Dia 24: QUIEN NO NAZCA DE AGUA Y DE ESPÍRITU
NO ENTRA EN EL REINO DE
DIOS
Coincide hoy este pensamiento con la fiesta de San Juan Bautista, un precursor
del Reino de Dios que no fue incorporado por
el agua. La historia del Bautista es muy distinta. Llegaba María, encinta de Jesús a ayudar a la
parienta mayor y embarazada de Juan. Saludó María y –desde el interior de su
claustro- Jesús se le hizo presente a Juan y tan manifiestamente que el niño
dio salto de júbilo y fue santificado allí mismo antes de nacer. Por ello en Sn
Juan sólo hubo Espíritu Santo. Santificado, pues, antes de nacer, lo que celebramos
en este Santo es su día natalicio, y no el de su muerte –como en los demás santos,
cuya entrada en el Cielo se verifica al morir.
ESE DEFINITIVAMENTE EL REINO DE LOS CIELOS.
Jesús advierte a Nicodemo que quien no vuelva a nacer por el agua y el
Espíritu, no puede entrar en el Reino.
Habla el agua de limpieza, aunque hay mucho más que eso. No se trata de
un “fregado” de suciedades. El agua, como elemento primordial de la naturaleza
casi está hablado de LA VIDA MISMA, y la vida abarca lo grande y lo pequeño de
la persona. Y no nos quedamos ahí porque
al agua no haría nada sin ese ESPÍRITU SANTO, que es la Presencia definitiva y
transformadora de Cristo.
Re-Nacer.
Vivir en mí una vida nueva. Ayudar a que otros re-nazcan.
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