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PRIMER VIERNES
Ante
todo quiero insistir en ese punto: HOY ES PRIMER VIERNES. Hoy celebra el
APOSTOLADO DE LA ORACIÓN su fiesta mensual. Hoy están invitados todos los
amantes del CORAZÓN DE JESÚS a participar de la MISA en la que especialmente se
centra la atención en este aspecto de la espiritualidad cristiana, tan
propagado por los PAPAS, que se apoyan en la obra de ORACIÓN Y SERVICIO que
constituye el meollo del “Apostolado”.
El
Evangelio de hoy [Lc. 5, 33-39] se entenderá mucho mejor si no dejamos olvidado
el de ayer. Ayer es la respuesta a fondo
perdido de 4 hombres a los que Jesús llama a seguirlo, sin decir ni
adónde, ni para qué. Es la llamada plena a la fe en Él, y el centrar toda la
razón en Él. “Seguirlo” es el todo
del todo. Lo demás…, lo que vaya a ser…, no se pregunta siquiera. El secreto es
irse tras de Jesús a ojos ciegas, y vivir así, de manos sueltas, a esperar que
Él diga qué, cómo, adónde, para qué…
Pero como primera providencia, ir con Él.
Hoy
son los fariseos y doctores planteando un tema de cumplimiento de formas: si
los discípulos de ellos y de Juan ayunan, ¿por
qué los tuyos –de Jesús- no ayunan? Y Jesús se va a la comparación que pueda
explicarles. En el Reino de Dios, Yo soy la FIESTA…, el ESPOSO. Los que no están en el Reino, suplen como
pueden con sus prácticas. Los que están conmigo son los invitados a MI BODA. Y
no van a entrar en el banquete para ayunar…
Y
apostilla con una de esas parábolas de medio minuto: a vino nuevo, odres nuevos; el odre antiguo se rompe con la fuerza del
vino nuevo. ¿Cuál es el vino antiguo?
El que se nutre de “prácticas externas”…, el que necesita “colorantes y
conservantes” para sobrevivir y expresarse. Así el ayuno, los lavatorios, el
mover la cabeza para rezar, el lavar platos y vasos, y todo ese conjunto de
formas externas… [Los rezos a todos los santos de la corte celestial, el valor
de “los objetos” ofrecidos a ellos, el apoyo en formas externas que –tantas veces-
no van en paralelo con compromisos de vida personal, que afecten de lleno al
modo de mirar, pensar, juzgar, expresar con críticas…]
Es
la diferencia de “los ayunos” que reclaman los fariseos y el seguimiento de
Jesús, que hacen a fondo perdido aquellos pescadores. Ellos se han implicado
personalmente. Han dejado todo, de pronto, y se han ido tras UNA PERSONA. Esa PERSONA es lo que realmente les
interesa, sin otros aditamentos. Luego será
tal Persona quien vaya marcando ritmos, exigencias, condiciones. Pero el centro, la razón de ser, no son las cosas que cumplir sino la persona a
quien servir y amar.
Ese
es el ODRE NUEVO que tanto trabajo cuesta, cuando nos hemos hecho a una “espiritualidad” tan exterior que con “haber
cumplido” nos damos por satisfechos. El vino
nuevo es aquel que lleva a Simón, Andrés, Santiago y Juan a dejar a un lado
“lo suyo” y entrar en la dinámica radicalmente diferente de satisfacer a Jesús. Ese “vino nuevo” no se sostiene en los odres
viejos, en las costumbres “de toda la vida”, del “siempre se ha hecho así”.
El
VINO NUEVO es interior, toca al interior, exige desde el interior, aflora desde
el interior… La flor que sale afuera, ha tenido un tiempo de enraizar hacia
adentro. Y será necesaria la flor externa, por cuanto que la persona es
espíritu y es cuerpo, y necesita también
de la expresión exterior. Pero la raíz entra y arraiga en la medida que se deja
tiempo, ilusión, interés, necesidad,
por pasar el alma por cada hecho evangélico y empaparse allí de la vida y
preferencias de Jesús. Cuando el Evangelio es oración, y una oración que
levanta los pies del suelo y le saca a uno de su mundo particular. Cuando la
vida espiritual NO ES “satisfacción de uno mismo” (y con eso se “siente bien”),
sino cuando se plantea si El Señor es agradado,
aunque eso exija muchas veces negarse uno
a sí mismo para poder seguir a Jesús.
Estaríamos,
entonces, tomando en serio al CORAZÓN DE JESÚS. No a la imagen tal o cual de “mi
devoción”, sino a Jesús que me está hablando en mi interior y me manifiesta sus
deseos, gustos, llamadas, sentimientos… Y desde ahí, a aceptar compromisos personales
que pueden contradecir los propios gustos, o el amor propio [San Ignacio dice: el amor carnal, sensual y mundano: lo cómodo, lo placentero, o el dominar, tener,
ir son la suya por delante como norma de vida].
La
verdad es que hoy no requiere más vueltas. La vuelta ha de hacerse hacia el propio interior…, porque ahí hay
muchos odres viejos que revientan a la primera exigencia evangélica. Habrá que ir
a comprar odres nuevos.
Todos los días,mientras leemos el Evangelio,pasa Jesús junto a nosotros.Ve nuestro interior y nos dice lo que podemos hacer para cambiar nuestra actitud en tal o cualquier circunstancia según el pasaje del Evangelio que meditamos.
ResponderEliminarHoy en el Evangelio,nos llama AAMIGOS".Y nos enseña a acoger a todos,a ampliar y desarrollar constantemente nuestra capacidad de amistad.Y sólo aprenderemos si le tratamos en la intimidad de una oración confiada.Jesús tuvo amigos en todas las clases sociales ricos y pobres.Aprendamos de EL aser amigos de nuestros amigos y demos a éstos lo mejor de nosotros:el amor a Jesús.