SEMILLA POR MEDIO
La fiesta litúrgica
de San Mateo, ayer, nos rompió la secuencia de la lectura continuada para poder
seguir la argumentación de San Pablo. Lo dejamos en su trasmisión autorizada del mensaje esencial y más primitivo de la fe
y del Nuevo Testamento: Trasmito lo que he recibido de los mismos primeros
testigos: que Cristo murió, resucitó, y fue visto, después, resucitado. Si no hubiera resucitado,
todo el evangelio es una farsa, nosotros unos embusteros y vosotros y nosotros
unos memos integrales, capaces de creer y seguir a un muerto, fracasado y
ajusticiado. Y concluye: PERO CRISTO HA RESUCITADO DE ENTRE LOS
MUERTOS, EL PRIMERO DE TODOS (quiere decir: Él, el primero, garantía de que
resucitaremos después los demás).
Y así llegamos a HOY: Pablo hoy trata
de explicar –estamos en terreno de fe y hay que recurrir a comparaciones, y aun
eso, dentro del estilo de las escuelas rabínicas, muy familiar a un judío. ¿Cómo
resucitan los muertos? - No igual y
con la misma figura y forma que vivimos aquí. Una semilla es una cosa pequeña y
casi sin forma (por decirlo así). Se entierra
y la semilla germinase pudre…, y de ahí salen
frutos absolutamente diversos de lo que se sembró. Pero estaban en germen en tal semilla. Lo que vemos, germinado, es lo mismo que se sembró
pero totalmente distinto. Así es la resurrección: lo que se entierra es
materia; se pudre o se incinera. Lo que
ya queda de eso material es nada. Y sin embargo al “germinar” aparece otro “cuerpo”…,
pero espiritual. Ahora Pablo se va al
estilo rabínico y argumenta así: Primero fue creado Adán, de la tierra; por
tanto, material y corruptible. Vino
Cristo, que es Vida. Por tanto lo
material es lo de abajo, pero lo espiritual lo que permanece. Lo material tiene
un cuerpo con órganos, tendones, huesos… Lo espiritual, no. Y sin embargo
Cristo es el que permanece y da vida a los que ya murieron. Un CUERPO ESPIRITUAL.
Nosotros, que somos materia,
difícilmente podemos hacernos idea de lo que es un SER ESPIRITUAL. Claro que las
personas de fe y de vida profunda de su espíritu, sí que lo comprenden y, puedo
decir, hasta lo experimentan.
Y como hablamos de SEMILLAS
destinadas a dar fruto, coincide muy oportunamente el Evangelio con la gran parábola, y tan significativa, del
SEMBRADOR. Precisamente la semilla que fa
fruto bueno es la que se ha podrido antes en el surco. Y dará un fruto. Los otros granos de la misma
simiente que no hallaron terreno jugoso, o se pierden totalmente o intentan
salir a flote pero ¡tanta materia como hay por medio! Le impiden crecer y desarrollarse. Y es que tenemos –donde menos lo esperamos
cada uno- nuestros espacios duros, estériles, inútiles… Nuestras mentiras terribles que resecan
posibilidades de crecimiento en gozo y alegrías… “Matorrales” de pasiones, envidias, celos,
inmadurez, egoísmos…, que ni crecen ni dejan crecer. Y la parábola de Jesús se hace como un espejo
claro de cada persona. Falta haría que
pudiéramos adquirir un espejo nítido de los que ponen de frente a uno mismo, en
vez de esos espejos de feria que tanto desfiguran la realidad que acaban
ofreciendo imágenes grotescas de la persona.., unas en las que parecemos fideos…,
otras que inflan tanto, que parece que vamos a reventar de tan gordos… Y abundan más estos espejos ridículos, y
siempre seremos más capaces de reírnos de la figura al natural de los otros que
descubrir que eso grotesco que tenemos delante es el fruto de la semilla que no
alcanzó en mí su natural desarrollo.
Y Jesús explica a sus apóstoles que
tiene que hablar en parábolas porque “la gente” es incapaz de escuchar y
entender las cosas por derecho, y son como el enfermo de estómago que lo más
sano le sienta mal. A ver si las parábolas
le ayudan a mirarse en ese espejo que presenta Jesús con su gran pedagogía.
Después de referirse a las circunstancias que hazen ineficaz la semilla,Jesús habla de la tierra buena.No da lugar asì al desaliento sino que abre camino a la esperanza,y muestra que todos podemos convertirnos en tierra buena.Pero sin oración ,"nada".No existe un camino hacia Dios que no pase por la oración y el sacrificio.
ResponderEliminarSé valiente.No nos neguemos a cortar todo lo que,aunque sea levemente, cause dolor a Quien tanto nos ama.