¿QUIÉN DECÍS QUE SOY YO?
Un domingo
que deja huella.. Que debe dejarla. Isaías
ha abierto brecha con ese poema del Siervo de Yawhé que es un presagio del
futuro Mesías, hasta el punto que muchos detalles de la Pasión de Jesús son, en
realidad, proyecciones de este relato.
Como si la respuesta a la pregunta de Jesús a sus apóstoles se hubiera
adelantado siglos en el túnel del tiempo, el Siervo dice de sí que ha recibido
ya una Palabra ante la que no se rebela: la vida que le espera es de maltrato,
de burlas, de humillaciones… Y él no aparta el rostro a los salivazos y las
bofetadas, y al mismo tiempo sabe que no será abatido por nada de eso. Que
intentarán pleitear con él para acusarlo, pero que él se sabe defendido por la
verdad de Dios, como por un fuerte soldado que le protege y ayuda. Nadie podrá
probar una culpa que él haya cometido.
Por tanto se está planteando esa profecía en términos de lucha y
sacrificio.
Llega Jesús que, con todo su arte
pedagógico pregunta a sus apóstoles en un aparte, a solas, en intimidad, qué
opiniones han escuchado ellos acerca de Jesús. Respuesta que nada les compromete y donde
puede explayarse. En una cultura
totalmente religiosa las opiniones son de orden religioso: Dicen
que Jeremías, o Elías o uno de los antiguos profetas. Podrían añadir: También tú has oído que dicen
algunos que eres discípulo de Beelzebul…
Si nosotros saliéramos hoy a
preguntar por ahí nos traeríamos otro conjunto de respuestas, desde las certeras
a las más extrañas; desde las teóricas (como quien repite expresiones) hasta
las escandalosas de quienes ni saben quién es Jesús (y que no serán hoy las más
extrañas).
El momento final de la pasada Procesión
del Corazón de Jesús lo acabé preguntando directamente a los Hombres de Trono,
aunque la pregunta valía para todos. Habéis llevado con sano orgullo el trono del
Corazón de Jesús… Lleváis muchos otros tronos de otras imágenes… Pero ¿quién
decís vosotros que es Jesús´ Dicho de otra manera: ¿qué detalles, qué
fondo, ¿qué doctrina…, es lo que encarna el Corazón de Jesús? ¿Qué
repercusiones concretas supone en las vidas creyentes?
Hago un cuestionario a cada una de
los cientos de parejas que vienen a pedir boda en esta Iglesia, y tras varias
preguntas “pedagógicas”, acabo con una: ¿Quién
es Jesús, según tu experiencia? Y
unos dicen que es “símbolo”, otros no responden “porque –dicen- es una pregunta
que no es para escribirla” [lo que no se puede expresar escrito se puede quedar
en un “fantasma mental”]. ¿Y no será que
no saben responder porque Jesús se ha quedado hecho un fantasma en esta
sociedad actual? Luego cabría
preguntarse doloridamente, si les hemos dado a estas generaciones unos fundamentos
medianamente básicos para que puedan responder a esa pregunta, no ya desde las
teorías o las superficiales “vivencias” que no se personalizan y que han dejado
la penosa pregunta de aquella muchacha en TV al preguntarle sobre Jesús y responder
con desenfado: ¿Y quién es ese tío? [Chirría la expresión, pero que nos sirva
de espejo].
Porque ahora Jesús, una vez
liberados de tensiones posibles, puesto que es tan fácil hablar de lo que dicen
los otros, entró con una pregunta directa: Y vosotros, ¿quién decir que soy Yo? Tenemos la ventaja de que Simón se arrogó el
derecho de responder en nombre de todos, y por cierto que muy bien: Tú eres el Mesías. Una gran respuesta de catecismo. Pero cuando
Jesús se adentró en lo que ese “Mesías” era y llevaba consigo, de padecer, de
ser maltratado, de ser entregado a la muerte…, a Simón se le acabaron “las
ciencias teóricas” y se rebeló contra “la práctica”. Decir frases y vivencias hermosas estaba
bien. Meterse ya en un Jesús que padece, ¡que no se te ocurra tal cosa Y Jesús tuvo que decir que hablaba tan a lo
humano que en realidad estaba haciendo de demonio… Porque malo es no conocer a
Jesús, pero mucho peor es conocerlo desfigurado, amañado por la “piedad fácil”
o “el cumplimiento de preceptos”.
Hoy la pregunta viene rebotada
hasta nosotros: ¿Quién decimos nosotros
que es Jesús? ¿Cómo estamos buscando
CONOCER INTERNAMENTE LOS SENTIMIENTOS Y EL MODO DE SER DE JESÚS? ¿Se fundamenta
nuestra vida personal cristiana en la meditación lenta y profunda de la propia
Palabra y Vida de Jesús? Lo que
conocemos de Jesús está reflejándose en las actitudes de la familia, en el modo
de reaccionar, en lo que buscamos ver y en realidades concretas de nuestra vida
de cada momento? ¿Cuál es la fotografía que damos de nosotros en
nuestro hablar, en nuestro hacer, en nuestro escribir, en nuestro pensar, en
nuestra distracción…, y en lo normal diario que ofrecemos a quienes nos están tratando?
Santiago –que cada vez merece más la pena leer en su escrito- no
pudo responder cuando preguntó Jesús porque Simón se tomó la palabra para
decirlo todo. Pero Santiago tenía algo
que decir. Y lo dice hoy: Está muy bien tu fe, y haces muy bien en
tus manifestaciones religiosas. Pero yo
te muestro mis obras y en mis obras puedes ver mi fe. ¿Cuáles son tus obras, esas que se ven cada
día…, las que capta el vecino…, o el esposo, la esposa, los hijos, los compañeros
de trabajo, los contertulios del bar o del bingo?
No
mucho más añadiría hoy Jesús en esta Eucaristía en la que vamos a participar en
el Domingo, día del Señor, día por excelencia para vivir comunitariamente
nuestra fe.
En la lectura de Santiago, me planteo cuáles son mis obras que "cuestionen" a los demás. Especifico: ¿verán en mis obras los demás mi fe? ¿o sólo verán actos "buenos"? En todo lo que hagamos, en lo más banal, si nuestro hacer no está movido por amor a Dios (no tiene en El esa raíz escondida que alimenta), deberíamos plantearnos y reflexionar qué nos mueve a nuestro obrar: ¿la aprobación y alabanza humana? ¿tranquilizar nuestra conciencia? ¿la satisfacción del deber cumplido? ¿...? Ojalá el Señor nos ayude a aumentar nuestra fe y como consecuencia de ello, que nuestro obrar sea enteramente por amor a Dios.
ResponderEliminarEn la vida hay preguntas que si no sabemos la respuesta nada nos sucede.Pero hay otras cuestiones que sí es mucho más importante conocer y vivir:la dignidad de la persona humana,la brevedad de la vida... pero existe una pregunta en la que no debemos errar y es ¿Quien es Jesús para nosotros? para mí Jesús es la persona de la que depende toda mi vida;mi destino,mi felicidad,mi triunfo o mi desgracia se relaciona intimamente con el conocimiento que de Ti tenga.
ResponderEliminarmUCHAS gracias Ana Ciudad por su comentario.
Eliminar"¿Quien decis vosotros que soy yo?" Yo contestaria a Jesús de forma muy personal.ERES EL AMOR DE MI VIDA.Cuando una persona se enamora de otra,solo ve por los ojos de la persona a la cual ama con todo su corazón,sus actos van dirigidos a compenetrarse con ella y ser una misma cosa.¿Por qué no lo hacemos asi los cristianos con Dios,sabiendo que este Jesús nos ama tanto que dio su vida por nosotros?
ResponderEliminarCreo que si vivimos con esa entrega,nuestra fe queda patente,pues nuestras obras serán un continuo buscar la voluntad de Dios y amarlo plenamente.
ResponderEliminarJesús es el amigo que nunca falla ;que quiere tu felicidad ,
que te quiere mas que tu mismo ;que rema en tu misma direccion ,que te salva ,
pero no es un amigo cualquiera es todopoderoso .
Señor, si TÚ me preguntaras..."¿Quién soy YO para ti?" (hace unos meses respondí a esta pregunta...) Hoy te diría lo mismo... más resumido: "SEñor,TÚ sabes todas las cosas, TÚ sabes que te quiero..."
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