Las oraciones no son palabras mágicas y la palabra ‘Padre’,
Jesús la pronuncia siempre en los momentos emocionantes de su
vida. No debemos pensar que las oraciones sean ‘palabras mágicas’, y por
lo tanto no hagamos como los paganos.
Lo indicó el Santo Padre en su homilía de la misa
matutina en la residencia Santa Marta, comentando el Evangelio de hoy, en
el cual Jesús enseña la oración del ‘Padre Nuestro’ a sus discípulos, para
indicar el valor de la oración en la vida del cristiano. O sea que el espacio
de una oración entra en la palabra ‘Padre’.
Un Padre que “sabe lo que necesitamos antes que se lo pidamos”.
Un Padre que “nos escucha escondido, en el secreto como Él, Jesús nos da el
consejo de rezar en secreto”, dijo.
Un Padre “que nos da la identidad de hijos, y cuando digo
‘Padre’, llego a las raíces de mi identidad: mi identidad cristiana es ser hijo
y esta es una gracia del Espíritu. Nadie puede decir ‘Padre’, sin la gracia del
Espíritu”.
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