El Papa en Sta. Marta:
'No reducir la Iglesia a un microclima eclesiástico'
En la homilía de este lunes, el Santo Padre ha invitado a pedir la
gracia de ser pueblo fiel, sin pedir al Señor privilegios
17 de noviembre de 2014 (Zenit.org) - El santo padre Francisco ha
advertido en la homilía de Santa Marta de este lunes, que a veces sucede en la
Iglesia, que "los cristianos son tentados a estar con Jesús sin querer
estar con los pobres y los marginados" aislándose de un 'microclima
eclesiástico' que no tiene nada de auténticamente eclesial.
La homilía se ha centrado en el pasaje del Evangelio, el del ciego
de Jericó, que representa --ha recordado el Papa- la "primera clase de
personas" que puebla la narración del evangelista Lucas: un hombre que no
tenía nada pero que quería la salvación, quería ser curado, y por lo tanto
grita más fuerte que el muro de la indiferencia que lo rodea hasta que vence su
propósito y consigue llamar a la puerta del corazón de Jesús. Los discípulos
pretendían callar al ciego para evitar disturbios y alejar 'al Señor de una
periferia'.
Francisco lo ha explicado así: "Esta periferia no podía
llegar al Señor, porque este círculo --pero con buena voluntad ¿eh?-- cerraba
la puerta. Y esto sucede con frecuencia, entre nosotros creyentes: cuando hemos
encontrado al Señor, sin que nosotros nos demos cuenta, se crea este microclima
eclesiástico. No solo los sacerdotes, los obispos, también los fieles: 'Pero
nosotros somos esos que están con el Señor'. Y de tanto mirar al Señor no
miramos la necesidad del Señor: no miramos al Señor que tiene hambre, que tiene
sed, que está en prisión, que está en el hospital. Ese Señor, en el marginado.
Y este clima hace mucho mal".
Continuando con estas tentaciones, Francisco ha hablado del grupo
que se siente "preelegido", que quiere conservar 'este pequeño mundo'
alejando a quien 'moleste al Señor', incluidos los niños. De este modo, el
Pontífice señala que "cuando en la Iglesia, los fieles, los ministros se
convierten en un grupo así... no eclesial, sino 'eclesiástico', de privilegio
de cercanía al Señor, tienen la tentación de olvidar el primer amor, ese amor
tan bonito que todos hemos tenido cuando el Señor nos ha llamado, nos ha
salvado, nos ha dicho: 'Pero yo te quiero mucho'. Esta es una tentación de los
discípulos: olvidar el primer amor, es decir, olvidar también las periferias,
donde yo estaba antes, aunque sintiera verguenza".
Francisco ha hablado de un tercer grupo: 'el pueblo sencillo', el
que alaba a Dios por la sanación del ciego. A propósito, el Santo Padre ha
preguntado "cuántas veces encontramos gente sencilla, tantas viejecitas
que caminan y van, también con sacrificio, a rezar a la Virgen a un
santuario". Éstas "no piden privilegios, piden gracia
solamente", ha indicado. Este es el pueblo fiel, el que "sabe seguir
al Señor, sin pedir ningún privilegio", capaz de "perder tiempo con
el Señor", y sobre todo no olvidar a la "Iglesia marginada" de
los niños, de los enfermos y de los encarcelados.
Para concluir la homilía de este lunes, el Obispo de Roma ha
invitado a pedir al Señor la gracia de no alejarnos nunca de esta Iglesia.
"No entremos nunca en este microclima de los discípulos eclesiásticos,
privilegiados, que se alejan de la Iglesia de Dios, que sufre, que pide
salvación, que pide fe, que pide la Palabra de Dios". Pidamos la gracia
--ha concluido-- de ser pueblo fiel de Dios, sin pedir al Señor ningún
privilegio, que nos alejan del pueblo de Dios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡GRACIAS POR COMENTAR!