NAZARET
Hemos pasado la Epifanía. El próximo domingo
estaremos en la fiesta del Bautismo de Jesús. Bien podría ser esta semana una buena oportunidad para retirarnos a
NAZARET, y barruntar de alguna manera lo que Nazaret es y significa. Y hoy no voy a hablar yo. Quiero que el marco vaya puesto por las
magníficas palabras de Pablo VI cuando visitó Nazaret. Y ahí las dejo, pensando
que no hay mejor síntesis que esa.
EL EJEMPLO DE NAZARET
Nazaret es la escuela donde empieza a entenderse la vida de Jesús, es la escuela donde se
inicia el conocimiento de su Evangelio. Aquí aprendemos a observar, a escuchar,
a meditar, a penetrar en el sentido profundo y misterioso de esta sencilla,
humilde y encantadora manifestación del Hijo de Dios entre los hombres. Aquí se
aprende incluso, quizá de una manera casi insensible, a imitar esta vida.
Aquí
se nos revela el método que nos hará
descubrir quién es Cristo. Aquí comprendemos la importancia que tiene el
ambiente que rodeó su vida durante su estancia entre nosotros, y lo necesario
que es el conocimiento de los lugares, los tiempos, las costumbres, el
lenguaje, las prácticas religiosas, en una palabra, de todo aquello de lo que
Jesús se sirvió para revelarse al mundo. Aquí todo habla, todo tiene un
sentido.
Aquí,
en esta escuela, comprendemos la
necesidad de una disciplina espiritual si queremos seguir las enseñanzas
del Evangelio y ser discípulos de Cristo.
¡Cómo quisiéramos ser otra vez niños y volver a esta humilde pero
sublime escuela de Nazaret! ¡Cómo quisiéramos volver a empezar, junto a María,
nuestra iniciación a la verdadera ciencia de la vida y a la más alta sabiduría
de la verdad divina!
Pero
estamos aquí como peregrinos y debemos renunciar al deseo de continuar en esta
casa el estudio, nunca terminado, del conocimiento del Evangelio. Mas no
partiremos de aquí sin recoger rápida, casi furtivamente, algunas enseñanzas de
la lección de Nazaret.
SU PRIMERA LECCIÓN ES EL
SILENCIO. Cómo desearíamos que se renovara y fortaleciera
en nosotros el amor al silencio,
este admirable e indispensable hábito del espíritu, tan necesario para
nosotros, que estamos aturdidos por tanto ruido, tanto tumulto, tantas voces de
nuestra ruidosa y en extremo agitada vida moderna. Silencio de Nazaret, enséñanos el recogimiento y la interioridad,
enséñanos a estar siempre dispuestos a escuchar las buenas inspiraciones y la
doctrina de los verdaderos maestros.
Enséñanos la necesidad y el valor de una conveniente formación, del estudio, de la meditación, de una vida interior intensa, de la oración personal que sólo Dios ve.
Enséñanos la necesidad y el valor de una conveniente formación, del estudio, de la meditación, de una vida interior intensa, de la oración personal que sólo Dios ve.
Se
nos ofrece además una lección de vida
familiar. Que Nazaret nos enseñe el significado de la familia, su comunión
de amor, su sencilla y austera belleza, su carácter sagrado e inviolable, lo
dulce e irreemplazable que es su pedagogía y lo fundamental e incomparable que
es su función en el plano social.
Finalmente,
aquí aprendemos también la lección del
trabajo. Nazaret, la casa del hijo del artesano: cómo deseamos comprender
más en este lugar la austera pero redentora ley del trabajo humano y exaltarla
debidamente; restablecer la conciencia de su dignidad, de manera que fuera a
todos patente; recordar aquí, bajo este techo, que el trabajo no puede ser un
fin en sí mismo, y que su dignidad y la libertad para ejercerlo no provienen
tan sólo de sus motivos económicos, sino también de aquellos otros valores que
lo encauzan hacia un fin más noble.
Queremos
finalmente saludar desde aquí a todos los trabajadores del mundo y señalarles
al gran modelo, al hermano divino, al defensor de todas sus causas justas, es
decir: a Cristo nuestro Señor.
En días sucesivos iremos desgranando estas enseñanzas básicas que e Papa nos puso,
tan llenas de sentimiento y ternura ante este NAZARET que ha inspirado a tantas
almas de oración durante siglos. Porque es evidente que 30 años de Jesús,
SALVADOR, recluido en el anonimato de Nazaret, no es cosa que se pueda pasar
por alto. Ahí hay mucha materia, mucha enjundia, para toda alma que desee
adentrarse en las profundidades de la Vida interior.
Magníficas las palabras de Pablo VI. Nazaret: "Escuela de Silencio, Escuela de Familia, Escuela de Trabajo".
ResponderEliminarJesús en estos años de vida oculta en Nazaret,nos está enseñando el valor de la vida ordinaria como medio de santificación.Miramos el trabajo de Jesús,a la vez que examinamos el nuestro y le decimos:Ábrenos la puerta del taller de Nazaret para que aprendamos a contemplarte a Ti,con tu Madre Santa María y con el Santo Patriarca San José dedicados los tres a una vida de trabajo santo.
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