ES PRIMER VIERNES. No hay Actos (Málaga)
JORNADA DE ORACIÓN DEL
PAPA. Día
en que debemos redoblar nuestras peticiones por las intenciones del Papa. Este
mes toca una INTENCIÓN UNIVERSAL, es decir, apta para todos, los creyentes y
los no creyentes, porque todos deben desear lo que son bienes generales. Este
mes pedimos porque los administradores de justicia obren con integridad para que la
injusticia que atraviesa el mundo, no tenga la última palabra. Es una
petición de mucha envergadura e importancia porque se trata de dos escalones a
cual más importante. De una parte, que los administradores de justicia sean
íntegros. Que la justicia no dependa de la política ni de tendencias políticas
y que sean juzgados igualmente los de una parte y la de la otra. Que no es poco
pedir ni de menos actualidad. Y una segunda petición que es el vencer la
injusticia del mundo con la justicia verdadera e íntegra. Que los injustos no
sean los que se salen con la suya, sean de la facción que sean. Bien merece la
pena que sea éste un deseo y preocupación universal puesto que atañe a todos
los hombres y a todas las situaciones.
LITURGIA
La 1ª lectura son dos fragmentos que se
complementan porque uno es continuación del otro: el primero es Gn.23,1-4.19.
Sara muere con 120 años, Abrahán pide un lugar donde enterrarla, y luego pide a
su criado un juramento que habrá de cumplir. El ritual era poner la mano bajo
el muslo en señal de compromiso viril, y lo que el criado ha de hacer es buscar
mujer para Isaac, pero no en aquella tierra sino en la tierra originaria de
Abrahán. El criado quiere cerciorarse de todo el contenido de su juramento y
pregunta qué debe hacer si la mujer se niega a venir. Por supuesto, dice
Abrahán, no debes llevar a Isaac a la mujer. Si ella no quiere venir, quedas
libre de tu juramento.
La 2ª parte de este relato es de Gn.24,1-8.62-67. El criado
ha buscado mujer para Isaac: Rebeca, que viene al encuentro. Pregunta quién es
aquel hombre que espera y el criado le dice que es su amo. Rebeca se cubre el
rostro en señal de respeto y accede al matrimonio. El criado informa de todo a
Isaac, quien amó mucho a aquella mujer y la toma por esposa, consolándose así
de la muerte de su madre.
El evangelio es la vocación de Mateo o Leví. (Mt.9,9-13).
Aquí Mateo se nombra a sí mismo por su nombre. Es una vocación como otras
anteriores de diferentes apóstoles: una llamada directa y personal de Jesús. Vio Jesús a un hombre llamado Mateo sentado
al mostrador de los impuestos. Fácilmente se deduce que el tal Mateo era un
publicano, que eran los que se encargaban de esos menesteres, y eran
vituperados por los fariseos y gentes del pueblo, porque generalmente eran
usureros que se aprovechaban de su labor para sacar mejores beneficios. No
quiere decir que Mateo fuera de los que abusaban, pero pertenecía a ese tipo de
personas.
Jesús hasta ahora había llamado a gentes del mar, o a
Felipe y a Natanael. Ahora da un salto. Vio
a un hombre sentado al mostrador de los impuestos y también allí vino Jesús
a hacer una llamada de elección. Y deteniéndose ante aquel sujeto, le dijo: Sígueme. Muy nuevo debió hacérsele a ese
hombre que aquel taumaturgo y hombre de bien se fijara en él y lo llamara, y
tuvo el impulso interior de aceptar la llamada que le hacía: Él se levantó y lo siguió. Y con gozo interior
por aquella circunstancia, convocó a un banquete de despedida de su oficio.
Invitó al propio Jesús y su grupo, y a los amigos publicanos del propio Mateo,
que habían sido sus compañeros de fatigas.
Los fariseos se escandalizaron. Participar en un banquete
era equivalente a estar en relación amistosa con los demás comensales. Y los
fariseos se fueron a los discípulos de Jesús para minarle el terreno al
Maestro: ¿Cómo es que vuestro Maestro
come con publicanos y pecadores?
Jesús lo oyó y dio su respuesta, más clara que el agua:
Porque no tienen necesidad de médico los
sanos sino los enfermos. Precisamente por “pecadores” necesitaban aquellos
a Jesús mucho más. Andad y aprended lo
que significa: misericordia quiero y no
sacrificios. Que no he venido a llamar justos sino pecadores. Quedaba
respondida la pregunta. Los fariseos ofrecían sus sacrificios pero carecían de
misericordia Ellos se consideraban “los justos”. Jesús ha venido por los
pecadores.
Verdaderamente siento en mi interior que lo que dice Jesús es verdad. Me reconozco pecador. Si algo bueno tengo es porque Dios me lo da. Si algo no hago bien es por mi incapacidad, mi fallo, mi culpa. Si cometiese alguna maldad aunque fuera pequeña, sería mi culpa. Pido a Dios que me haga ver siempre todo lo que no sea justo, para así poder poner remedio. No me abandones Señor a mi suerte, no apartes de mí tu Santo Espíritu, no tenga yo ni sensación de que estás lejos de mi ni un sólo día. ¿A dónde iré Señor, si tu no estás conmigo? ¿Que haré Señor, si tu no me llevas de tu mano? Yo soy como un niño, sin ti no soy nada.
ResponderEliminar>>>>>>>>>> Los comentarios que pongo en este espacio a veces, también los comparto en otros lugares, como mi blog personal.