sábado, 29 de junio de 2019

29 junio: Los Príncipes de la Iglesia


MES DEL CORAZÓN DE JESÚS
CONVERTÍOS; EL REINO DE DIOS…  DENTRO DE VOSOTROS ESTÁ.
          Una serie de expresiones de Jesús en el Evangelio, y que necesitamos irlas poniendo en su contexto para que sea verdad la graduación que hay en ellas.
          Cuando Jesús se presenta en público, en su primera salida, la palabra inicial es; CONVERTIOS, se acerca el Reino. No está aún. En realidad es esa aparición de Jesús en medio de su Pueblo lo que va a ir produciendo la gran riqueza del Reino que ES ÉL, que irá desglosando Él, y que todavía no está establecido: se acerca. Y en tanto llegará a establecerse en cuanto que la CONVERSIÓN SE PRODUZCA.  Tiene gran importancia este momento concreto de la salida de Jesús al ministerio, y tiene la no menor trascendencia de la condición para que el Reino sea realidad: CONVERTIRSE, ese cambio profundo que ha de darse en la persona, si quiere que le llegue el tesoro escondido. Tal importancia que cuando Juan Pablo II establece los Misterios Luminosos del Rosario, sitúa éste tema como el primero,
          A mi juicio es de demasiada importancia que no se capta sin una honda reflexión. Porque para nosotros, por ejemplo, damos ya por supuesto que “nos hemos convertido”, y que ese REINO DE DIOS ya está establecido en nosotros, casi “por naturaleza”.
          Nosotros nos aplicamos ya directamente la otra expresión; El Reino de Dios, dentro de vosotros está.  Y yo pienso que hay un trecho entre nuestra realidad y lo que es el REINO.  Pienso que en nosotros ha habido una conversión, al contagio con la fe abrazada, y “ciertas conversiones” que se han ido realizando.
          Pero cuando hablamos de CONVERSIÓN, como la pedía Jesús, en la radicalidad de una salida del YO para que ese “yo” acabe “absorbido” por el estilo, formas y exigencias, ya es otra cosa. Sentir que Dios reina en mí. Dejar que Dios reine.  Llevar a otros el Reino del Evangelio de Jesucristo…, me deja el alma colgada de un hilo.
          Quizás por ello los grandes Maestros ascéticos plantearon una segunda conversión, que suponía que los muchos momentos perdidos, engañados dentro de uno mismo, encubridores de pasiones, egoísmos, orgullos, vanidades…, un buen día “se descubren” como tales, y ese día se comienza a sentir la enorme belleza y “la otra cosa” que es el REINO DE DIOS, que tan poco se parece a lo que hemos creído vivir desde el lado de personas evangélicas.  Dice un autor que combatimos contra Dios los años enteros, y por el temor a no ser felices, permanecemos desdichados.

LITURGIA
                      Celebramos la fiesta de San Pedro y San Pablo, los dos grandes apóstoles de la Iglesia, columnas de la misma, cada uno en su función: Pedro, el designado directamente por el Señor para ser su continuador en la obra del Reino de Dios, como vicario suyo y cabeza visible de Jesucristo en la continuidad de la Iglesia. A ello responde el evangelio de hoy (Mt.16,13-19): Dichoso tú, Simón, hijo de Juan, porque estas  cosas no te lo ha revelado la carne y la sangre sino mi Padre que está en el Cielo. Y yo a mi vez, te digo que tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará. Te doy las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra quedará atado  en el cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo. Lo que supone poderes divinos, los mismos de Jesucristo.
          El otro “Apóstol” (así se le designa como apelativo propio) está reflejado en la 2ª lectura (2Tim,4,6-8.17-78) donde él se retrata a sí mismo como elegido del Señor:  El Señor me ayudó y me dio fuerzas para anunciar íntegro el mensaje, de modo que lo oyeran todos los gentiles. Él me libró de la boca del león. El Señor seguirá librándome de todo mal, me salvará y me llevará a su Reino del Cielo. Podrían haberse aducido otros textos igualmente definitorios de la personalidad de Pablo. A él se le debe una gran parte de la ampliación del mensaje, porque sus cartas son todo un fundamento teológico de la fe que profesamos. Y más aún es significativo para nosotros, porque él fue el que abrió el Reino a la “gentilidad”.
          A Pedro se le representa con las llaves, por la frase misma de Jesús, que se las entrega para que en sus manos esté la Iglesia. A Pablo se le representa con espada porque fue un gran luchador por esa fe.
          Los dos murieron mártires por la fe que vivieron y defendieron.

Debajo hay una INFORMACIÓN interesante

2 comentarios:

  1. Muchas veces tal vez damos ciertas cosas relativas a la fe por supuestas. Podemos llegar a confundir el saber con el vivir. Hemos oído tantas veces a lo largo de la vida ciertas frases y expresiones como "CONVERTÍOS", o "REINO DE LOS CIELOS", y podemos estar tan habituados a que "nos suenen" que se pierda la perspectiva de lo que realmente SIGNIFICAN las palabras.

    Por ejemplo: ciertas situaciones de rencores permanentes que duran años denotan que en nosotros no se ha producido una CONVERSIÓN determinada. Las antipatías que sentimos, cerrar nuestro corazón a esa persona a la que ya puedan hacer siete años que conocimos pero que aún cuando la vemos seguimos igual. No cambiamos nada, y lo peor es que NO CREEMOS que deba cambiarse nada. A veces hemos llegado tan lejos en nuestra falta de CONVERSIÓN que hemos matado literalmente al otro en nuestro corazón, cerrando toda oportunidad de reconciliación. Sencillamente no nos interesa. Estamos en otra cosa. Estamos por encima de la otra persona. Ya la hemos superado y hemos pasado página. No hay ni un mínimo resquicio para la oportunidad, no hay la más mínima compasión, no hay más que rechazo en nuestro corazón. ¿Eso agrada a Dios?

    Luego, podríamos aparentar ser religiosos, ser "devotos" de una determinada imagen o práctica piadosa, pero si todo eso NO NOS SIRVE para CONVERTIRNOS, no quisiera tener que mencionar aquel Salmo donde la Palabra de Dios advierte que a EL le molestan hasta nuestros inciensos. A eso podríamos añadir cada cual su realidad. A uno le gustaran las flores, a otros la velas, a otros las músicas, a otros los rezos...

    Pero está bastante definido por la PALABRA DE DIOS, que sin CONVERSIÓN el REINO DE LOS CIELOS no puede entrar en nosotros, y tampoco podemos nosotros llevarlo a los demás.

    Todo el mundo cree saber lo que le conviene al otro, pero ¿SABEMOS LO QUE NOS CONVIENE A NOSOTROS?

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  2. 2º COMENTARIO

    Con respecto a la festividad de San Pedro y San Pablo, los dos grandes apóstoles de la Iglesia, columnas de la misma, creo que es una de las festividades importantes de la Iglesia, porque nos recuerda lo importante de la Misión de PEDRO, la cual hoy en día niegan ateos, agnósticos, protestantes y por supuesto las sectas.

    Todos ellos de un modo u otro combaten contra la figura de PEDRO, representada hoy en FRANCISCO. Y lo hacen porque satanás sabe, creo yo, que atacando a PEDRO y por ende a su sucesor, se ataca a la IGLESIA.

    Lo más triste de todo es que los ataques vengan también a veces desde dentro de LA IGLESIA CATÓLICA. Esta festividad nos recuerda también que la Iglesia Católica fue fundada por JESÚS y no por cualquier hombre, como es el caso de todas las demás. Y por eso también se la ataca.

    Finalmente: es bueno rezar por el Papa. Es bueno tratar de no criticar al Papa, y si hubiera algo que vemos que no nos gustase, hacer como María: guardar las cosas en el corazón.

    Ciertamente el Papa es hombre y es humano, pero seamos conscientes de la ENORME RESPONSABILIDAD que cae sobre sus hombres, y apoyemos.

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