JESUCRISTO REY DEL UNIVERSO
El broche
final del año litúrgico es la FIESTA DE JESUCRISTO REY UNIVERSAL. Ya basta este connotación para comprender que
no estamos ante ninguna relación a términos humanos, políticos, de apariencias
de poder o de emulación de títulos de privilegio. Se trata de que toda la labor del año
litúrgico, tanto en los misterios de la vida de Jesucristo como en los 33 “domingos
verdes” (o del Tiempo Ordinario), ha caminado hacie esta realidad en la vida
del creyente católico: hacia la plenitud de su vocación cristiana, que es la de
vivir en la verdad, en el santidad y en
la Gracia, en la fidelidad, el amor y la paz. Todo eso –en lo concreto de una vida y unas
maneras de actuación—eso es el REINO DE DIOS, el REINO DE CRISTO, la suprema
realidad de que JESUCRISTO ES REY.
Lo llamativo es que ese título de
Rey no fue aceptado por Jesucristo cuando pretendieron hacerlo rey aquellas
muchedumbres exaltadas y emocionadas por los panes multiplicados, pero sí se
proclamó Rey y aceptó el título cuando estuvo en la Cruz. Cuando el Evangelio de hoy nos presenta a Pilato
interrogando a Jesús, con escepticismo y hasta con cierta sorna si Jesús es el rey de los judíos, Jesús
le desborda afirmando ese reinado suyo. A la vez le aclara que no es “reino de
este mundo, y que no tiene soldados a sus órdenes”. Nuevamente Pilato pregunta,
y cada vez con más extrañeza: Luego, ¿tú
eres rey? Y Jesús responde afirmativamente,
a la vez que le delimita los “poderes” de ese reinado: He venido a dar testimonio de la Verdad, y todo el que es de la verdad,
escucha mi voz.
Ahí se perdió Pilato de tal manera
que ni supo ni quiso seguir. Saber la
verdad era demasiado comprometido, aparte de que pertenecía a esa saga de
quienes no quieren saber la verdad porque la verdad les compromete más allá....
¡Hubiera podido saber tanto, y tanto nuevo y distinto, si se llega a parar a
escuchar a Jesús…, si llega a querer oír
la verdad…
Las otras lecturas establecen el
poderío de Jesús, que procede del Cielo, que le es entregado por Dios, que es
poderío al que corresponde de parte de la Creación entera el honor, la
alabanza, el amor, la acogida de su palabra por parte de todos los pueblos… Que
es poder que perdona y salva, que convierte a los hombres en reyes y sacerdotes,
y que por eso podemos estar ahora mismo aquí…
Que en Cristo comienza la historia y en Él acaba.
Pero mucho me temo que todo esto se
nos quede demasiado fuera de nosotros mismos…, que lo veamos como en un gran
cuadro admirable. Y que con ello no estemos captando el reinado de Jesucristo.
Y mucho menos ese Reino donde Jesucristo actúa visiblemente, que es la Iglesia.
En ella se visualizan los emblemas de ese reinado de Jesús
Habrá que irse a ver esos niños
abandonados, mutilados, maltratados, y la iglesia visible en esos miembros vivs
que dedican sus vidas a acoger, atender, cuidar, mostrar amor, a seres tan
indefensos e inocentes, víctimas de la barbarie humana…, de los falsos reinos
de este mundo. Y no menos pude decirse
de las mujeres maltratadas, que encuentran un refugio y protección en ese
auténtico reinado de Jesús…, el reinado de la verdad, la justicia, el amor y la
paz.
Habrá que irse a esas instituciones
donde están acogidos los enfermos más incapacitados, más solitarios, que la
sociedad hedonista no quiere ni saber que existen…
Habrá que ver las manos cuidadosas
de la Iglesia en esas residencias de ancianos, adonde la molicie de un mundo de
placeres y gustos ha aparcado a sus familiares…, o donde los pobres solitarios
no tienen más familia que esas instituciones eclesiales ue les atienden y
curan.
Habrá que visibilizar el reinado de
Jesucristo en los comedores sociales que CARITAS y otras instituciones católicas
llevan adelante, donde pueden encontrar el plato caliente y la comida diaria quienes
no tienen cómo hacerlo… En la criis y
fuera de la crisis. En el mundo que se
llama “civilizado” y en los lugares apartados del mundo donde solamente la
Iglesia Católica o las iglesias cristianas han tomado a su cargo que Jesucristo
sea realmente Rey del universo, por encima de poderes de la tierra, tiránicos o
no, sean de las sigas que sean.
Tantos colegios e instituciones
católicas que quedan como reducto de una educación en valores, en principios de
convivencia, en una mirada que pueda elevarse sobre las falsas “educaciones”
que están siendo fábrica de odios, de mentiras camufladas, de competitividades
malsanas, de embrutecimientos sectarios, de niños y jóvenes sin alma…, lo que
significa una terrible futura generación de malos profesionales, de incivismo,
de lobos que se comen a los otros lobos…
El día que se viva la verdad de
Jesucristo, habremos aprendido todos que no estamos aquí para medrar y subir,
para imponernos y para ser servidos. Sino que somos nosotros los propios reyes y sacerdotes que
ofrecemos sacrificios…, que nos ofrecemos como víctimas en orden a una vida más
humana, a una sociedad más habitable.
Será el día en que ofrecer con
Cristo la VICTIMA SUPREMA, a Jesucristo Rey, en el Altar, será el momento
en que despinte sobre el mundo universo que Jesucristo no vino en balde a esta
nuestra humanidad, y que cada uno de nosotros tenemos que ser TESTIGOS DE LA VERDAD, porque para eso hemos sido escogidos.
Desde la fe, desde la Iglesia, es desde donde se entiende ese "reinado" de Jesús. Un Reino que se aleja de los parámetros humanos, y mucho más del actual concepto de poder. Un Dios que reina desde la Cruz, desde el servicio y amor a los demás, un Reino en el que los verdaderos protagonistas son los más desfavorecidos, un Reino que no excluye a nadie, un Reino en el que Jesús acoge a todos desde sus brazos abiertos en la Cruz... Que Jesús reine en nuestros corazones y sea dueño de nuestras vidas para que transformemos este mundo en SU Reino.
ResponderEliminarPilatos no quiso saber "que es la VERDAD" cuando leo ésto recuerdo unas frases que Pilatos dice en la pelicula La Pasión de Cristo en el interrogatorio a Jesús, allí se manifiestan sus verdades que no son otras que su problema personal y por supuesto político y me parece que a nosotros nos pasa exactamente igual; tenemos cada uno un montón de nuestras "verdades" nuestros apegos, enviciamientos, ceguera... que no nos permiten plantearnos conocer la VERDAD
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ResponderEliminarCuando entendamos con toda verdad y claridad que el verdadero
señorio es no poseer nada .
POr que todo el daño que viene al mundo es de no conocer las
verdades de la Escritura con clara verdad.No faltará una tilde
de ella.
¿sabes que es amarme con verdad ?Entender que todo es mentira lo
que no es agradable a mi.Santa teresa de Jesús.