DÍA DE NAVIDAD
La Liturgia
de la Navidad es muy rica. Me voy a repetir de algo que tengo expresado ya en
otros años, pero no me resigno a que se pierda el sentido amplio de esta
celebración, que va mucho más allá de celebrar la fiesta del Niño Jesús.
La liturgia de set día de compone
de 4 Misas que van en orden progresivamente ascendente. Una PRIMERA (que hoy se
difumina al adelantarse tanto la que es MISA DE MEDIANOCHE, es la
correspondiente a la tarde del día 24, y que es MISA DE LA VIGILIA DE LA NAVIDAD. En ella se hace –por así decirlo-
la presentación del Misterio,
poniéndonos el árbol genealógico de
Jesucristo. Jesucristo, el Mesías
esperado, e “Hijo de David” –símbolo de Israel-, es el hombre que abarca toda
la gama humana, los buenos y los pecadores, los que son el pueblo judío y los
que no lo son. Ese hombre pleno, que pertenece plenamente a la humanidad, es el
Hijo de María por la obra divina del Espíritu Santo.
Y la MISA DE MEDIANOCHE, o de NOCHEBUENA, nos narra el nacimiento de
Jesús, de María la Virgen, en un lugar no determinado, ambiguo, y por decirlo
así “de nadie, o también podemos decir: universal. La posada no ha tenido sitio para contenerlo
a Él. Sí fueron llamados los pobres pastores que dormían al raso en las
inmediaciones, y A ELLOS LES HA NACIDO UN NIÑO, QUE ES MESÍAS Y SEÑOR. Los “intelectuales” (que no es igual que inteligentes), ni son capaces de captar
semejante misterio). Pero ellos –los sencillos- son capaces de venir a ver al hijo pobre de unos padres
pobres, que está recostado en un pesebre, entre los pañales humanos que le ha
puesto su madre. Inmensa lección
para la fe, la única que puede aprender la gran lección de ese Niño: la
sobriedad, la honradez plena hacia Dios y los hombres, y –por tanto- poniendo
la Dios en el centro de la vida,.
A LA AURORA continúa la Liturgia presentándonos a los pastores que
han sido capaces de adorar a ese Niño, y
aceptar que es EL MESÍAS Y EL SEÑOR.
Lo que ni sospechan los grandes y poderosos. Lo que no hubieran aceptado
los dirigentes religiosos de Israel, pero que los pastores aceptaron, se
admiraron y adoraron. Y ya nos advierte
una Lectura que ese aparecer de Dios en
la humanidad, es para que la humanidad se lave en el bautismo que regenera…,
que hace nuevo lo humano…, la humanidad, que ha sido salvada por ese Niño.
¡Ha sido salvada por Dios! Porque la MISA DEL DÍA –que puede dejar un poco fríos a quienes acuden a las
Misas del día de Navidad-, lo que está es llevando a la inmensa realidad y profundo
misterio de lo sucedido: El Niño indefenso y delicado que María arrulla en
Belén, es Dios mismo, Hijo de Dios,
existente desde la eternidad, y Creador de cuanto existe. Ese Niño no es
simplemente el atractivo infante de nuestra devociones, sino el Dios infinito y
cargado de amor a la humanidad, que se ha venido a plantar su tienda de campaña
entre nosotros, y que –desde ahí- nos envuelve en una lluvia de gracia y de bondad. Que ha venido a los suyos, a la humanidad que
ha querido hacer tan suya…, pero que no
lo ha recibido. Aunque a quienes lo reciben, los convierte en HIJOS
DE Dios, llenos de gracia y de verdad.
Este nacer de un Niño en Belén no reduce el sentido del año a uno entre
365 días, sino que transforma todos y cada uno de los días del año en un Cielo
que nos aboca a la eternidad, donde viviremos el amor de Dios como la vida
misma nuestra, como el destino al que hemos sido llamados.
Mientras tanto, Jesús sigue naciendo para todos y cada uno en la EUCARISTÍA…, y sigue convocando
desde ahí a todos los sencillos de corazón, para revelarles que es SEÑOR Y
DIOS, HOMBRE COMO NOSOTROS Y SALVADOR DEL GÉNERO HUMANO. Y con esta Misa queda cerrado el círculo…, si
no es que con más realidad, queda abierto para que cada uno vayamos
incorporándonos a este misterio y nos sintamos en la actualidad como los
mensajeros y enviados de Jesús al mundo para ser TESTIGOS y EVANGELIZADORES,
porque muchos siguen todavía al margen…: todavía hay muchos que no lo han recibido, aunque están también
llamados a subir a ese carro de la libertad y el sincero amor.
Hoy es propiamente el día de Navidad, y en este día tan señalado del calendario, quiero decir FELIZ NAVIDAD especialmente a los que no me quieren bien, a los que me han maltratado alguna vez, a los que han tenido celos de mi, o a los que han hecho juicios. Es mi modo personal de felicitar la Navidad. Os he reservado para el día mejor. Pero no os felicito como el que dice cualquier cosa, sino que lo hago desde mi Alma, para desearos que desterréis de vosotros aquello que impide que la Navidad sea feliz. Todo lo que aparta de ese Jesús que nace debe ser purificado, para que sea de verdad una Navidad completamente feliz. Mientras tanto seguimos aguardando esa Navidad.
ResponderEliminarDigo, Feliz Navidad, por otra parte, a todo aquel que esté leyendo este comentario en este momento, o a todo aquel que lee este blog.
Feliz Navidad para que no nos llenemos sólo la boca de buenos deseos, sino que actuemos de verdad conforme a esos deseos.
A los pobres, para que les demos de comer. A los enfermos, para que los visitemos, a los desnudos para que los vistamos, a los sedientos para que les aliviemos, a los cautivos para que los liberemos, a los ciegos, para que seamos su bastón de apoyo o les ayudemos a recobrar la vista, a los muertos para que los resucitemos. A vosotros especialmente también FELIZ NAVIDAD.
Cantamos con júbilo en estos días de Navidad porque el amor está entre nosotros hasta el fin del mundo.La presencia del Niño es el amor en medio de los hombres;y el mundo ya no es un lugar oscuro:quienes buscan amor saben donde encontrarlo.Y es de amor de lo que esncialmente anda necesitado cada hombre;también aquellos que pretenden estar satisfechos de todo.
ResponderEliminar¿Qué regalo podemos hacerle a María?.Quizá lo que más nos agradecería la Virgen es un alma más entregada y más limpia.Nosotros no podemos ir a la gruta de Belén sin nuestro regalo.
En este día y a la luz del Nacimiento de Dios encarnado, quiero descubrir en el Señor esa invitación a vivir desde la humildad y sencillez. Convirtamos nuestro corazón en pesebre del Amor.
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ResponderEliminarComo casi siempre, usted hace su interpretación personal. "Yo entiendo que..." Y hace bien en interpretar, sólo espero que sólo interprete, y no haya hecho algo más...señor cristiano.
EliminarPAZ EN LA TIERRA A LOS HOMBRES...
ResponderEliminarSentirse bien espiritualmente es algo bastante efímero y puede ser hasta engañoso. Es por eso, que no me gusta la definición de "sentirse bien espiritualmente" (me suena raro), porque es un término que puede confundir. Alguien puede ir al cine a ver una buena película y pasar una buena tarde, y sentirse "muy bien", y creer que está muy bien espiritualmente (en el mundo tendréis tribulación), y para mi son cosas diferentes. Particularmente me gusta la acepción 3 y 4.
Un tibio o tibia puede sentirse bien espiritualmente, y sin embargo vive en el engaño.
Por eso, de momento para mi, la PAZ que desea uno a otro, es algo más parecido a lo que dice el diccionario, y que pongo a continuación.
Un verdadero cristiano, DESEA SIEMPRE LA PAZ a todo el mundo, no hay ni que decirlo, pero Jesús convocó a sus Apóstoles para darles la paz a ellos en un momento determinado, y eso no excluye a nadie, es simplemente como cuando alguien manda una felicitación navideña a quien quiere. Ahora bien, lo que escasean hoy son que los deseos de paz sean "acompañados" por las acciones exteriores. Se habla mucho, y se hace poco. Ya me gustaría poder hacer mejor las cosas, porque Dios se lo merece todo, pero es que no llego...
paz s. f.
1 Situación en la que no hay guerra ni enfrentamientos entre dos o más países o partes enfrentadas: es deseo de todos que se acaben las guerras y exista paz en el mundo; varios millones de personas se echaron ayer a la calle por la paz y contra la violencia.
— octaviana Paz prolongada, como la que se disfrutó durante el imperio de Octavio.
2 Acuerdo para poner fin a la guerra: firmar la paz.
3 Situación de tranquilidad y buena relación entre los miembros de un grupo: los padres se esfuerzan para que exista paz en la familia y una agradable convivencia.
4 Tranquilidad o silencio: tras vivir muchos años en la ciudad, se marchó a la montaña en busca de la paz que necesitaba.
5 Parte de la misa católica en que los asistentes se desean la paz unos a otros mediante algún gesto o saludo, como estrecharse la mano.
He quitado mi comentario. Francisco Javier ¿SE QUEDA YA MAS TRANQUILO? - ¿SE ENCUENTRA USTED EN PAZ?
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