”El espíritu de ASÍS”
Celebrándose
hoy el día de San Francisco de Asís, se me ha venido una frase que está
determinando en estos momentos la recreación
del Apostolado de la Oración, que
recurre a la “perspectiva de Asís”
para buscar dirección actualizada de esta espiritualidad del APOSTOLADO. Entiende por perspectiva de Asís la orientación
de las iniciativas ecuménicas e interreligiosas de diálogo, oración y acción,
en que las religiones del mundo son invitadas a trabajar juntas por el reto de
la paz, inspiradas por los dos encuentros de oración convocadas por los Papas
en este lugar en 1986 y 2011. Y
expresa así al APOSTOLADO DE LA ORACIÓN como una red de oración para responder a los desafíos de la humanidad en los
aspectos que competen a la misión de la Iglesia. Está al servicio de la paz y la esperanza,
junto a otros cristianos y otras religiones.
Y vamos a nuestras LECTURAS DEL DÍA.
Job recurre a piedad y compasión de él; se la pide a sus mismos amigos,
incapaces de comprenderlo y ayudarle en sus sufrimientos. Son esos amigos los que han llegado a acusarlo erróneamente
de estar echando a Dios el peso de sus desgracias. Job les pide –siquiera- piedad de él y de sus
males, en vez de escarnecerle. Y a la
vez, se echa en brazos de Dios que será su defensor [“mi Vengador”, dice el texto), en la seguridad de que será Dios el
que lo defienda…, el que al final se alzará sobre el polvo –la penosísima
situación que Job padece- y hará la gran liberación, aunque sea después de
haber muerto. Porque después que me arránquenla piel, ya sin
carne, veré a Dios; yo mismo lo veré”. Es un valioso testimonio de la esperanza,
dentro de que el autor del libro no sabe aún nada de la resurrección de los
muertos. Y sin embargo vislumbra,
profetiza, que todavía en ese después de la muerte, mis propios ojos verán a Dios.
Es hasta emocionante ver que el corazón humano necesita a toda costa de esa otra vida que genera la esperanza…, el
instinto de felicidad que hay clavado en el corazón de la humanidad. Y Job, en esa esperanza, desfallece de ansias en su pecho.
El SALMO le sirve de coro
que refuerza el argumento , repitiendo esa preciosa afirmación: Espero gozar de la dicha del Señor en el país
de la vida
El Evangelio nos lleva a esa
antesala del “país de la vida” que es la PAZ.
Jesús les pone a sus apóstoles muchas condiciones para ir a su labor
apostólica, pero la distintiva, la insoslayable, es la PAZ: paz que ellos han de llevar dondequiera que
vayan, y PAZ que necesitan encontrar como magma
en que desenvolver su misión. Si hay PAZ, sigan adelante. Si no hay PAZ, retírense a otro lugar. Donde no puede entrar el evangelio…, el Reino
de Dios, es donde no haya paz. Ellos
irán desprendidos de apoyos humanos, pero pertrechados con la riqueza de
hombres pacíficos. De eso han de llevar
repletas las alforjas y tener ese cayado en que apoyarse… Con él llegan para
anunciar EL REINO DE DIOS. ¿Son
acogidos? Ahí se quedan y ahí los
alimentarán; que su derecho tiene el
obrero de su salario. Y no tienen que ir
buscando cambiar de aquí para allá. ¿Hay paz?
Ese es el sitio de la Iglesia, Reino de Dios en este mundo.
¿No hay paz sino beligerancia? Salid a la plaza pública, sacudid el polvo
de vuestros pies…: no os lleváis de allí ni el polvo. Eso sí: gritad allí mismo, y aunque no os han
recibido, que quieran o no quieran, ESTÁ CERCA EL REINO DE DIOS. Que donde no os reciben a vosotros, mis
enviados, no reciben el Reino. Y si no
reciben el Reino, están peor que Sodoma, y lo pasarán –aun humanamente- peor
que aquella ciudad que se asfixió en el propio humo de su azufre pestilente.
Echemos una mirada a la sociedad actual…, al pensamiento actual, a las
posturas de tantos que “no creen” pero no dejan de hablar contra lo que “no creen”. Es como si las criaturas normales
estableciéramos una lucha para atacar a os centauros, los pegasos o las sirenas,
puras figuras de ficción. Nos tildarían de locos porque no merece la pena
guerrear contra lo que no existe.
Aquello de: Ladran…¸luego
cabalgamos, es exactamente lo que el espíritu del Señor pone delante del
mundo de hoy con todo su “ateísmo”, su “negación de Dios”, y su pelea contra “tal
fantasma”… Ladran; luego cabalgamos. Y
esa es la palabra de Jesús en el evangelio de hoy: os reciban o no os reciban, proclamad que ESTÁ CERCA EL REINO DE DIOS.
Produce tristeza en el corazón ese clamor n¡siempre actual! del Hijo de Dios,que se lamenta porque la mies es mucha y los obreros son pocos.
ResponderEliminarEste grito ha salido de la boica de Cristo,para que lo oigamos también nosostros ¿cómo respondemos?Rogad pues al Señor de la mies,para que envíe obreros a su mies.
Ya nos lo dice Cristo: ORACIÓN continuada,confiada y humilde.La oración siempre ha de ir por delante.
"Nos unimos al salmista: SI hoy escucháis su voz,no endurezcáis vuestros corazones"
San Francisco de asis ---¡Qué dichosos y benditos son los que aman al Señor y cumplen lo que dice el mismo Señor en el Evangelio..Amarás al Señor, tu Dios,con todo tu corazón y con toda tu alma, y al prójimo como ati mismo ¡ Amemos,pues ,a Dios y adorémoslo con puro corazón y con mente pura ya que él nos hace saher cuál es su mayor deseo,Francico,pobre y humilde entra rico en el cielo y es honrado con himnos celestiales ,,,,
ResponderEliminarORACIONES DE SAN FRACISCO DE ASÍS.
Eliminar"Loado seas,mi Señor,por los que perdonan por tu amor,y sufren e,nfermedad y tribulación.
Bienaventurados aquellos que las sufren en paz,pues por ti,Altísimo coronado serán".
EL REINO DE DIOS ESTÁ CERCA.
ResponderEliminarSan Francisco de Asís era un gran tipo, y es un gran santo. Todo un ejemplo de imitación de Cristo.