encontrar un apoyo. Ni
lo advirtieron. Quería que aquellos hombres estuviesen fuertes ante la
tentación: estaban dormidos. Era el primer paso del “escándalo” que Jesús les
había anunciado. Estaban realmente escandalizados, y el sueño les tapaba la
mala conciencia. Jesús se retiró por tercera vez a su oración, postrado ya en
tierra, y repitiendo las mismas palabras, pero ya con la terrible aceptación de
todo lo que venía por delante. La referencia que hace San Lucas: entrando en agonía, oraba con más fervor
prepara la frase siguiente que es la expresión de la tragedia interior: y su sudor vino a ser como gotas de sangre
que caían sobre la tierra. ¿Fue “sudor” tan copioso que venía a brotar a
chorros como cuando brota la sangre? “Su sudor vino a ser como…” No dice que fue tal sudor de sangre sino “como
si”… Era el sudor de la agonía, y por tanto que le empapaba y corría hasta el
suelo.
Para quienes quieran conservar la idea de un “sudor de
sangre” no se puede negar y científicamente es posible. Los médicos lo llaman hemotidrosis y es el brotar de la sangre
por los poros del cuerpo ante un sufrimiento tan fuerte que el corazón bombea
tanto que las venas no pueden soportar todo el caudal de sangre.
Sea lo que fuere lo que es fácil pensar es cómo quedó el
rostro y la túnica de Jesús, entremezclados tierra y sudor, que se hacían barro
que le desfiguraba y le daban un aspecto fatal.
Pasó aquel sudor y momento de agonía y Jesús se levantó
como pudo y casi tambaleándose se fue a sus tres amigos dormidos. Ahora ya no
los dejó dormir sin más, sino que con inmensa tristeza y dura ironía, les
invitó a seguir durmiendo y descansando…, si es que podían.
Debió ser un despertar espantoso. Se encontraban con un
Jesús que no era el que horas antes habían dejado orando, y eso que ya estaba
muy tocado... Ahora sí que era para escandalizarse…, si no es que se hundieran
de tristeza y vergüenza. Jesús estaba allí de pie junto a ellos, y en este
instante no ya para pedirles que oren sino para advertirles que ya se escucha
el murmullo de la turba de hombres que se acercan al Huerto, y que están
entrando ya en él. Si os es posible, dormid ahora… mirad: ha llegado la hora en que el Hijo del hombre va a ser entregado
en manos pecadoras. Y sin solución de continuidad, una llamada urgente: Mirad, que está cerca el que me entrega.
Levantaos, vamos.
San Juan es quien nos dice que Judas conocía el sitio porque muchas veces se reunió Jesús allí con sus
discípulos.
Judas había tomado consigo
un grupo de criados y guardias del Sumo Sacerdote, y quizás esa chusma que se
pega a la sinrazón. Juan llega a llamarla “cohorte”
como si de un escuadrón de soldados se tratara, que iba junto a los guardias de los pontífices y de los fariseos. Es
evidente que no había tal “cohorte” de tipo militar, porque todo el caso se
está dirimiendo en muy diferente contexto. Pero va en la línea de lo que Juan
quiere magnificar el hecho del prendimiento,
como podremos ver en otro momento.
De los 8 apóstoles que habían quedado a la entrada nada se
dice. Pero ahí tendríamos la realización del “escándalo que sufren en Jesús”, y
que han optado por huir de allí. En ningún momento se dice nada de ellos,
porque han desaparecido de la escena. Que a poco que pensemos, es mucho más
doloroso de lo que puede pasarse por alto, porque éstos eran los mismos que en
la cena habían blasonado de fieles al Señor. “Todos os escandalizaréis de mí”.
CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA (Continuación)
ResponderEliminarLA COMUNIDAD HUMANA.
"Cada uno de nosotros es el fruto de un pensamiento de Dios. Cada uno de nosotros es querido, cada uno de nosotros es amado, cada uno de nosotros es necesario".(Benedicto XVI).
Dios no ha querido retener para Él solo el ejercicio de todos los poderes. Entrega a cada criatura las funciones que es capaz de ejercer, según las capacidades de su naturaleza. Este modo de gobierno debe ser imitado en la vida social.El comportamiento de Dios en el gobierno del mundo, que manifiesta tanto respeto a la libertad humana, debe inspirar la sabiduría de los que gobiernan las comunidades humanas.Éstos deben comportarse como ministros de la providencia divina.
¿QUÉ ES MÁS IMPORTANTE: LA SOCIEDAD O EL INDIVIDUO?.-Ante Dios cada ser humano individual cuenta primero como persona, pero el individuo ne se realiza como persona mas que en sociedad.
La sociedad no puede ser nunca más importante que la persona. Las personas no pueden ser nunca medios para un fin social. Sin embargo, instituciones sociales como el Estado y la familia son necesarias para el individuo; corresponden incluso a su naturaleza.
Hemoso "sermón de la última cena" que con tanta claridad nos expuso el padre en la "Escuela de oración" que tuvimos en la tarde de ayer."SI A MÍ ME HAN PERSEGUIDO, TAMBIEN A VOSOTROS OS PERSEGUIRÁN".
ResponderEliminarMiramos en silencio cómo sufre Jesús."y , entrando en agonía oaba con más intensidad",La naturaleza humana del Señor se nos muestra en esta escena con toda su capacidad de sufrimiento.
Yo quiero unir mi oración a la suya: Señor ayúdanos en este maremagnun de profanaciones y sacrilegios que estamos viendo, de ataques a todo lo que puede herir la sensibilidad de los que creemos en Ti y te queremos. El verdadero drama para nosotros, es cuando no te vemos en nuestra vida, cuando la ignorancia y el pecado nubla nuestro horizonte,cuando hacemoa las cosas como si no estuvieras a nuestro lado; como si no hubieras resucitado.
PERDÓN , SEÑOR Y MISERICORDIA.