viernes, 22 de abril de 2011

VIERNES SANTO

El APOSTOLADO DE LA ORACIÓN vive hoy ese profundo momento de la muerte de Jesucristo, con toda la intensidad de quien sabe que todas nuestras oraciones, pensamientos, afectos y deseos, obras, palabras, alegrías y sufrimientos, TODA NUESTRA JORNADA, tiene pleno sentido porque Cristo se ofreció al Padre de una vez para siempre un Viernes Santo, y SE SIGUE OFRECIENDO CADA DÍA AL PADRE EN LA EUCARISTÍA por la salvación del mundo.


El APOSTOLADO DE LA ORACIÓN, tan unido a la Virgen Dolorosa que permaneció de pie -decidida y valerosa- y que hoy, MADRE DE DIOS Y DE LA IGLESIA permanece como corredentora para llevar nuestras oraciones al Hijo que padece,

también hoy, 22 de abril, el APOSTOLADO quiere vivir en Ella, la Virgen, la oración de bendición y protección que María dispensa bajo su título de REINA Y MADRE DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS.

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