Liturgia
Si ayer la pregunta se formulaba: cómo
sería el mundo si los seres humanos viviéramos de acuerdo con Dios (con los
principios del Evangelio y el estilo de Jesús), hoy se pone de manifiesto la
acción benéfica de Dios para cuantos siguen sus caminos: sería tu paz como un río, tu bondad como olas del mar… (Is 48,
17-19)
En cuanto al texto evangélico (Mt 11, 16-19), la queja de
Jesús puede ser muy actual: Unos por mucho, otros por poco, ninguno acepta mi
palabra tal como es. Unos por exagerados de más; otros por exagerados de menos,
el evangelio es desvirtuado. [Yo metería aquí todas esas invenciones de falsas
apariciones y revelaciones (o de bulos que corren fácilmente), por los que cada
uno, según su tendencia quiere la “religión” a su modo. Y, si observan, viene a
ser siempre de tono amenazante y de infiernos a go-gó)].
RELATOS DE ADVIENTO
Joaquín se dispuso a hablar a José. Aquella tarde, cuando
José daba de mano en su trabajo, vio venir a Joaquín. Se alegró de verlo, y se
saludaron afectuosamente. José preguntó por Ana y por María. Por casa andan… Por cierto que quiero
hablarte de ello… Le extrañó a José, de primeras, aquella palabra, y puso
toda su atención.
Joaquín tomó fuerzas… No se le despintaba a José que había
algo importante, alguna novedad que Joaquín venía a comunicarle, y que
naturalmente tenía que referirse a María…, que por algo Joaquín venía a hablar
con él. Y preguntó: ¿Pasa algo?
Joaquín no quería dramatizar pero sabía que traía un
mensaje muy complicado y difícil para José. Se pasó la mano por la barba y le
dijo: Nada malo, pero sí importante y que
tú tienes que saber. María ha tenido una visitación de Dios. Y te lo digo así
de pronto para que sepas por dónde va la cosa.
José se quedó de una pieza. Indagaba con la mirada pero se
había quedado sin palabras. Y Joaquín prosiguió: Por extraño que parezca, un ángel le ha visitado para que sea madre del
Mesías de Dios… Joaquín hizo un silencio y tomó aire, porque veía la mirada
cada vez más extrañada de José. Tú sabes
que María no es proclive a las invenciones fantásticas; que María es muy
sencilla y sincera. Lo que ella ha contado es lo que yo te estoy diciendo.
José asentía, pero estaba cada vez más extrañado.
Y Joaquín abordó ya el tema substancial: José: es que te incumbe de frente el tema
porque la consecuencia de toda esa visita de Dios es que María ha quedado
embarazada… José saltó ahora de su asiento. Aquello le había tocado en lo
más hondo de su dignidad y de su ser…, de su responsabilidad de esposo
prometido de María. Pero ¿qué ha pasado?,
preguntó angustiado. –Pues sólo eso,
sencillamente eso: Dios ha hecho todo, el Mesías Hijo de Dios ha tomado
posesión de ella y se ha entrado en ella. Es lo que tenía que comunicarte, José,
porque ya te decía que te incumbe directamente.
José quedó derrumbado por un instante. Ahora mismo no sabía
ni qué hacer ni que responder. Agradeció la franqueza de Joaquín y le dijo que
prefería ahora quedarse a solas. Joaquín lo comprendía, y se limitó a ponerle
una mano en el hombro como despedida. Emprendió la retirada mientras que José,
pensativo tomaba la dirección a su casa. Era un dilema que se le presentaba…,
un dilema doble. Por una parte, era un varón hebreo que podía repudiar a la
esposa porque había sucedido algo tan serio como que estaba embarazada sin
intervención de él. Pero ¿cómo repudiar a María, que era una muchacha tan
extraordinaria? ¿Y cómo seguir adelante sin más, cuando la realidad es que ha
ocurrido mucho?
Pero por otra parte, esta situación, según me dice Joaquín,
viene directamente de Dios… Dios sería quien ha actuado y de esa forma, que ya
María puede pertenecer a Dios y quererla Dios en exclusiva para Él… ¿Cómo iba
yo a disputarle su derecho a Dios?
No había salida. No quería hacer daño. No quería
inmiscuirse en un plan misterioso de Dios… No podía seguir en Nazaret… No tenía
más salida que huir…, que quitarse de en medio… Y con esos pensamientos que le
atormentaban, José optó por retirarse a su lecho y llorar así su situación…,
que no sabría él si calificarla de “desgracia”… Y si no lo hacía así, era por
ese supremo respeto a lo que le han dicho: una intervención prodigiosa de Dios…
Y así se retiró, y mojó de lágrimas su almohada sin por
dormir durante un largo rato en el que sus pensamientos iban y venían…
EL SACRAMENTO DE LA UNCIÒN DE LOS ENFERMOS.
ResponderEliminarLa enfermedad y el sufrimiento se han contado entre los problemas màs graves que aquejan a la vida humana. En la enfermedad, el hombre experimenta su impotencia,sus l+imites y su finitud.Toda enfermedad puede hacernos entrever la muerte.
La enfermedad puede conducir a la angustia, al repliegue sobre sì mismo, a veces a la rebelión contra Dios. Pero puede hacer también a la persons màs madura, ayudarla a una búsqueda de Dios, un retorno a Dios.
El hombre del Antiguo Testamento vive la enfermedad de cara a Dios. Ante Dios se lamenta por su enfermedad e implora su curación. La enfermedad se convierte en un camino de conversión y el perdón inaugura la conversión. Israel experimenta que la enfermedad de una manera misteriosa se vincula al pecado y al mal y que la fidelidad a Dios, según la Ley , devuelve la vida.El profeta entrevé que el sufrimiento puede también tener un sentido redentor por los pecados de los demás. Isaías anuncia que Dios hará venir un tiempo para Siòn que perdonarà toda falta y curarà toda enfermedad.
Continuerà
Hoy, también se quejaría Jesús; es más, yo creo que Jesús llora, sin poderse contener, ante todo lo que está viendo: una guerra entre hermanos que se matan porque "Alá es grande.." Hay personas que sin ser tan malas, también están insatisfechas y sólo aprecian lo negativo de los otros, interpretan mal sus actos y se creen superiores. No reconocen que el Señor tuvo que corregirlos a ellos. Y, ¿qué puede decir el Señor de nosotros? ¿Somos de los que nos quejamos por todo sin mover un dedo? No podemos llamarnos cristianos si no nos comportamos como hijos de Dios; si somos capaces de quedarnos sentaditos en la plaza criticando a los que luchan para construir un mundo nuevo.Salgamos de nosotros mismos, pogámonos en camino para anunciar el Evangelio.
ResponderEliminarEl Dios de la Biblia,que jamás deja al hombre, es un Dios desconcertante...Ahí tenemos a José, por el momento, se le han complicado las cosas...