'El amor de Dios no es
de telenovela'
El Santo Padre explica que a través del amor al prójimo llegamos a
conocer a Dios. En su homilía de este jueves, afirma también que para el
encuentro con el Señor no basta la razón
08 de enero de 2015 (Zenit.org) - Dios nos precede siempre en el
amor. Se trata de uno de los pasajes de la homilía del papa Francisco en la
misa matutina, que ha celebrado este jueves en la capilla de la Casa Santa
Marta con un grupo de fieles, la primera del año 2015. El Pontífice argentino
ha subrayado que el amor cristiano está hecho de obras concretas, no de
palabras. Y ha reafirmado que para conocer a Dios no basta el intelecto, es
necesario el amor.
En estos días después de Navidad, ha señalado el Santo Padre, la
palabra clave en la liturgia es "manifestación". Jesús se manifiesta:
en la fiesta de la Epifanía, en el Bautismo y de nuevo en las Bodas de Caná.
Pero, se ha preguntado el Papa, "¿cómo podemos conocer a Dios?". Es
precisamente este, ha apuntado, el tema del que habla el apóstol Juan en la
primera lectura, subrayando que para conocer a Dios nuestro
"intelecto", "la razón" es "insuficiente". Dios,
ha añadido, "se conoce totalmente en el encuentro con Él, y para el
encuentro la razón no basta". Hace falta algo más:
"¡Dios es amor! Y sólo por el camino del amor puedes conocer
a Dios. Amor razonable, acompañado de la razón. ¡Pero amor! '¿Pero cómo puedo
amar lo que no conozco?'; 'Ama a los que tienes cerca'. Y esta es la doctrina
de los dos mandamientos: El más importante es amar a Dios, porque Él es amor;
Pero el segundo es amar al prójimo, pero para llegar al primero debemos subir
los escalones del segundo: es decir, a través del amor al prójimo llegamos a
conocer a Dios, que es amor. Sólo amando razonablemente, pero amando, podemos
llegar a este amor".
Es por eso, ha exhortado, que debemos amarnos "los unos a los
otros", porque "el amor es de Dios" y "quien ama ha sido
engendrado por Dios". Y también, ha proseguido, para conocer a Dios hay
que amar:
"El que ama conoce a Dios; el que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor. Pero no amor de telenovela. ¡No, no! Amor sólido, fuerte; amor eterno, amor que se manifiesta --la palabra de estos días, manifestación-- en su Hijo, que ha venido para salvarnos. Amor concreto; amor de obras y no de palabras. Para conocer a Dios hace falta toda una vida; un camino, un camino de amor, de conocimiento, de amor al prójimo, de amor a los que nos odian, de amor por todos".
"El que ama conoce a Dios; el que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor. Pero no amor de telenovela. ¡No, no! Amor sólido, fuerte; amor eterno, amor que se manifiesta --la palabra de estos días, manifestación-- en su Hijo, que ha venido para salvarnos. Amor concreto; amor de obras y no de palabras. Para conocer a Dios hace falta toda una vida; un camino, un camino de amor, de conocimiento, de amor al prójimo, de amor a los que nos odian, de amor por todos".
Francisco ha observado así que no hemos sido nosotros en dar el
amor a Dios, sino que ha sido "Él quien nos ha amado y nos ha mandado a su
Hijo como víctima de expiación por nuestros pecados". En la persona de
Jesús, ha sido su reflexión, "podemos contemplar el amor de Dios" y
siguiendo su ejemplo "llegamos --escalón a escalón-- al amor de Dios, al
conocimiento de Dios que es amor". Recordando después al profeta
Jeremías, el Pontífice ha afirmado que el amor de Dios nos "precede",
nos ama antes incluso de que lo busquemos. El amor de Dios, ha destacado, es
como "la flor del almendro", que es "la primera que florece en
primavera". El Señor "nos ama primero", "siempre tendremos
esta sorpresa". Y ha observado que "cuando nos acercamos a Dios
a través de las obras de caridad, la oración, la Comunión, la Palabra de
Dios", "encontramos que Él está allí, el primero, esperándonos, así
nos ama".
El Papa ha recordado después el Evangelio de hoy, que narra la
multiplicación de los panes y los peces por parte de Jesús. El Señor, ha
indicado, "tuvo compasión" de la cantidad de gente que había ido a
escucharlo, porque "eran ovejas sin pastor, desorientadas". Y ha
asegurado que también hoy mucha gente está "desorientada" en
"nuestras ciudades, en nuestros países". Por eso, Jesús les
enseña la doctrina y la gente le escucha. Cuando luego se hace tarde y pide que
les den de comer, sin embargo, los discípulos responden "un poco
nerviosos". Una vez más, ha comentado el Santo Padre, Dios ha llegado
"primero, los discípulos no habían entendido nada":
"Así es el amor de Dios: siempre nos espera, siempre nos
sorprende. Es el Padre, es nuestro Padre que nos ama tanto, que siempre está
dispuesto a perdonarnos. ¡Siempre! No una vez, 70 veces 7. ¡Siempre! Como un
padre lleno de amor y para conocer a este Dios que es amor debemos subir por el
escalón del amor al prójimo, por las obras de caridad, por las obras de
misericordia, que el Señor nos ha enseñado. Que el Señor, en estos días en que
la Iglesia nos hace pensar en la manifestación de Dios, nos dé la gracia de
conocerle por el camino del amor".
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