Liturgia
Recuperamos hoy el Tiempo Ordinario (T.O.). Ha acabado el Ciclo Pascual
con la fiesta de Pentecostés y reanudamos el tiempo litúrgico que no está
centrado en el proceso de la vida de Jesús. Por definirlo de alguna manera
podremos decir que ahora nos toca el tiempo
de la Iglesia, el fruto de la vida de Jesús en la tierra.
Lo tomamos en las lecturas correspondientes a la 7ª semana
de año par. Y por tanto en Santiago 3, 13-18.Santiago es un escritor sagrado
que baja a las realidades de andar por casa. No entra en principios teológicos
sino que aplica a la vida. Y hoy lo vemos preguntándonos si hay entre vosotros algún sabio y entendido.
Y si lo hay, que lo muestre con su conducta y con la amabilidad que es
propia de la sabiduría. Quiere decir que tiene que ser un corazón limpio (no amargado por la envidia y el egoísmo, y
que no anda gloriándose en la falsedad, porque esa “sabiduría” no viene del
cielo, la que se funda en envidias, peleas y desorden). Del cielo procede
una sabiduría pura, amante de la paz,
comprensiva, dócil, llena de misericordia y buenas obras, constante, sincera…,
de personas que están en paz y viven sembrando la paz, y su fruto es la
justicia. Todo un programa de examen de conciencia, más allá de las faltas
diarias y mucho más adentrándose en los entresijos del alma. Por tanto apto
para hacer ese examen toda persona que quiera vivir la verdadera sabiduría.
El evangelio es de Marcos (9, 13-28) y es el que sigue al
hecho de la transfiguración. Jesús bajaba de la montaña alta y al llegar al
llano se encuentra con la gente arremolinada alrededor de un padre y un hijo y
los 9 discípulos que no han estado en el Tabor. Cuando se está acercando, se
separa del grupo el padre angustiado, que viene a suplicarle a Jesús que le
ayude. Porque su hijo padece ataques y ha pedido a los discípulos que no curen
y no han podido.
Un gemido se escapa del pecho de Jesús (que el redactor del
evangelio traduce por una queja, que naturalmente no tiene entrada en este momento,
y que seguramente es una interpolación del copista). Jesús pide que le lleven
al muchacho y en ese momento le da el ataque, echando espumarajos, rechinando
los dientes, con el cuerpo rígido… Algo identificable perfectamente con un ataque
epiléptico.
Con el muchacho en el suelo y Jesús y el padre inclinados
hacia él para evitar que se dañe con sus convulsiones, Jesús le pregunta al
padre desde cuándo le ocurre eso, y el padre responde que desde niño, en que ha
sufrido caídas en el fuego y en el agua…
Y en su angustia de alma, dice el padre a Jesús: Si algo puedes, ten lástima de nosotros y
ayúdanos. Jesús se hace eco de la petición pero quiere hacer caer en la
cuenta que no está el secreto en si él puede sino si el padre tiene fe. Porque todo es posible al que cree. Y
con toda humildad aquel padre confiesa que tiene fe, pero que las
circunstancias le han puesto es duda… Yo
creo, pero dudo. Ayúdame.
Y Jesús –siguiendo la creencia de la época- “manda salir al
espíritu”. Y repite el ataque con tal fuerza que la gente lo da por muerto.
Pero Jesús lo tomó de la mano y lo puso en pie y lo entregó a su padre.
Los discípulos se habían quedado molestos con no haber
podido ellos hacer nada. Y cuando estuvieron en la casa, a solas, preguntaron por qué ellos no habían podido echar al
espíritu. Y Jesús les respondió que ese género sólo sale con oracion
(algunos códices añaden: y con ayuno). Y se e ha planteado la pregunta de si la
fe en la oración en nosotros es tan verdadera que sinceramente creemos que se nos ha concedido lo que pedimos, o si
no llega a tanto esa fe en la fuerza de la oración. Y creo que no es una pregunta
baladí, y que merece hacerse ahí en el interior mismo del alma.
MARÍA
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg1HvOllkZHVyhDQ-5XEQVxLBtnhlK6_XjQAGhAiA6lPBDHO32UFhdaadXVswkVSfDsRISzwUpHJLDWtwM0R-iIC6p3s9d6PFvJCNvhw21zTYvhWk_sJBDAxesJKsiyLD59nGtNtgZaT6k/s1600/Virgen2+Inmaculada.jpg)
CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA (Continuación)
ResponderEliminarSEXTO MANDAMIENTO: "NO COMETERÁS ADULTERIO"
"La raíz de la crisis del matrimonio y de la familia está en un falso concepto de la libertad"(San Juan Pablo II).
"La fidelidad o es de algún modo absoluta o no es nada".
¿QUÉ ES EL ADULTERIO? ¿ES LÏCITO EL DIVORCIO?.-El adulterio consiste en que una pareje tenga relaciones sexuales cuando al menos uno de ellos está casado con otra persona. El adulterio es la traición fundamental del amor, la ruptura de una alianza sellada por Dios y una injusticia frente al prójimo. El mismo Jasús estableció expresamente la indisolubilidad del matrimonio:2Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre" (Mc10,9). Remitiéndose al deseo original del Creador, Jesús suprimió la tolerancia del divorcio en la Antigua Alianza.
La promesa, que infunde valor, de este mensaje de Jesús es:"Como hijos de vuestro Padre Celestial tenéis la capacidad de amar para toda la vida". No obstante, no resulta fácil ser fiel al cónyuge durante toda la vida. Pero el cristiano que provoca frívolamente un divorcio es objetivamente culpable. Peca contra el amor de Dios, que se hace visible en el matrimonio.Peca contra el cónyuge abandonado y contra los hijos abandonados. Ciertamente, el cónyuge fiel de un matrimonio que ha llegado a ser insoportable, puede abandonar el domicilio común. Para evitar la escasez de medios, puede ser necesario incluso un divorcio civil
En casos justificados, la Iglesia puede investigar la validez del matrimonio en un proceso de nulidad matrimonial.
Continuará
Volvemos a la lectura contínua de Marcos. Jesús no se ha quedado en el Tabor; ha bajado para encontrarse con la gente que lo necesita: cansancio, enfermedades, sufrimientos de todo tipo ,y, sobretodo una fe que hay que ayudar a crecer. Nosotros tenemos que imitar al padre del enfermito aquel que sufre tanto; pero él no se preocupa tanto de la enfermedad de su hijo cuanto de que Jesús lo ayude a crecer en la Fe. Y Jesús lo "levantó" a él y después levantó al niño que, probablemente, sufría una crisis de epilepsia. Así es lo que debemos hacer ante el sufrimiento de los demás:darles la mano siempre.
ResponderEliminar