Detrás de la rigidez hay siempre algo escondido, una doble vida,
los rígidos no son libres, son esclavos de la Ley. Dios, sin embargo, dona la
libertad, la mansedumbre, la bondad. Así lo ha indicado el papa Francisco en la
homilía de la misa celebrada esta mañana en Santa Marta.
En el Evangelio del día, Jesús sana a una mujer en sábado
provocando el enfado del jefe de la sinagoga porque “se ha violado la Ley del
Señor”. Así, ha recordado que “no es fácil caminar en la Ley del Señor” es “una
gracia que debemos pedir”. Por eso, Jesús lo acusa de ser hipócrita, una
palabra que, recuerda Francisco, “repite muchas veces a los rígidos, a los que
tienen una actitud de rigidez en el cumplir la Ley”, que no tienen la libertad
de los hijos, “son esclavos de la Ley”. Sin embargo, “la Ley no se ha hecho
para hacernos esclavos, sino para hacernos libres, para hacernos hijos”.
En esta línea, el Pontífice ha reconocido que “detrás de la
rigidez hay algo escondido en la vida de una persona”. La rigidez no es un don
de Dios. La mansedumbre, la bondad, la benevolencia, el perdón, sí.
“Detrás de la rigidez hay siempre algo escondido, en muchos casos una doble
vida; pero hay también algo de enfermedad”. Asimismo, ha precisado que los
rígidos sufren cuando son sinceros y se dan cuenta de esto. “Porque no
consiguen tener la libertad de los hijos de Dios, no saben cómo se camina en la
Ley del Señor y no son bienaventurados”, ha reconocido. De este modo, ha
añadido que “parecen buenos porque siguen la Ley, pero detrás hay algo que no
les hace buenos: o son malos, hipócritas o están enfermos”.
El papa Francisco ha recordado la parábola del hijo pródigo, en
la que el hijo mayor se indigna con el padre por acoger de nuevo al hijo menor.
Esta actitud –ha explicado el Pontífice– muestra qué hay
detrás de una cierta bondad: “la soberbia de creerse justo”. Al respecto,
el Santo Padre ha dicho que detrás de este hacer bien hay soberbia. El hermano
mayor “era un rígido, caminaba en la Ley con rigidez”. Aún así, ha reconocido
que “no es fácil caminar en la Ley del Señor sin caer en la rigidez”.
Por eso, para finalizar, el papa Francisco ha invitado a “rezar
al Señor” por “nuestros hermanos y hermanas que creen que caminar en la Ley del
Señor es convertirse en rígidos”. Que el Señor –ha pedido– les haga sentir que
Él es Padre y que a Él le gusta la misericordia , la ternura, la bondad, la
mansedumbre, la humildad. Y “nos enseñe a todos a caminar en la Ley de Señor
con estas actitudes”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡GRACIAS POR COMENTAR!