Hoy es en el calendario el día de la Encarnación.
Pero la liturgia lo pospone porque estamos en una semana SANTA, cuyo centro
está en la Pasión de Cristo y su Misterio Pascual. Pasará la celebración
litúrgica al 8 de abril, lunes tras la semana de PASCUA
LOS POBRES
Esta
mañana, en el breve espacio de reflexión que Radio Nacional dedica a un
pensamiento cristiano, expresaba el ponente el fácil recurso de todos los que
atacan a la Iglesia con el consabido recurso a los pobres…, mientras que ellos
no es que alargan su mano para dar a los pobres… porque encima de todo, Judas,
el “defensor de los pobres”, lo que hacía era robar de la bolsa común. Pero era
su recurso para atacar a Jesús. Recurso tan viejo como la vida: que los otros
hagan…, mientras uno se queda en su butaca a verlas venir y a criticar lo que
venga. La víctima fue Jesús, porque aquellos trescientos denarios que Judas no pudo aprovechar, acabaron
colmando el vaso en su aversión contra Jesús.
María, la de Betania, fue una persona agradecida, una persona que
hubiera dado su vida. Pero como eso no podía hacerlo, tomó su más preciado
perfume para derramarlo sobre los pies de Jesús. El que tiene buen corazón, hace lo que sabe y
puede, y ofrece lo mejor que tiene.
Jesús se desenvolvió entre esos dos mundos…, pero el que más grita es el
mundo de los protestones…
La
primera lectura (Is 42, 1-7) nos traslada a la confianza al mismo Dios, quien
sostiene a sus elegidos, y pone en ellos su espíritu, para que pongan esa
balanza en equilibrio. Y no lo hace ni
gritando ni imponiendo, ni rompiendo…
Promueve la bondad y esas leyes que brotan del fondo del alma sana, sin
necesidad de códigos. Lo hace dando
vista a los ciegos, libertad a los cautivos y luz a los que están en tinieblas.
Así
comienza la semana del dolor, la semana de la muerte de Jesús. Lo que ocurra
después, será “a lo Judas”. Porque “a lo Dios”, las cosas son de otra manera.
Dios mío, Dios mío, por qué
me has abandonado
¿Realmente se
sintió Jesús abandonado de Dios? De una parte es un misterio que no podremos
descifrar. Aquel “preámbulo” que San Ignacio pone al entrar a contemplar la
Pasión: “considerar cómo la divinidad se
esconde” es algo que hace comprender la Pasión en su justo medio. Porque
Jesús no hizo “comedia de Pasión” sino que la vivió como uno de tantos, hasta la muerte de cruz. Por eso no podemos negar
por una devoción que Jesús no tuviera esa dura experiencia de la desolación espiritual, que define San
Ignacio como un sentirse como apartado de
Dios. ¿Fue esa la sensación de Jesús en esos instantes espantosos de su
padecimiento, casi ya entre estertores de la muerte? A mí no me escandalizaría. Si Jesús pasó por
ahí, me crea una profunda actitud de amor y agradecimiento hacia Jesús, que
nunca hizo teatro de su vida humana.
¿Fue
una oración, recurriendo al SALMO 21, que le reproducía mejor su estado
personal, donde se narran los terribles padecimientos de quien sufre las
mayores humillaciones y dolores…, pero con sus “plataformas” intermedias de
abandono, fe, reconocimiento del Dios que nunca abandona y que –pese a todo el
sufrimiento humano- siempre está ahí, siempre sostiene, siempre apoya la fe del que
padece por la injusticia, la enfermedad, o por cualquier causa? Porque aun en los casos de sufrimiento
culpable, Dios no está ausente, y siempre deja el resquicio para que la persona
pueda entrar en ese estadio de paz personal.
Jesús
REZÓ. Eso no cabe duda. Y su rezo no podía ser ahora una oración alegre,
gozosa, agradecida…, cuando su vida se le iba de las manos en plenitud de su edad. Donde se le fue el alma fue a ese
Salmo de dolor. Y hasta es curioso que lo rezó en la lengua materna, el arameo.
Eso que los psicólogos saben que es muy normal en personas que están en últimos
momentos y vienen a expresarse en el lenguaje, casi balbuciente, aprendido en
la niñez. Eloí, Eloí…, un modo íntimo de dirigirse a Dios, que se le vino a
Jesús a los labios en este momento.
Servirá de mofa a los soldados (que no conocían el arameo) y que creen
que Jesús está pidiendo la ayuda de Elías…
La verdad es que Jesús estaba sumido en ese último rincón de la fe, ahí
donde parece que ya no queda nada y sin embargo el alma está tocando a Dios en las fibras últimas del
corazón. Ya no hay remedio humano. Ya no
queda sino ese abrazo del alma al Dios misterioso, que está por encima de todo.
Será
ahí donde se irán dirigiendo esos momentos finales de la vida de Jesús. Ahí donde tenemos nuestro fuerte agarradero
quienes tenemos el don de la fe.
María derramó ese perfume sobre Jesús, y su "olor" se extendió. Así es el corazón de la Iglesia (aún con defectos, SIEMPRE Madre), sus obras extienden el "perfume" (Caridad) del Evangelio de Jesús. Ese "perfume" es hoy tantas obras que SI llegan a los seres más desfavorecidos de la sociedad; podríamos poner cientos de ejemplos prácticos (no tan teóricos como las palabras de esos atacantes de la Iglesia), pero... "que tu mano izquierda no sepa lo que hace la derecha". Ayer Domigo de Ramos, pensaba en cómo sería un "Domingo de Ramos del 2013"... y veía muchas similitudes con el original. Esta semana las calles se llenan, pero ¿se llena nuestro corazón de Jesús, el Hijo de Dios? Ojalá "visitemos" más el Evangelio que las previsiones metereológicas...
ResponderEliminarEl Evangelio teórico se puede "visitar" frecuentemente, pero necesitamos experemintarlo, vivirlo y poner en práctica la Palabra de Dios en nuestra vida. No sirve solamente quedarse en la visita. Un buen momento para dar testimonio de esa fe que decimos tener es la Semana Santa, y metido entre nazarenos o tronos, es un buen sitio. Amaos unos a otros como yo os he amado.
ResponderEliminarA raiz de la pregunta de nuestro hermano Manuel Cantero, yo diría que debemos tener presente que Jesús es Dios y también Hombre, por lo cual, experimentó muchas de las situaciones dolorosas que viven los hombres, entre ella, la de sentirse sólo y afligido.
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