Mes, Día 19.- CONVERTÍOS; SE ACERCA EL REINO DE
DIOS… DENTRO DE VOSOTROS ESTÁ.
Una
serie de expresiones de Jesús en el Evangelio, y que necesitamos irlas poniendo
en su contexto para que sea verdad la graduación que hay en ellas.
Cuando
Jesús se presenta en público, en su primera salida, la palabra inicial es; CONVERTIOS, se acerca el Reino. No está
aún. En realidad es esa aparición de
Jesús en medio de su Pueblo lo que va a ir produciendo la gran riqueza del
Reino que ES ÉL, que irá desglosando Él, y que todavía no está establecido: se
acerca. Y en tanto llegará a establecerse en cuanto que la CONVERSIÓN
SE PRODUZCA. Tiene gran importancia este
momento concreto de la salida de Jesús al ministerio, y tiene la no menor
trascendencia de la condición para que el Reino sea realidad: CONVERTIRSE, ese
cambio profundo que ha de darse en la persona, si quiere que le llegue el tesoro
escondido. Tal importancia que cuando Juan Pablo II establece los Misterios Luminosos del Rosario, sitúa
éste tema como el primero,
A
mi juicio es de demasiada importancia que no se capta sin una honda reflexión.
Porque para nosotros, por ejemplo, damos ya por supuesto que “nos hemos convertido”,
y que ese REINO DE DIOS ya está
establecido en nosotros, casi “por naturaleza”.
Nosotros
no aplicamos ya directamente la otra expresión; El Reino de Dios, dentro de vosotros está. Y yo pienso que hay un trecho entre nuestra
realidad y lo que es el REINO. Pienso
que en nosotros ha habido una conversión, al contagio con la fe abrazada, y “ciertas
conversiones” que sde han ido realizando.
Pero
cuando hablamos de CONVERSIÓN, como
la pedía Jesús –en la radicalidad de una salida del YO para que ese “yo” acabe “absorbido”
por el estilo, formas y exigencias. Sentir
que Dios reina en mí. Dejar que Dios reine.
Llevar a otros el Reino del Evangelio de Jesucristo…-, me quedo con el alma
colgada de un hilo.
Quizás
por ello los grandes Maestros ascéticos plantearon una segunda conversión, que suponía que los muchos momentos
perdidos, engañados dentro de uno mismo, encubridores de pasiones, egoísmos,
orgullos, vanidades…, un buen día “se
descubren” como tales, y ese día se comienza a sentir la enorme belleza y –“la
otra cosa” que es el REINO DE DOS, que tan poco se perece a lo que hemos creído
vivir desde el lado de personas evangélicas.
Dice un autor que combatimos
contra Dios los años enteros, y por el temor a no se felices, permanecemos desdichados.
Así
os lo ofrezco. Las confidencias de muchos, indican luego en qué etapas se está.
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