Picar la
antífona
El horario de Misa con que me he
encontrado no me deja ahora mismo más posibilidad que la de dar el esquema que luego
intentaré desarrollar, en la liturgia de este domingo.
La 1ª lectura sitúa ante el alimento providencial que Dios envía a
Elías en medio del desierto, cuanto desfallecía y prefería morir.
En el Evangelio Jesús va avanzando en su enseñanza y promesa. De ser Pan que viene del Cielo (del domingo pasado),
hoy se declara Pan de la Vida, que da vida al mundo. San Juan está preparando el desemboque en la Eucaristía
(que luego no relatará en la santa Cena, y de la que en este presente capítulo
está dando todo su contenido, poco a poco, pedagógicamente…, aunque no será
bien recibido cuando declara la plenitud de misterio).
San Pablo nos hará concretar que
todo ha de desembocar en vida cristiana que concreta la urgencia de desterrar
amargura, enfados y maldad, y vivir comprensión, bondad, perdón- Hasta llegar a ser imitadores de Dios. Por eso se entenderá muy mal la Eucaristía si
no conduce a esa realidad en la vida diaria…
Mal comulgamos si eso no tiene la proyección cuando salimos de haber
vivido la Eucaristía
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