Liturgia:
Las fiestas –como ésta del Pilar- son
las más difíciles de comentar porque son lecturas fijas, siempre las mismas, y
que no hacen referencia directa a la fiesta que se celebra.
Las lecturas que vamos a tener son la de Hech.1,12-14 y
Lc.11,27-28.
En la 1ª lectura se nos cuenta que –al regreso de la
ascensión de Jesús- los apóstoles se vinieron desde el monte de los Olivos a la
sala donde se alojaban (que se da casi por descontado que era el piso alto del
Cenáculo). Allí están todos los apóstoles, dedicados a la oración en común,
junto a algunas mujeres, entre ellas
María, la madre de Jesús. Ahora nosotros podemos reflexionar y poner a
María, allí en medio de todos, como verdadero pilar que sustenta la oración de
aquellas personas. Es la referencia que podemos hacer para encajarla con la
fiesta que celebramos. De hecho es una mirada a María como referente de nuestra
vida de Iglesia y nuestra vida de oración.
Lo mismo en el texto de San Lucas del evangelio, en el que
aquella mujer se entusiasma con Jesús y prorrumpe en alabanzas a Jesús y a la
madre que lo engendró: Dichoso el vientre
que te llevó y los pechos que te criaron. Alabanza a aquella Madre que dio
a la vida al Maestro, cuyas explicaciones habían emocionado a aquella mujer. A
lo que Jesús apostilla: Mejor, dichosos
los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen. María es, evidentemente,
paradigma de esa escucha práctica, porque fue la persona rendida a la voluntad
de Dios para que Dios realizara el plan de salvación. Otra vez podemos aplicar:
María fue el pilar maestro de aquella edificación, que se llevó a cabo por su aceptación incondicional del
proyecto de Dios sobre ella.
María tipo de la Iglesia, nos trasmite su acción de plena
fidelidad al Magisterio de la Iglesia, que está constituida sobre roca…, sobre
columna sólida que no se tambalea. María es así columna y pilar de la
edificación de Cristo.
Es lo que se puede decir con fundamento.
Copiando la
información del diccionario de WIKIPEDIA, transcribo los datos siguientes: La Virgen
del Pilar es una advocación mariana de
la Iglesia católica,
cuya imagen tiene su principal centro de culto en la Basílica del Pilar de Zaragoza (España).
El 20 de mayo de 1642 el
municipio de Zaragoza proclamó a la Virgen del Pilar patrona de la ciudad,
patronazgo que se extendió a todo el Reino de Aragón en
las Cortes aragonesas de 1678.
Acumula otros patronazgos, como el del Cuerpo de la Guardia Civil (1913), Cuerpo de Correos y
Telégrafos (1916), Cuerpo de secretarios, interventores y depositarios de
administración local (1928), Sociedad mariológica (1940), Consejo superior de
misiones (1948)1 y del Arma Submarina de la Armada Española (1946).
En 1908 mediante un Real Decreto se declara Capitana
General del Ejército español. El 24 de junio de 1948 se eleva a categoría de
Basílica el Pilar por Pio XII (1948).
La leyenda sobre sus orígenes se remonta al año
40, cuando, de acuerdo con la tradición cristiana, el 2 de enero
la Virgen María se
apareció a Santiago Apóstol en Caesaraugusta. María llegó a Zaragoza «en
carne mortal» —antes de su Asunción— y
como testimonio de su visita habría dejado una columna de jaspe conocida
popularmente como «el Pilar». Se cuenta que Santiago y los siete primeros convertidos de la
ciudad edificaron una primitiva capilla
de adobe a orillas del Ebro.
Este testimonio es recogido por un manuscrito de 1297 de
los Moralia,
sive Expositio in Job, de Gregorio Magno, que se custodia en el Archivo del Pilar. La devoción mariana comenzó en los albores del siglo XIII, cuando comenzaron las primeras
peregrinaciones a Santa María la Mayor.
Sobre la iglesia
mozárabe preexistente, se erige el templo románico del
Pilar poco después de la conquista de Zaragoza por Alfonso I el
Batallador (1118) que fue culminado en
el siglo XIII. En esta época se documenta en el
templo una capilla primitiva para alojar el Pilar, según transmite Diego de Espés en 1240.
Para 1293 el templo se encontraba en tan mal
estado que el obispo Hugo de Mataplana promovió la restauración
del templo y su conversión en la colegiata
gótico-mudéjar de Santa María la Mayor con recursos de una bula
de Bonifacio VIII que
por vez primera menciona la advocación «del Pilar». Actualmente el único
vestigio conservado del templo románico del Pilar es el tímpano de la iglesia, que ha sido colocado en
la fachada sur de la basílica barroca.
Puede ser interesante la lectura de esta página católica realizada por Las Siervas de los Corazones Traspasados de Jesús y María. http://www.corazones.org/maria/pilar.htm
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