JUEVES DE CENIZA
Liturgia
Cuadro de entrada: afrontar la Cuaresma. Y se afronta desde
una actitud de ELECCIÓN. Se elige o se deja. Pero el planteamiento está hecho.
Y ahora es cada uno quien opta. Así en Deut 30, 15-20 se pone una palabra del
Señor: Mira: hoy pongo ante ti la vida y
el bien, la muerte y el mal. Si cumples lo que yo te mando hoy, amando al Señor
tu Dios, siguiendo sus caminos, guardando sus preceptos, mandatos y decretos,
vivirás y crecerás: el Señor tu Dios te bendecirá en la tierra donde vas a
entrar para poseerla.
De suyo no habría que decir más. Está puesto a las claras
el fruto generoso y bueno que se seguirá
de elegir el bien y la vida.
Pero como los humanos somos tan torpes de entendederas y
parece que no nos movemos por el estímulo del bien, Dios tiene que bajar a la
arena de la vida de la criatura para hacerle ver también, con una mirada clara,
las consecuencias de elegir mal. Y entonces advierte: Pero si tu corazón se resiste y no obedeces, si te dejas arrastrar y te
prosternas dando culto a dioses extranjeros, yo te anuncio hoy que perecerás
sin remedio.
Digamos que a Dios no le gusta tener que hablar así. Pero
si no somos capaces de entender de otra manera, Dios es muy honrado y no quiere
que nos movamos a engaño. Y tiene que advertirlo de forma contundente. A la vez
que exhorta a elegir la vida…, y vivirás tú y tu descendencia.
Así queda enmarcada nuestra Cuaresma, y ya nos debe acuciar
el caso para que seamos capaces de hacer buena elección desde el comienzo. Luego
son 40 días y ya se sabe lo difícil que es mantener tenso el arco durante tanto
tiempo. Pero ese era el período de aquellos penitentes públicos que habían de
dar garantía de que sus vidas cambiaban y que podían volver a la disciplina de
la Iglesia. Nosotros, que ya tenemos tan relajado el régimen penitencial, bien
deberíamos tomarnos muy en serio nuestras actitudes de mejora y de corrección
de defectos –siquiera de determinados aspectos de nuestra vida- de los que
somos conscientes que no estamos dando la talla…, que incluso a veces estamos
enfrascados en situaciones que desdicen de nuestro sentido cristiano.
Insisto en una idea que he tocado varias veces. Más de una
ocasión la persona dice que se confiesa siempre de lo mismo. Y yo entiendo que
se repitan las mismas materias, por cuanto que somos las mismas personas. Pero
no debiera ser “lo mismo” en la forma y en la repetición. Por supuesto en
determinados fallos que se salen de lo que es la debilidad humana cotidiana.
Posiblemente no se afronta con seriedad verdadera lo que
debe ser el PROPÓSITO, el planteamiento, las ocasiones, las situaciones, el
detalle concreto que está a la mano, la actitud de fondo… Algo falta para que
esa Confesión afronte el FUTURO y no se quede en un simple “vaciar el saco”,
“quedarse tranquilo”, “sentirse mejor”. Y es ahí donde hoy debemos establecer
esa ELECCIÓN que nos ha propuesto la primera lectura.
El Evangelio (Lc. 9, 22-25) viene a ponernos las bases
fundamentales para ese cambio que es necesario hacer: nos advierte Jesús cuál
es su caminar: El Hijo del hombre tiene
que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y letrados,
ser ejecutado y resucitar al tercer día. O entendemos que ese es el camino
o no vamos a entender nada.
Por eso dirigiéndose a todos (éste detalle
no lo perdamos de vista), dijo: el que
quiera seguirme que se niegue a sí mismo, cargue con su cruz cada día y se venga
conmigo. He ahí concretada la elección que se nos ha propuesto. No es una
elección en el aire; tiene concreción y lo que nos queda a cada uno es “ponerle
nombre propio” en nuestro caso particular. Y ahí actúa la conciencia de cada
uno, que es la que tiene que dilucidar el aspecto de su vida en el que ha de
aplicar ese principio que Jesús nos ha puesto por delante.
RECUERDO A MIS LECTORES
QUE EL LIBRO “QUIÉN ES ESTE”
ESTÁ PREPARADO DE MANERA QUE LA CUARESMA VAYA DESGRANANDO POCO A POCO
LA PASIÓN DE JESUCRISTO,
DE FORMA QUE SE LLEGUE A LA SEMANA SANTA CON UNA VISIÓN MUY VIVA DE LOS
MISTERIOS QUE SE CELEBRAN.
Sí, he vuelto a coger el libro"QUIÉN ES ESTE" y estoy meditando la actitud de Judas Iscariote; siempre me ha preocupado este tema y, quiero sacármelo de la cabeza; pero pienso que Dios lo creó para que realizara esta misión concreta...estaba predestinado...Y Dios, que ve en lo escondido y conoce a cada persona en concreto, no puedo creer que lo haya creado para la condenación eterna...Jesús propone un camino de libertad: decir sí a Dios en todas las circunstancias; pero Judas no siempre estaba pendiente de la voluntad de Dios; era avaricioso, vivía en oposición a la actitud de Jesús que se fue despojando de todo lo que le separaba de su misión redentora. Él nos ha dado ejemplo porque nos quiere libres para decidir y dar testimonio aunque nos cueste el prestigio.
ResponderEliminarMe gustaría, P. Cantero que nos hablara sobre la posible salvación de Judas. Muchas gracias. MªJosé.