LITURGIA
Confieso que no sé
exactamente la interpretación de la lectura 1ª del libro de los Jueces
(9,6-15), ni tengo aquí medios de consulta para dar más en el clavo. Yotán
parece expresar que la gente pacífica no quiso comprometer su tranquilidad con
tal de ser reyes. Lo cual lleva a dos
posibles interpretaciones: la de no complicarse la vida, y la de no sentirse
capacitados, y menos en un ambiente de discordia como la promovida por Abimelec
que se había hecho nombrar rey junto a la encina de Siquén,
El hecho es aquella parábola del
olivo que no acepta ser nombrado rey cuando él está feliz dando su aceite.
Tampoco la vid, porque ella se conforma con dar su mosto, o la higuera en dar
su fruto sabroso. Ninguno de ellos quiere ser nombrado rey porque están felices
con su obra natural.
En cambio la zarza sí admite ser
hecha rey sobre los demás. El que quiera, que se cobije bajo su sombra, y el
que no, que sea devorado por el fuego que sale de ella, y emprenda hasta a los
cedros del Líbano.
¿Quiere decir que el dios que se
eligen es un dios agresivo y vengativo contra los que no se le someten? –No sé
ir más lejos en la interpretación de este texto.
El evangelio es la cara de esa
realidad: un Dios misericordioso que tiene paciencia infinita, y que siempre tiene,
de su parte, una oportunidad de acogida. Mt.20,1-16 es la parábola de los
obreros llamados a la viña del Señor. Para los diligentes que están disponibles
a primera hora, Dios ya se compromete a pagarles un denario, un buen jornal, en
el trabajo de ese día en su viña. Y aceptan felices porque han sido contratados
y porque van a tener un jornal amplio.
Pero no todos los posibles obreros
fueron tan diligentes y aparecieron por la plaza a media mañana. De suyo podían
quedarse sin trabajo. Pero el amo de la viña les dice: Id también vosotros a mi viña. Aquí ya no hay contrato. No hay
compromiso de jornal. Han llegado más tarde y ya pueden estar contentos de ser
contratados.
A mediodía todavía hay obreros
parados, que han salido a la plaza casi a ver si por casualidad alguien los
contrata. El amo de la viña les echa en cara estar allí ociosos todo el día,
pero les ofrece ir a la viña. Algo ganarán a estas alturas del día.
¿Y los que aun a media tarde, cuando
queda una hora de trabajo, han salido a la plaza, mano sobre mano? Son unos
vagos, unos descuidados. Pero el amo piensa que tienen familia y que necesitan
una paga, y los manda también a su viña, aunque solo trabajarán una hora.
Es la historia de Dios con el
hombre. Dios siempre llama. Hasta última hora Dios siempre cuenta con los
humanos. El mérito es de los que estuvieron a primera hora y tuvieron la
seguridad de su contratación, de su fidelidad a la llamada de Dios.
El misterio comienza a la hora de
pagar, porque el amo ha encargado al capataz dar un denario a los que habían
trabajado una hora en la viña. Y un denario a los que llegaron a mediodía. Y un denario, tal como estaba ajustado, a los
que fueron a primera hora. ¿Cómo se pagaba igual a unos y a otros…, a los que
habían trabajado una hora y a los que habían soportado el sol y el calor de
toda la jornada?
Es la historia real de Dios con los
hombres: el secreto es acudir. Que aunque lleguen al final, lo importante es
que han llegado. Y lo que debe crear alegría en todos porque al fin y al cabo,
aunque rezagados, sirvieron al amo en su viña.
Esa es la JUSTICIA de Dios: hacer justos a todos los que acuden a él.
Está parábola del olivo, la higuera, la vid y la zarza me recuerda que ante la queja de los políticos que tenemos, nunca decimos que yo, por comodidad, no complicarme la vida , mala opinión de algunos etc sólo me limito a votar.Despues nos quejamos por nuestras omisión.Formar parte de una asociación, un voluntariado, un sindicato, un partido...son deberes de ciudadanía.Pero sólo exigimos derechos y así nos va.
ResponderEliminarLo que no entiendo es por qué los primeros serían o serán los últimos.Gracias
ResponderEliminarYo creo que es porque se rebelan contra la misericordia de Dios. No aceptan quizas a un pecador que en ultimo momento acude a Jesus. Como el ladron bueno que se arrepiente en el último momento y Jesus le dice "hoy estaras conmigo en el Paraiso".
ResponderEliminarHago una excepción para volver a comentar. Yo creo que es porque Dios paga igual a todos los que van a la Viña y hay quien cree que tiene más derechos por razones de antigüedad y entrega al trabajo.
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