OCTAVARIO POR LA UNIÓN DE LAS IGLESIAS.
Comienza hoy y
pide porque Católicos, Protestantes en sus diferentes facciones, Ortodoxos, etc.,
Judíos, Mahometanos…, se unan en una sola Iglesia bajo un solo Pastor.
Liturgia:
El regreso de la guerra contra los
filisteos, en la que David mató a Goliat, fue triunfal. 1Sam.18,6-9; 19,1-7: La
gente vitoreó a Saúl y a David. Y en coplillas populares cantaron las mujeres: Saúl mató a mil y David a diez mil, en
una alusión a la gran victoria obtenida y a la gesta que David había llevado a
cabo.
Pero Saúl llevó a mal aquella canción y le tomó celos a
David, al que decidió matar, comentándolo con algunos jefes militares y con su
hijo Jonatán.
Jonatán, por su parte era un fiel amigo de David y fue a
prevenir al amigo para que se escondiese, hasta que él tanteara a su padre.
Jonatán habla a Saúl y le hace la cuenta de la gran
victoria que había obtenido contra los filisteos, en la que David había jugado
un importante papel. Y le dice a su padre: No
vayas a pecar derramando sangre inocente, matando a David sin motivo. Y
Saúl accede a la petición, y Jonatán se lo comenta a David, a quien lleva de
nuevo ante su padre.
Jesús no es belicoso. Hace el bien porque para eso ha
venido. Y por su parte no quiere que eso sea un motivo de disgusto de nadie,
sino del bien repartido a los hombres.
Ahora se encuentra con una serie de situaciones tensas que
han provocado los fariseos: lo acusaron de blasfemo por decir que perdonaba el
pecado del paralítico; han llevado a mal que comiera en el banquete de Leví el
publicano; le han puesto por delante el tema del no-ayuno de sus discípulos; le
han conminado porque los discípulos comían aquellas espigas cogidas al paso por
unos sembrados, y han explotado cuando aquella mañana en la sinagoga ha curado
al hombre paralizado de un brazo, tras haber intentado entrar en razones con
ellos, porque en sábado se puede y se debe hacer el bien.
Pero el resultado ha sido que los fariseos, exacerbados,
han roto por la calle de en medio y se han reunido con los herodianos para ver
cómo acabar con Jesús.
Y Jesús, que no busca pelea, opta por embarcarse y pasar a la otra orilla (Mc.3,7-12). Es
una de las varias veces en las que Jesús solventa una tensión a base de atravesar
el lago y poner “agua por medio” para enfriar la situación. Pasar “a la otra
orilla” es dejar atrás una situación y poder seguir actuando en su línea de
hacer el bien.
De hecho lo siguió
una muchedumbre de Galilea, y al enterarse que estaba por aquellas tierras,
le vienen también mucha gente de Judea.
Idumea, Jerusalén y Transjordania, y las cercanías de Tiro y Sidón. Era
tanta gente que Jesús tuvo que prevenir advirtiendo a sus discípulos que
tuvieran preparada una barca, no le fuera
a estrujar el gentío.
Como había curado a
muchos, todos los que sufrían de algo se le echaban encima para tocarlo.
Jesús es bondadoso, y además multiplica sus dones hacia las personas. Y la
gente acude allí donde hay una acogida y encuentra una solución a sus
problemas. Por eso no era de extrañar que se le hubieran echado encima tantas
gentes y que hubieran venido de tantos lugares, atraídos por las obras y las
palabras de Jesús. El hecho de querer tocarlo
es ya como una reacción natural y muy humana, que sigue existiendo ante
cualquier eventualidad en que alguien quiere expresar su reconocimiento hacia
otro. O porque cree la gente que “tocando” se produce la curación. Eso lo
seguimos comprobando en ese afán de poseer reliquias, de besar imágenes o de
rozar objetos religiosos. Es, como digo, una necesidad humana que parece que
hace más cercana la relación.
En medio de todo eso, Jesús les prohibía que lo diesen a conocer, porque precisamente se había
venido a este otro lugar (a la “otra orilla”), intentando desaparecer de la
mirada de los fariseos.
¿Cómo podía pasar desapercibido con todo ese conjunto de
gentes, y mientras él seguía haciendo sus obras de liberación, no sólo de
enfermedades sino aún de posesiones diabólicas?
Ojalá nuestro roce diario de oración, contemplando a Jesús,
produzca en nosotros esos efectos de admiración, de búsqueda, de no sabernos
separar del evangelio, de volcarnos sobre Jesús y de necesidad de tocarlo con el alma para que se realice
en nosotros ese contagio desde él hacia nosotros y de unión íntima de nosotros
con él.
MAÑANA HAY ESCUELA DE ORACIÓN
en Málaga, a las 5'30,
en los Jesuitas.
MAÑANA HAY ESCUELA DE ORACIÓN
en Málaga, a las 5'30,
en los Jesuitas.
Las obras daban razón de la autoridad de Jesús. La gente lo seguía porque les habla de un estilo de vida que les hace sentir libres y responsables de sus actos.Reciben amor y dan amor. Los poderes del mal pretenden endiosarlo y apartarlo de las multitudes. Jesús los enamora; sus palabras le salen del corazón y son auténticas y curan al que las oye...
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