LITURGIA
Comenzamos hoy la carta del Apóstol Santiago, una de las más llanas y
prácticas de todas, y al mismo tiempo no muy larga. 1,
1 -11. Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo, a las doce tribus en la
diáspora: saludo. Empieza
con una exaltación a la cruz de cada cual, como prueba de la verdadera fe que
tiene cada uno: Considerad, hermanos
míos, un gran gozo cuando os veáis rodeados de toda clase de pruebas, sabiendo
que la autenticidad de vuestra fe produce paciencia. Pero que la paciencia
lleve consigo una obra perfecta, para que seáis perfectos e íntegros, sin
ninguna deficiencia.
No he cortado el discurso porque sería
cortar el sentido de la reflexión del apóstol. Lo que subyace en ese discurso
es la búsqueda de la perfección. Y que lo que no se tiene, se pida: Y si alguno de vosotros carece de sabiduría,
pídasela a Dios, que da a todos generosamente y sin reproche alguno, y él se la
concederá.
La condición de una verdadera petición es la fe plena,
esa que se hace sin dudar: Pero que pida
con fe, sin titubear nada, pues el que titubea se parece a una ola del mar
agitada y sacudida por el viento. Ahí podríamos situar tantas peticiones
que no obtienen respuesta; no es que no se pide: es que falta la plenitud de la
fe, con la que uno ya sabe que lo tiene concedido. De lo contrario No se crea un individuo así que va a
recibir algo del Señor; es un hombre inconstante, indeciso en todos sus
caminos.
Lo que sigue suena al Magníficat de la Virgen: Los ricos
son pobres y los pobres, ricos: Que el hermano
de condición humilde se sienta orgulloso de su alta dignidad, y el rico de su
pequeñez, porque pasará como flor de hierba. Pues sale el sol con su ardor y
seca la hierba, se cae la flor y se pierde la belleza de su aspecto; así
también se marchitará el rico en sus empresas.
En el evangelio –Mc.8,11.13- tenemos la eterna pesadilla
de los fariseos a los que no les sirve
ninguno de los hechos de Jesús, y siempre piden “una prueba”, Un signo del cielo, para que con ello
probara su verdad y el valor de su obra.
Jesús
dejó escapar un suspiro profundo de desesperanza, y respondió que esta generación reclama un signo, y os
aseguro que no se le va a dar signo a esta generación.
Y
muy a su estilo, los dejó sin más discusiones y se pasó a la otra orilla. Yo
siempre me pregunto lo que pueda tener de paso físico de una orilla a otra y lo
que puede ser sencillamente dejarles con la palabra en la boca y prescindir de
ellos: ponerse en otra situación para no discutir más, porque era siempre
inútil hacerlo. “Pasarse a la otra orilla” es una manera de dejar que se queden
con sus ideas y sus reticencias y seguir Jesús su camino en sana libertad de
espíritu, y acogido por las gentes sencillas que admitían perfectamente los
signos diarios: sus curaciones, sus enseñanzas, su liberación de malos
espíritus, sus imposiciones de manos que bendecían…
Sería
una solución nuestra muy útil en muchas ocasiones que, en vez de discutir o de
pasar un mal rato inútil ante ciertas formas cerradas de algunos, “pasar a la
otra orilla”, prescindir de discusiones y demostraciones inútiles, pues quien
no quiere creer, no va a creer por muchos “signos” que hagamos en la realidad
de nuestra vida.
Aprendamos,
pues, a “pasar a la otra orilla” en todas esas situaciones en que es inútil
todo razonamiento. Y la paz vuelva a nosotros, mientras sacudimos el polvo de
los pies para no quedarnos con nada que pueda generar en nosotros inquietud y
desasosiego.
He tenido esta pasada semana dos experiencias similares, y realmente no queda otra que pasar a la otra orilla cuando los otros no quieren escuchar, y pretenden que tu te sumes a su modo de vivir o a "sus formas" de religiosidad. Ellos no van a cambiar, por lo tanto, debes salvarte tu.
ResponderEliminarsaludos, soy maria efigenia vargas, y vivo en maracaibo, venezuela, me obsequiaron un escapulario rojo del apostolado de la oracion, pregunto si puedo ser miembro a distancia cumpliendo el estatuto con las oraciones y el primer viernes de cada mes , puedo hacer adoracion ante el Santisimo con el escapulario puesto, que dicen?
ResponderEliminarPUES PERFECTAMENTE PUEDE PERTENECER AL APOSTOLADO DE LA ORACIÓN con el Ofrecimiento de la mañana y un poco de oración con el evangelio; la Eucaristía y la revisión de la noche para dar gracias a Dios. Y hacer los primeros Viernes al modo mejor que pueda hacerlo. Lo que sí sería útil es tener su correo personal para poder enviarle algunas cosas.