28 de abril de 2015 (Zenit.org) - El santo padre Francisco ha
recordado que es necesario tener “valentía apostólica” para no hacer de “la
vida cristiana, un museo de recuerdos”. Lo ha hecho durante la homilía de este
martes en la misa celebrada en Santa Marta.
Los discípulos de Jesús llegaron a Antioquía e iniciaron a
predicar no solo a los judíos, sino también a los griegos, a los paganos y un
gran número de ellos creyeron y se convirtieron al Señor. De este modo, el papa
Francisco ha hecho referencia al pasaje de los Hechos de los Apóstoles, en la
Primera Lectura del día, para subrayar lo fundamental de abrirse a las
novedades del Espíritu Santo en la vida de la Iglesia. Así, ha señalado que
muchos estaban inquietos en la época al escuchar que el Evangelio fuera
predicado también a los no judíos, pero cuando Bernabé llegó a Antioquía estuvo
feliz porque vio que estas conversiones de los paganos eran obra de Dios.
El Santo Padre ha explicado que muchos no entendían que el Señor
había venido a salvar a todos los pueblos. “No entendían. No entendían que Dios
es el Dios de las novedades: ‘yo hago nuevas todas las cosas’, nos dice. Que el
Espíritu Santo ha venido precisamente para esto, para renovarnos y hace este
trabajo de renovarnos continuamente. Esto causa un poco de miedo. En la
historia de la Iglesia podemos ver desde este momento hasta ahora cuantos
miedos hacia las sorpresas del Espíritu Santo. Es el Dios de las
sorpresas".
Pero --ha exclamado-- ¡hay novedades y novedades! A propósito, el
Papa ha especificado que algunas novedades “se ven que son de Dios”, otras
“no”.
¿Y cómo se pueden distinguir? Francisco ha observado que tanto
Bernabé como Pedro se dice que son hombres llenos de Espíritu Santo. “En los
dos está el Espíritu Santo que hace ver la verdad. Nosotros solos no podemos.
Con nuestra inteligencia no podemos”, ha indicado. Y ha añadido que “podemos
estudiar toda la Historia de la Salvación, podemos estudiar toda la Teología
pero sin el Espíritu no podemos entender. Es precisamente el Espíritu quien nos
hace entender o --usando las palabras de Jesús-- es el Espíritu que nos hace
conocer la voz de Jesús”.
Por otro lado, el Pontífice ha recordado en la homilía que “el ir
adelante de la Iglesia es obra del Espíritu Santo”, que nos hace escuchar la
voz del Señor. Por eso ha preguntado: “¿y cómo puedo estar seguro de que esa
voz que escucho es la voz de Jesús, que cuanto escuchado sobre lo que debo hacer
está inspirado por el Espíritu Santo?”. Y la respuesta es sencilla: rezar.
“Sin oración, no hay sitio para el Espíritu. Pedir a Dios que nos
mande este don: ‘Señor, danos el Espíritu Santo para que podamos discernir en
cada momento qué debemos hacer’, que no es siempre lo mismo. El mensaje es el
mismo: la Iglesia va adelante, la Iglesia va adelante con estas sorpresas, con
estas novedades del Espíritu Santo”. Del mismo modo, Francisco ha recordado que
“es necesario discernirlas, y para discernirlas es necesario rezar, pedir esta
gracia”.
El Pontífice ha señalado que "Bernabé estaba lleno del
Espíritu Santo y entendió enseguida; Pedro vio y dijo: ‘¿Pero quién soy yo para
negar aquí el Bautismo?’ Es él quien hace que no nos equivoquemos. ‘Pero,
padre, ¿por qué meterse en tantos problemas? Hagamos las cosas como las hemos
hecho siempre, que estamos más seguros…"
Al respecto, Francisco ha advertido que hacer las cosas como se
han hecho siempre es una alternativa “de muerte”. Por eso ha exhortado a
“correr el riesgo, con la oración, también con la humildad, de aceptar lo que
el Espíritu Santo”, nos pide “cambiar”. Este es el camino.
Finalmente, el Santo Padre ha invitado a pedir “la gracia de no
tener miedo cuando el Espíritu, con seguridad, me pide dar un paso adelante”,
así como “tener la valentía apostólica de llevar vida y no hacer de nuestra
vida cristiana un museo de recuerdos”.
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