DÍA DE “MANOS UNIDAS”
Hacia un compartir lo que tenemos
El domingo 5º T.O.
que celebramos nos pone –en sus lecturas- ante una situación de pobreza humana.
Job 7,1-4, 6-7), como prototipo de la desgracia, que tiene una visión penosa
del mundo, porque ve al hombre en la tierra como quien realiza un simple
servicio y aguarda un salario. Sin otro sentido ni ideal. Los meses de Job son vistos
como días que se consumen sin esperanza y desembocan en noches de fatiga.
Si nos
paráramos a considerar, sería la descripción que harían muchas personas que viven
sin horizonte, y que muchas veces concluyen con un desanimado: ¿Yo qué hago ya aquí?
El Evangelio (Mc
1, 29-39) nos cambia la visión pesimista porque pone en medio a Jesús, como
protagonista. Viene de haber curado un enfermo en la Sinagoga, y se topa con la
enfermedad de la suegra de Simón. Jesús entra en su aposento y la cura. A la
caída de la tarde las gentes se agolpan las gentes necesitadas, y esperan a
Jesús a la puerta, atraídos por esa característica de Jesús, que sana. Que sana
cuerpos y que sana espíritus porque su palabra levanta esperanzas. Ya no es la
visión trágica de Job. Ya hay quien sale al paso y habla una Palabra que
levanta los corazones y sana lo debilitado.
Jesús se retirará primero al sueño y
luego, de madrugada, se saldrá de la casa para orar a Dios…, para cargar pilas…,
para encontrar nuevos campos en los que seguir sembrando optimismo y esperanza.
Para eso ha venido. Y aunque allí
tiene esperando a las gentes (que querrían retenerlo como un seguro para ellas,
Jesús sale en dirección a otros lugares que han de tener el mismo gozo de verse
liberados de sus penurias.
La 2ª lectura
viene a concretar en la experiencia de Pablo, que se ha hecho débil con los
débiles; se ha hecho todo a todos para llevarles salvación a quienes quieran
acogerla. Débil con los débiles, porque son los más vulnerables. Todo a todos
porque entre todos han de subvenir a los más necesitados.
Encaja perfectamente
con la celebración HOY de “MANOS UNIDAS”,
la que se tiene clara conciencia de una necesidad perentoria en el mundo, y
donde el secreto de la vida es hacerse prolongación de Jesús para llevar a unos
y otros la sanación integral de JESÚS. “Manos Unidas” hecha todo a todos porque
ella sirve de distribuidora de los bienes de unos a la necesidad de otros. Ante
muchos “Job” que han visto cerrado el horizonte de su vida por el abatimiento y
la necesidad, MANOS UNIDAS se hace trasmisora de esperanza porque distribuye bienes
de unos y otros, repitiendo así aquella obra de Jesús que nos narra el
Evangelio de hoy. Y sin poder asentarse
en un lugar porque es muy grande la necesidad del mundo y hay que acudir a ella
dondequiera que se encuentre.
Cuando hoy
comulguemos, habremos experimentado esa llamada interior de Jesús, que nos saca
de nuestros mundos personales y nos abre
hacia mundos tan anchos como el mismo Corazón de Cristo, que abraca toda
la humanidad.
Ante la visión de Jesús, hecho todo a todos para sanar siquiera a algunos, hacemos nuestras peticiones a Dios.
ResponderEliminar- Por la Iglesia, para que sea un recinto de acogida total de todo ser humano, Roguemos al Señor.
- Por los hombres y mujeres de buena voluntad para que secunden la labor de ayuda y atención a quienes carecen de medios, Roguemos al Señor.
- Por los fieles cristianos y católicos, para que nos sintamos parte especialmente llamada a sentir como propias las necesidades y penurias de la otra parte de la Iglesia necesitada, Roguemos al Señor.
- Por nuestra vida de Eucaristía, que nos impulse a querer compartir y comulgar el mismo Jesús que esos hermanos que -en el mundo- carecen de lo necesario, Roguemos al Señor.
Los que nos gozamos de ver a Jesús sanando y curando y, proclamando su evangelio de esperanza, queremos poder trasmitir –desde nuestra oración y nuestra limosna- la salud para el cuerpo y para los espíritus de tantos hermanos nuestros.
POR JESUCRISTO N. S.