El dolor de
Dios
Nueva visión: Apoc 4, 1-11. Lo anterior fue “en la tierra”, con las 7
Iglesias…
Hoy
es visión del Cielo.
La
“puerta abierta” es señal de que el vidente es invitado a
entrar. Si no, no podría hacerlo. Lo
invita el propio Cristo.
“El
trono de Dios”, descrito en forma de comparaciones. No puede hacerlo de otra manera, lo mismo que
la posterior descripción del Cielo.
“24
ancianos”, serían los Arepresentantes” más notables de la
historia religiosa de Israel y del mundo.
“Los
4 vivientes”, representan lo más fuerte de la Creación: león, toro, águila,
y otro “de aspecto humano”. Se refiere a
órdenes superiores de ángeles, que cantan permanentemente la Santidad suprema
de Dios, su Gloria, su dominio, sus gracias, con los que Dios colma la Creación.
El Evangelio de Lc 19, 11-28
es una expresión “más avanzada” de la conocida parábola de los talentos, que yo
tuvimos el pasado domingo. En Lucas es parábola de LAS ONZAS, si bien habrá
versiones que le llame “de las minas”.
[La “mina” era una moneda concreta…,
a la que se puede llamar genéricamente “onza”]. La gran diferencia con los talentos es que aquí se reparte a
todos la misma cantidad: una onza. Con
ella hay que negociar mientras “el rey” se marcha encargando a sus súbditos que
negocien con la onza que les ha dado.
La misma cantidad a cada uno, y muy distinta respuesta:
quien multiplica por diez y quien multiplica por 5,y quien no hace otra cosa
que guardar la onza para devolverla tal cual. Es decir: no ha negociado. Lo
mismo éste es de los que no querían que
ese rey reinara y han hecho la labor de zapa enviando embajada a los más
superiores. Es muy típico: ni hacen ni dejan hacer. Ni construyen ni aportan.
La postura es la del “NO”.
Regresa el rey y pide cuentas: el que había negociado
mejor, o según podía y sabía, había ganado otras diez onzas. Y el rey le da el
cargo de diez ciudades. Se puede fiar de gente constructiva. Que no es que
había tenido trato de favor, ni que se indique que tenía más capacidad. Tuvo
más arrojo, más iniciativa, más decisión. Quién sabe si se tomó el asunto con
más afecto. El hecho fue su beneficio y que fue considerado por el rey como empleado cumplidor.
Otro había negociado hasta alcanzar 5 onzas. También era
digno de elogio. ¿Pudo haber conseguido más? ¿Valía menos que el primero? Yo
veo simplemente que cada uno es quien es y como es, y tiene su iniciativa, su
inventiva y su arte. Lo importante es ponerlo a fructificar. Y el rey lo acogió
benévolamente y también le encargó el mando de cinco ciudades. Podía lo que
podía, y acorde con ello, se le encargan 5 ciudades (no diez).
Un reflejo de la vida. Y no digamos de la vida de fe.
Recibimos igual posibilidad en el comienzo. El desarrollo depende de muchas
cosas. Lo importante es que haya desarrollo; que si uno puede más, rinda más;
si otro puede menos, rinda lo que puede y sabe.
Quien no ha hecho nada es el que ha guardado su onza para devolverla
“inmaculada”, porque ese ni arriesgó nada, ni se interesó nada, ni esforzó
nada. Es el típico “social” que está contra todo y despotrica de quienes tienen…,
pero él no mete el hombro en lo que puede. O es el típico “piadoso” que no sale
de sus fáciles “piedades” y no arriesga nada por colaborar en algún aspecto con
la sociedad o comunidad a la que pertenece: Empleado
holgazán; por tu boca te condeno… Quitadle la onza y dádsela al que tiene 10.
–Pero ¡si ya tiene diez! -Sí: pero ese es de fiar. Porque al que tiene se le dará y al que no tiene se queda aún sin lo
que tiene.
El final violento ya es propio de la narración de un estilo
judío que –bien lo vemos, aun en la actualidad- reacciona con la mayor violencia
aun ante hechos que no son para tanto. Si tomamos la parte pedagógica de esa
descripción final, traduciríamos el dolor de Dios ante el fiel que no se ha
comportado fielmente. Y es que ir más allá es absurdo puesto que la parábola
tiene un sentido docente y no una finalidad vengativa. Y conocer la Palabra de
Dios es estar en el centro del meollo y no es los adornos descriptivos. De los
adornos nos quedamos con el sentido “sentimental”…: el dolor de Dios a quien
los ciudadanos no quieren por rey.
La lectura del fragmento del Apocalipsis que se lee hoy en la Misa corresponde al capítulo 4 del libro. En mi opinión es uno de estos pasajes de la Biblia que no podrán ser entendidos por casi nadie. La gente la reconocerá como "Palabra de Dios" al finalizar la lectura, pero pocos habrán comprendido de que trata. Yo mismo, reconozco que a pesar de haber estudiado un poco por mi cuenta el texto en el pasado, algunas cosas las he olvidado o no las he retenido en mi mente por falta de uso.
ResponderEliminarDe todas formas diré algo de lo que entiendo.
"Yo, Juan tuve la siguiente visión: Había una puerta abierta en el cielo, y la voz que había escuchado antes, hablándome como una trompeta, me dijo: "Sube aquí, y te mostraré las cosas que deben suceder en seguida"."
Hay una visión y Juan es arrebatado al cielo para ver algo misterioso porque no se ven las cosas como son, sino simbólicamente, y tal cual se narra.
"Santo, santo, santo es el Señor Dios, el Todopoderoso, el que era, el que es y el que vendrá".
Y cada vez que los Seres Vivientes daban gloria, honor y acción de gracias al que está sentado en el trono, al que vive por los siglos de los siglos,
los veinticuatro Ancianos se postraban ante él para adorarlo, y ponían sus coronas delante del trono, diciendo:
"Tú eres digno, Señor y Dios nuestro, de recibir la gloria, el honor y el poder. Porque has creado todas las cosas: ellas existen y fueron creadas por tu voluntad".
Bueno, yo veo aquí lo más parecido a nuestra Misa. Tenemos la adoración a Dios, el "Santo Santo", tenemos el "Gloria", e incluso la última aclamación es muy similar a una que decimos en la Misa.
El Evangelio de hoy vuelve a incidir en aquello que Dios nos da a cada uno, y que tenemos que poner a producir. El domingo fue la parábola narrada por San Mateo, la de los talentos que son monedas, y hoy es la de las monedas que son talentos y que narra San Lucas.
"Y dijo a los que estaban allí: 'Quítenle las cien monedas y dénselas al que tiene diez veces más'.
'¡Pero, señor, le respondieron, ya tiene mil!'.
Les aseguro que al que tiene, se le dará; pero al que no tiene, se le quitará aún lo que tiene.
En cuanto a mis enemigos, que no me han querido por rey, tráiganlos aquí y mátenlos en mi presencia"."
Esta parte de la parábola siempre me ha producido inquietud, porque el que la cuenta es el mismo Jesús, porque la figura final es terrible y puede llevar a más de uno a pensar distintas cosas. Ni algunos protagonistas de la parábola lo entienden.
"¡Pero, señor, le respondieron, ya tiene mil!'."
Y la frase final es demoledora.
"En cuanto a mis enemigos, que no me han querido por rey, tráiganlos aquí y mátenlos en mi presencia"."
¿Significa que los enemigos de Dios irán a la muerte eterna (infierno)? A mi me lo parece.
Pero, ¿es Dios injusto?
Si veo la parte anterior de la parábola veo que no. Que no se trata de puras matemáticas como puede parecer al ver números en el texto. Sino que es cuestión de actitud de la persona. Que Dios no pide todo, pero al menos pide algo, y por coherencia hay que pensar en hacer producir lo que tenemos aunque sea un poco a lo largo de la vida. Yo también le pediría perdon al Señor por las cosas que no hago bien, por posibles negligencias en mi actitud. También a veces hemos podidos ser "robados" por otros, o ser imposible dar todo lo que uno tiene porque simplemente no te dejaron otros.
Pido disculpas por la extensión, pero es lo que me ha venido al teclado.
MINUTO DE SABIDURÍA.Busca entender lo que quiere decir "servir a Dios".
ResponderEliminarDios,que es todopoderoso e infinito, no tiene necesidad de nada.
Sin embargo,quiere que la sirvan, indirectamente,sirviendo a las creaturas vivientes o inanimadas, que son su manifestación.
Cuantas veces servimos a nuestros semejantes,a los animales o a las plantas,estamos sirviendo a Dios, porque Dios se manifiesta al hombre a través de los hombres.
A Dios no se le sirve por temor a que se enfade. La doctrina de Jesucristo no es un chantaje, o lo cumples o te enteras. Es más bien el verdadero modo de comportarse como humanos. Eso si, dicho eso, el infierno existe y es eterno. Una cosa no quita la otra.
ResponderEliminarPILDORAS DE FE. Si los corruptos no se convierten, los perros del infierno beberán su sangre. Papa Francisco.
ResponderEliminar¿qun eres explicar,, último de la fila, donde se dice que no hay que temer Dios ?.Por supuesto a Dios , le amamos porque es bueno con todos .Yo cambio Amor, por temor.El no se enfada , El perdona nuestro mal .Mira la Cruz y lo veras con los brazos abiertos.
ResponderEliminar"No me mueve, mi Dios, para quererte,
ResponderEliminarel Cielo que me tienes prometido.
Ni me mueve el infierno tan temido,
para dejar, por eso, de ofenderte.
Tú me mueves, señor; muéveme el verte
clavado en una Cruz y escarnecido;
muéveme ver tu Cuerpo tan herido;
muévenme tus afrentas y tu muerte.
Muéveme, en fin, tu Amor, y en tal manera
que aunque no hubiera Cielo yo te amara,
y aunque no hubiera infierno te temiera.
No me tienes que dar porque te quiera,
pues aunque lo que espero no esperara
LO MISMO QUE TE QUIERO TE QUISIERA. (Soneto Anónimo del siglo XVI)
A uno de los varios Anónimos:
ResponderEliminarEn la carta a los Romanos 8,15