”COMIENZO DEL EVANGELIO DE JESUCRISTO”
Cada vez que
entro en este inicio del evangelio de San Marcos se me suscitan más fuertes las
vivencias íntimas ante lo que experimento como una llamada o advertencia o
estímulo del Espíritu. Que a mí me coge por dentro y que –es muy posible- que a
otros nos les diga nada especial. Por
eso, aunque no es tema nuevo en mis escritos, vuelvo a sacarlo hoy, porque lo
mismo que a mí me fue una simple frase de entrada, y luego se me ha cargado de
contenido (que no se agota), así puede también abrirse en los demás, en ese
proceso paciente y pacífico del Espíritu.
“Comienzo” es ya una palabra que
debe llamar a la esperanza. Porque algo que se comienza se hace para continuar.
Sería absurdo iniciar algo para dejarlo morir en ciernes. “Comienzo” llama al
optimismo. Tras ese empezar hay abierta una aventura inédita, desconocida, que
llama hacia la consecución de un objetivo.
Por lo general esa expresión va mirando a realidades posibles positivas.
No es que alguna vez un “comienzo” sea –como se dice- el comienzo del fin. Pero es
mucho más empleada para mirar una obra por realizar.
Pero es que Marcos habla del “comienzo
del Evangelio”. Y aunque sólo lo
tomáramos en estricta etimología, “evangelio”
remite a buena noticia, noticia alegre.
Por tanto San Marcos nos apunta ya (aun cortando la frase ahí) a un gozo
que se avecina…, que ya comienza, y que tiene un trayecto de desarrollo que
acabará en realidad gozosa.
Si cada uno experimentase su vida
como una proyección de las palabras –por decirlo así- “ocultas” (o los sentidos
que están prendidos en una de estas expresiones, como germen que dará a luz un
día una criatura nueva” y de momento desconocida), ya puede cada cual barruntar
las riquezas que le esperan si tiene la osadía de continuar ese “comienzo”…, si
es capaz de perseverar en una actitud ilusionada de búsqueda…, si se decide a
poner las mimbres para un verdadero comienzo…
Lo que tiene que estar siempre en el horizonte es un sol de esperanzas e
ilusiones, apartando la tendencia masoquista de mirar el futuro en tono negro.
Pero no se ha quedado San Marcos en
las dos palabras esas. Ha hablado de “evangelio de Jesucristo”. Y ya ahí se encienden todos los soles del sistema
solar. Porque ahora vemos que Marcos va a presentarnos una historia de dimensiones
infinitas, y una historia que, al ser la historia triunfal de Jesucristo, es al
mismo tiempo nuestra historia-evangelio
de cada uno de nosotros. Lo que ahora sabemos es que no estamos mirando un
libro, una situación pasada, un volumen de biblioteca o mesita de noche. Ahora se abre UNA VIDA COMPLETA, un universo
de vitalidades que nos concierne totalmente a todos y cada uno, porque
Jesucristo es también cada uno de nosotros…, y nosotros también estamos
formando en Cristo una unidad…, una historia única. Por eso tomar el “comienzo del Evangelio de Jesucristo, hijo de Dios”, no es entrar
en una lectura ni en una meditación. Es
encontrarnos sumidos de pronto en un océano sin fronteras hacia el que somos
atraídos y llamados para desarrollar una vida que nos atañe directamente a cada
uno, y a todos y cada uno. Y que ,a
partir de ahí, a partir de ese “comienzo” ya no tenemos parada posible; que hemos de ir caminando sin descanso porque
la aventura es apasionante y e horizontes a ir definiendo a través del momento
a momento.
Sin duda que todo esto puede sonar
a exaltación del espíritu. A mí me excita como llamada a la que el Espíritu me
mueve. Y si alguien se mete en esa
oración detenida y de realidad personal, puede encontrar su parte
correspondiente. Y por supuesto, gozosa.
En numerosas ocasiones,nos dice el Evangelio,las gentes se agolpaban junto al Señor para ser curadas.Jesús les atiende porque tiene un corazón compasivo y misericordioso
ResponderEliminarLas muchedumbres andan hoy tan necesitadas como entonces.También hoy andan como "ovejas sin pastor",sin saber a dónde dirigir sus vidas.Para dar la doctrina de Jesucristo,es necesario tenerla en el entendimiento y en el corazón,meditarla y amarla.
Señor, enséñanos a darte a conocer,las muchedumbres andan perdidas,ignorantes sin luz y sin camino;guíanos para que sepamos ilusionar a otros muchos en esta noble tarea de difundir la VERDAD.