domingo, 30 de noviembre de 2014

FELIZ NAVIDAD CRISTIANA

BOLETÍN de Diciembre. A.O. Málaga  Grupo del Sgdo. Corazón.

30 novbre: MÁS QUE "adviento"

Experiencia de ADVIENTO  
          No me quedo simplemente en “anunciar” el Adviento, como un pregón obligado en este momento en que cambia el año litúrgico y comenzamos de nuevo por el principio. Hablo de una experiencia de adviento como algo que hemos de tener para que signifique algo este cambio de decoración, esta nueva llamada que nos hace la Iglesia y, que sobre todo, hemos de sentir nosotros en nosotros mismos.
          La 1ª lectura de hoy ya es muy significativa: tiene las dos etapas: una, inicial, que pone en Dios la causa de los sufrimientos y extravíos propios. Siempre es más fácil preguntarle a Dios esos porqués, que revertir sobre uno mismo.
          La segunda etapa es la de la entrada de la persona en sí misma y en su realidad personal, y hacer reconocimiento y confesión de su propia culpa: Todos éramos impuros, nuestra justicia era un paño manchado, nuestras culpas nos  arrebataban como el viento. Nadie invocaba tu nombre ni se esforzaba por aferrarse a ti.
          Éste es el momento del adviento, el momento salvador: el reconocimiento y la confesión de la propia realidad, y desde ahí el volverse al Señor y buscar en Él la salida.
          El Salmo nos abre ese camino: el de la súplica humilde, desde la realidad personal humildemente reconocida: Señor Dios nuestro: ¡restáuranos!; que brille tu rostro y nos salve.
          El paso de la 2ª lectura es ya la respuesta. Pablo empieza por un saludo y bendición: La gracia y la paz de parte de Dios. La gracia que trae la paz; la paz que es signo de haber quedado invadidos por la Gracia. Ambas vienen “de parte de Dios”, y las comunica a través de Jesucristo. Y nos afirma Pablo que hemos sido enriquecidos en todo, y que en nosotros se ha probado el testimonio de Cristo. En nuestro vivir, en nuestro sentir, en nuestro expresar, en todo ese mundo que hay en nosotros. Porque de hecho, no carecéis de ningún bien. Y así, pertrechados por la riqueza de Cristo, aguardáis la manifestación de nuestro Señor. Él os mantendrá firmes hasta el final. ¡Y Él es fiel!
          Con esa fidelidad que pone Cristo en nosotros, ha de venir la vigilancia sobre nosotros, que nos la pone por delante el Evangelio: VELAD, Todos tenemos una tarea encargada. Aunque de momento “se ausentó” esa estancia física de Jesús, sin embargo hemos de tenerlo presente en cada punto de la i que hablamos o expresamos. Porqua no sabemos el momento de regreso del dueño y para ese instante tenemos que estar preparados.
          El ADVIENTO tiene, pues, dimensiones mucho mayores que las de cuatro semanas escasas y un recuerdo del Niño Jesús. El ADVIENTO abarca cada pensamiento, palabra, obra actual… Y todo esto actual está mirando a VELAR para recibir a Jesús en el momento en que sea la definitiva llegada personal de Jesús a cada persona. ¡Cuántos que vivieron el pasado adviento aquí junto a nosotros y que ya tuvieron su encuentro definitivo!
          De ahí que –sin olvidar la primera lectura que exige un cambio de mentalidad en cada uno para ser muy sinceros en el análisis de la propia verdad-, el camino que estamos haciendo tiene que buscar un nuevo escalón de ascenso.

          Un nuevo escalón que nos conduzca a una EUCARISTÍA más sincera en nuestro modo de vivirla, de saberla sentir como viático para el nuevo camino que vamos a comenzar.

ZENIT, 29 nvbre.: Vida y misión de la Iglesia

la vida y la misión de la Iglesia dependen del Espíritu Santo
En la homilí­a en la catedral católica de Estambul, el Papa ha recordado que el Espí­ritu Santo es el Espíritu de unidad, que no significa uniformidad
29 de noviembre de 2014 (Zenit.org) - El santo padre ha celebrado esta tarde en Estambul la única misa pública durante su viaje apostólico a Turquía. Antes de la celebración eucarística, el Pontífice tuvo un almuerzo privado con representantes de la comunidad católica de Estambul, 50 personas de las comunidades de rito latino, armeno, siro y caldeo.
La eucaristía ha sido celebrada en la catedral católica del Espíritu Santo, donde hay capacidad para unas 600 personas. Los cristianos en Turquía representan menos del uno por ciento de la población. La celebración ha tenido un carácter inter-ritual, en la que han concelebrado 50 sacerdotes, en presencia de religiosos y religiosas que trabajan en la región y algunas comunidades parroquiales. Francisco ha sido acogido a su llegada por el vicario apostólico y por el párroco. Además, en la celebración han estado presentes el patriarca ecuménico Bartolomé I, el patriarca siro-católico,  Ignazio III Younan, el vicario patriarcal armeno apostólico de Estambul, Aram Ateshian, el metropolita siro-ortodoxo de Estambul, y representantes de algunas confesiones evangélicas.
La catedral está abierta al culto desde 1846. En el altar están las reliquias del papa San Lino, mártir y primer sucesor de Pedro. Además, en la patio hay una estatua de Benedicto XV, que le dedicaron los turcos en 1919 por su ayuda a las víctimas de la guerra.
Durante su homilía, el Papa ha hablado de cómo el Evangelio nos presenta a Jesús como fuente a la que el hombre sediento de salvación puede acudir. Profecía proclamada públicamente en Jerusalén en la que Jesús anuncia el don del Espíritu Santo tras su muerte y resurrección. De este modo, Francisco ha recordado que "el Espíritu Santo es el alma de la Iglesia", "Él da la vida, suscita los diferentes carismas que enriquecen al Pueblo de Dios" y "crea la unidad entre los creyentes". Por eso ha afirmado que "toda la vida y la misión de la Iglesia dependen del Espíritu Santo; él realiza todas las cosas".
Asimismo, el Santo Padre ha observado que cuando rezamos "es porque el Espíritu Santo inspira la oración en el corazón". De este modo ha explicado en la homilía que "cuando rompemos el cerco de nuestro egoísmo, salimos de nosotros mismos y nos acercamos a los demás para encontrarlos, escucharlos, ayudarlos, es el Espíritu de Dios que nos ha impulsado". Y más aún, "cuando descubrimos en nosotros una extraña capacidad de perdonar, de amar a quien no nos quiere, es el Espíritu el que nos ha impregnado". Y prosigue, "cuando vamos más allá de las palabras de conveniencia y nos dirigimos a los hermanos con esa ternura que hace arder el corazón, hemos sido sin duda tocados por el Espíritu Santo".
A propósito de los diferentes carismas que suscita en Espíritu Santo en la Iglesia, el Pontífice ha advertido que "en apariencia, esto parece crear desorden", pero en realidad, "es una inmensa riqueza, porque el Espíritu Santo es el Espíritu de unidad, que no significa uniformidad".
 Sólo el Espíritu Santo --ha asegurado-- puede suscitar la diversidad, la multiplicidad y, al mismo tiempo, producir la unidad. Sin embargo, ha advertido de nuevo que "cuando somos nosotros quienes deseamos crear la diversidad, y nos encerramos en nuestros particularismos y exclusivismos", provocamos la división. Por el contrario, "si nos dejamos guiar por el Espíritu, la riqueza, la variedad, la diversidad nunca crean conflicto, porque él nos impulsa a vivir la variedad en la comunión de la Iglesia", ha precisado.  
Además, el Santo Padre ha recordado que "la Iglesia y las Iglesias están llamadas a dejarse guiar por el Espíritu Santo, adoptando una actitud de apertura, docilidad y obediencia".
Una visión de esperanza, pero al mismo tiempo fatigosa, ha reconocido el Papa. "Pues siempre tenemos la tentación de poner resistencia al Espíritu Santo, porque trastorna, porque remueve, hace caminar, impulsa a la Iglesia a seguir adelante", ha afirmado.
 Por otro lado ha indicado que los cristianos, "nos convertimos en auténticos discípulos misioneros, capaces de interpelar las conciencias, si abandonamos un estilo defensivo para dejarnos conducir por el Espíritu". Espíritu que "es frescura, fantasía, novedad".
En nuestro camino de fe y de vida fraterna --ha concluido el Santo Padre-- cuanto más nos dejemos guiar con humildad por el Espíritu del Señor, tanto mejor superaremos las incomprensiones, las divisiones y las controversias, y seremos signo creíble de unidad y de paz.

Al finalizar la eucaristía, el papa se dirige al Patriarcado ecuménico, para la oración ecuménica y un encuentro privado con el patriarca Bartolomé.

sábado, 29 de noviembre de 2014

Una conmemoración muy nuestra

HOY ES EL DÍA DEL P. BERNARDO DE HOYOS
          El 29 de noviembre establece la liturgia la conmemoración de la memoria del P. Bernardo de Hoyos S.I., posiblemente el primer apóstol del Corazón de Jesús en España. Nacido en 1711, y joven jesuita, entró en contacto con el tema del Corazón de Jesús por la petición de un compañero de que le copiase unos textos sobre ello. El Hno. Bernardo lo inició como una tarea y se entusiasmó e hizo suyo profundamente, teniendo experiencias místicas de gran altura.
          A los 24 años, ya sacerdote, su salud se vino abajo. El 16 de noviembre sus compañeros quisieron que se fuese a la cama a descansar, pero él quiso “antes ir a celebrar la Misa y despedirme de Jesús”. El 18 dio la cara la enfermedad con tifus, y ya no hubo remedio. Recibió el Viático casi sin poder tragar, y el 29 de noviembre de 1935 su alma se unió definitivamente al Corazón de Jesús.

          Dejó escrito un pequeño libro titulado: Tesoro escondido, en 1934. Y recientemente, con motivo de su beatificación en 2010, el 18 de abril, se publicó una semblanza del joven jesuita, con el título CUESTIÓN DE AMOR: Antología de textos modernos sobre el Corazón de Jesús

29 novbre.: Fin de etapa

El finiquito
        Final del año litúrgico; final del Apocalipsis, final de la revelación. TRIUNFO DEFINITIVO. (Apoc 22, 1-7)
        - Ríos de agua viva, como aquel de Ezequiel que sana y fecunda.  Agua viva de la samaritana: el E. S., agua de vida divina.
        -lucientes: Cristo es la Luz.
        - Salen del trono de Dios y del Cordero.
        - Nuevo árbol de vida. De fruto continuo: eter-nidad, inmortalidad. Vuelta al Paraíso, pero ya sin fin. Por tanto, ni enfermedad, ni muerte, ni posibilidad de condenación.
        Da cosechas abundantes, una por mes.
        Medicinales para el mundo entero
        - Está en medio el trono del Cordero.  Si antes, “a Dios nadie lo ha visto”, ahora se ve cara a cara (el anhelo profundo de la persona)
        Recibe adoración y alabanza; sin momento final: posesión de Dios: es ese tener el nombre de Dios en la frente.
        - No hay noche (ni oscuridad, ni mentira); no hay, por tanto, necesidad de lámparas
        - LA LÁMPARA ES DIOS.
        - Será estado eterno: por los siglos sin fin.
Garantía del escritor y vidente  Juan
        Todo en cierto (no fantasía o ficción)
        lo visto va a suceder
        y pronto.
        VEN, SEÑOR JESÚS, será la última palabra del Apocalipsis, aunque no se recoja en la lectura.  
          Lo curioso es que ese último anhelo no esté recogido en la lectura de hoy, y sin embargo es el colofón de todo el contenido del libro. Y la puerta que abre conexión directa con el ADVIENTO que está a la puerta.
          Pienso que la liturgia nos ha dejado a nosotros toda la batería de felicidad que lleva en sí el capítulo final del Apocalipsis, para que seamos nosotros los que saltemos ansiosos y entusiasmados ante ese encuentro con el Cielo, que nos descubre la lectura de hoy. Y que así brote como enhelo espontáneo el grito que cierre nuestros grandes deseos: Ven, Señor Jesús, que es un modo de afrontar nuestra postura ante el Adviento.  
          Por su parte el Evangelio de Lc 21, 34-36 nos pone en trance ante esa ilusión de la venida del Señor: que no se embote la mente con el vicio, la embriaguez, la preocupación por el dinero…, y se os eche encima de repente aquel día. Estad siempre despiertos, pidiendo fuerza…, y manteneos en pie ante el Hijo del hombre. Es un programa-síntesis de la vida de la persona evangélica. Y como siempre digo, hay que saber traducir o ampliar los términos, porque a lo mejor somos económicamente pobres, y no nos emborrachamos de vino, ni nos tiene preocupados el dinero. Y sin embargo podemos ser muy ricos en otras cosas. El YO es la perfecta y perniciosa riqueza que nos mantiene sobre nuestro propio burro y nos adormece la mente y la embota. La embriaguez no se produce sólo con el vino o el licor. Hay muchas más cosas que hacen perder el equilibrio y nos llevan a dar traspiés en nuestro caminar recto. Y la preocupación del dinero está en muchas más “posesiones” que el dinero. El dinero es peligroso porque se pegan las manos y cambia la mirada de la vida. Pero no es sólo el dinero el que nos preocupa y el que nos ocupa.

          Sólo la introspección de nosotros mismos, que podemos hacer delante de Dios, en lo íntimo de nuestro ser, llegará a establecer cuáles son esas “barreras” que nos dificultan tanto el poder permanecer de pie ante el Hijo del hombre. Postura que no es de orgullo, sino de pecho descubierto porque el Señor ve el fondo del corazón, y nos presentamos ante él pudiendo mirarlo a los ojos y que Él penetre en el fondo de nuestra mirada.

viernes, 28 de noviembre de 2014

28 novbre: SEÑALES DEL REINO

El Reino está ya cerca
        Está acabándose el libro del Apocalipsis [20, 1-4; 11- y 21, 2]; y lo que ya hoy se dibuja es una escena de triunfo:
        - el Ángel del Cielo lleva una cadena para atar al dragón (que es la antigua serpiente, diablo o Satanás), y la llave del abismo para dejarlo allí sepultado.  Sólo que aún no es definitivo: por mil años, “un poco de tiempo” (dice el texto), tras el cual reaparece: se señala así  el tiempo presente, hasta que llegue el triunfo final de Cristo, el definitivo.
        Ese final se expresa con “unos tronos” con los encargados de juzgar ante el que comparecen los mártires (“decapitados por el nombre de Jesús”, “los que no habían rendido homenaje a la bestia”). En realidad, todos los cristianos fieles: los santos. Todos estos vuelven a la vida y reinan con Cristo.
        La tercera visión es “un trono blanco grande”, el de Cristo. Entonces desaparecen la tierra y el firmamento. Ante el trono están todos los hombres: poderosos, los pobres, los de todas las partes de la tierra y el mar y el abismo. Y Cristo da a cada uno según sus obras, escritas en “los libros”.
        El final es la visión del Cielo, Jerusalén celestial, cielo nuevo y tierra nueva, enviada por Dios y arreglada como una novia para su esposo.  (Ahí ha acabado la lectura; si hubiera seguido, hubiera dado una imagen muy bella: que ese trono de Dios, quiere Él plantarlo entre los hombres, estar con ellos y ser su Dios, y enjugar sus lágrimas, quitar su llanto y hacer ya nuevas todas las cosas. ¡Eso es el Cielo!).
          Las yemas reventonas de la higuera de este Evangelio (21, 29-33) dan “el signo” de una nueva etapa: la primavera esta cerca. ¡Y lo está!
          Pues lo mismo hay que estar atentos a otros signos: y todos los signos que ha ido contando Jesús en días pasados, con todas las noticias tremendas que engloban la destrucción del templo y la realidad de la vida humana de todos los tiempos, con sus desastres y calamidades, vienen a anunciar la caducidad de lo terreno y el emerger maravilloso del Reino de Dios, que ya está tan cerca de cada persona que no pasará “esta generación” sin que ese Reino de Dios acontezca. Pasarán el cielo y la tierra; podrán hundirse el “arriba” y el “abajo”. Pero la PALABRA DE JESÚS va a permanecer, va a perpetuarse, va a ser siempre verdad.
          Ese es la gran fuerza de la fe, cuando en lo que se cree es en Jesús, en Dios, en la Palabra sagrada. Cuando no se depende de “las mediaciones” a la hora de mantener la fe, porque lo humano es siempre lábil, débil, y –dado el caso- hasta engañoso. El que ha puesto su fe y su confianza en el Señor –el que ha dejado actuar al REINO DE DIOS-, no sufrirá el escándalo.

          Es más: la verdadera fe revertirá en unos ojos limpios para vivir en plenitud ese Reino de Dios que Jesús ha expresado en su palabra, que no se viene abajo ni por cizañas, ni por peces inútiles. Creer en el REINO DE DIOS no es todavía estar en el Cielo y tener la visión beatífica: es saber hacer un cielo en la tierra…, empezar el proceso de los cielos nuevos y la tierra nueva que, aunque no llegarán a plenitud hasta la otra vida, ya se incoan en ésta y se viven en ésta, y se viven en grandeza y alegría, en esperanza cierta. Se vive el clásico: “Ya…, pero todavía no…”, que es la magnífica formulación de la vida aquí abajo bajo la mano de Dios y el corazón puesto arriba… Es estar ya en la resurrección (porque Cristo YA ha resucitado), pero estar nosotros entre las penurias y miserias de este mundo y de esta realidad humana. TODAVÍA NO nos hemos renovado (participado en totalidad de la resurrección de Jesucristo),  pero caminamos hacia esa renovación. Y sólo vale esa mirada para no quedarnos empantanados en los lodos humanos propios y ajenos.

ZENIT, 27 nvbre: ¿Corruptos o despistados?

¿Somos corruptos como Babilonia o distraídos como Jerusalén?
En la homilía de este jueves, el Santo Padre invita a pedir la gracia de estar preparados para el banquete final, con la cabeza siempre alta
27 de noviembre de 2014 (Zenit.org) - No ceder a la depresión, aún en medio de las dificultades. Esta es la invitación del papa Francisco durante la homilía de esta mañana en la misa de Santa Marta. Asimismo ha reflexionado sobre Babilonia y Jerusalén. En estas dos ciudad se ha apoyado el Santo Padre para hablar en su homilía, ciudades de las que se habla en las lecturas de hoy. A propósito, el Pontífice ha señalado que ambas lecturas llaman nuestra atención sobre el final de este mundo. Y para meditar nos habla de la "caída de las dos ciudades que no han acogido al Señor, que se han alejado" de Él.
Francisco ha recordado que la caída de estas dos ciudades sucede por motivos diferentes. Sobre Babilonia ha indicado que es el "símbolo del mal, del pecado" y "cae por corrupción", se "sentía dueña del mundo y de sí misma". Y cuando "se acumula el pecado se pierda la capacidad de reaccionar y se comienza a marchitarse". Y así sucede también con las personas corruptas, que no tienen fuerza para reaccionar. Y así lo ha explicado el Papa: "porque la corrupción te da alguna felicidad, te da poder y también te hace sentir satisfecho de ti mismo: no deja espacio al Señor, para la conversión. La ciudad corrupta... Y esta palabra 'corrupción' hoy nos dice mucho a nosotros: no sólo corrupción económica, sino corrupción con muchos pecados diferentes; corrupción con el espíritu pagano, con ese espíritu mundano. ¡La corrupción más fe es el espíritu de mundanidad!"
A propósito, el Santo Padre ha afirmado que esta cultura corrupta "te hace sentir con en el Paraíso aquí, pleno, abundante" pero "dentro, esa cultura corrupta es un cultura putrefacta". Y ha añadido sobre Babilonia que "está cada sociedad, cada cultura, cada persona alejada de Dios, también alejada del amor al prójimo, que termina por marchitarse".
Por otro lado ha hablado de Jerusalén, que "cae por otro motivo". Jerusalén es la esposa del Señor, pero no se da cuenta de las visitas del Esposo, "ha hecho llorar al Señor". De este modo, el papa Francisco ha recordado que "Babilonia cae por corrupción, Jerusalén cae por distracción, por no recibir al Señor que viene a salvarla. No se sentía necesitada de salvación. Tenía los escritos de los profetas, de Moisés y esto le bastaba". ¡Pero escritos cerrados!, ha exclamado. Así, el Santo Padre ha especificado que "no dejaba lugar para ser salvada: tenía la puerta cerrada para el Señor. El Señor llamaba a la puerta, pero no había disponibilidad para recibirlo, escucharlo, dejarse salvar por Él. Y cae..."
Según ha indicado el Pontífice, estos dos ejemplos nos pueden hacer pensar en nuestra vida. Por eso, ha preguntado: "¿somos parecidos a la corrupta y suficiente Babilonia o a la Jerusalén distraída?" Aún así, el Papa ha subrayado que "el mensaje de la Iglesia en estos días no termina con la destrucción: en los dos textos, hay una promesa de esperanza". Jesús -ha recordado el Papa- no exhorta a levantar la cabeza, a no dejarse asustar por los pagano. Éstos -ha añadido- tienen su tiempo y debemos soportarlo con paciencia, como ha soportado el Señor su Pasión".

Para finalizar la homilía, el Obispo de Roma ha precisado que "cuando pensamos en el final, con todos nuestros pecados, con toda nuestra historia, pensamos en el banquete que gratuitamente no será dado y levantamos la cabeza. Ninguna depresión: ¡esperanza!" Pero - ha concluido- la realidad es fea: hoy muchos, muchos pueblos, ciudad y gente, mucha gente que sufre; muchas guerras, mucho odio, mucha envidia, mucha mundanidad espiritual y mucha corrupción. ¡Sí, es verdad! ¡Todo esto caerá! Pero pidamos al Señor la gracia de estar preparados para el banquete que nos espera, con la cabeza siempre alta.

jueves, 27 de noviembre de 2014

27 novbre.- Para hacernos más sensatos

SE ACERCA VUESTRA LIBERACIÓN
          Apoc 18, 1-2; 21-23-19, 1-3, 9. Un ángel poderoso y luminoso (su luz expresa el resplandor de los seres celestiales), que habla a los cristianos de Roma=Babilonia y les anuncia su caída estrepitosa. [convertida en desierto y lugar impuro].    El mensajero poderoso clama con voz profunda la caída de Roma. Y como Jeremías (en su profecía contra Babilonia) lanzó una enorme piedra al río Eufrates, así se repite en Roma, la Gran Ciudad, que se hundirá para siempre como piedra sumergida en el mar. Y el ángel anuncia entonces: no se oirán ya allí ni arpas, ni flautas, ni murmullo de molino, ni brillará lámpara ni voz de novios. Razón de ese desastre: la corrupción moral, sortilegios y hechicerías, y haber vertido sangre de mártires.
        Sigue el júbilo celestial, cantando alabanzas a Dios [Aleluyas], y el júbilo desbordado por la Gloria de Dios que ha condenado a Roma (la gran prostituta) que corrompía la tierra y había derramado tanta sangre de cristianos.
        Y el ángel encarga escribir todo eso para que quede constancia, y proclame dichosos los invitados a las bodas del Cordero.
El Evangelio continúa la expresión que prepara un final, y lo marca de sucesos calamitosos, propios de la degradación y el declive. Sitiada Jerusalén, lo mejor es huir, o no entrar en la ciudad, porque habrá angustias tremendas: cautivos, Ciudad Santa pisoteada, signos terroríficos en el sol, la luna y las estrellas. Y en la tierra, gentes enloquecidas, miedo y ansiedad… Ha quedado dibujado el desastre que llega hasta el símbolo mismo de la nación: el Templo.
Y en un salto sideral –que es lo que se pretende- se desemboca en la aparición del Hijo del hombre sobre las nubes del Cielo con gran poder y gloria. Entonces levantad la cabeza; se acerca vuestra liberación.
            Es evidente que el evangelio no es un libro de historia ni se limita a narrar la ruina de Judea y Jerusalén. Podrá el evangelista tener montados los planos y él mismo no saber adónde le va conduciendo el Espíritu en la revelación que hace. Pero lo que es evidente es que todo eso es una catequesis que busca preparar a los cristianos ante un hecho incontrovertible: habrá que pasar por desastres y sufrimientos; parecerá que el mundo se hunde; de hecho van a caer las columnas del firmamento, y vamos a pasar por situaciones enloquecidas que aturden.
Nosotros, en el mundo “culto” y occidental, ya vislumbramos algo. No se ha llegado a tener que huir a los montes, pero sí nos van arrinconando a nuestras sacristías, y aún ahí seguimos atacados. El panorama, aun para nosotros, no es boyante. Pero si miramos a nuestros hermanos católicos africanos o asiáticos, en ellos se están dando todas esas tremendas situaciones. Si miramos el panorama europeo –que acaba de denunciar el Papa- la fe y las raíces cristianas se pretenden arrasar. No corren buenos tiempos para los creyentes en la fe católica. Y los gobiernos del mundo viven ciegos (o pringados) con el avance de la cultura del Sur que, en cuestión de ppocos año, habrán dado la vuelta a “la reconquista” (como ellos mismos la denominan).
La palabra final del evangelio de hoy es el sol que se abre paso entre las nubes de la tormenta: Entonces verán al Hijo del hombre venir sobre las nubes con gran poder y majestad. Cuando empiece a suceder esto,  alzad la cabeza, SE ACERCA VUESTRTA LIBERACIÓN.

Sólo aferrados a la fe y a la seguridad de que Dios no es derrotado, tendremos esa fuerza en medio de la lucha. Porque nos toca lucha en medio del mundo devastado de valores y de sentido cristiano, en el que vivimos…, y quizá vivimos adormecidos y perdidos en ridículas bagatelas.

miércoles, 26 de noviembre de 2014

ZENIT, 26 nvbre. Iglesia peregrina hacia el Cielo

Iglesia que peregrina hacia el Cielo, donde seremos revestidos de alegrí­a, de paz y del amor de Dios
26 de noviembre de 2014 (Zenit.org) - Queridos hermanos y hermanas,
un poco feo el día ¿eh? Pero vosotros sois valientes. Esperemos rezar juntos hoy.
En el presentar la Iglesia a los hombres de nuestro tiempo, el Concilio Vaticano II tenía muy presente una verdad fundamental, que no hay que olvidar nunca: la Iglesia no es una realidad estática, quieta, un fin en sí mismo, sino que está continuamente en camino en la historia, hacia la meta última y maravillosa que es el Reino de los Cielos, del que la Iglesia en la Tierra es la semilla y el inicio.
Cuando nos dirigimos hacia este horizonte, nos damos cuenta que nuestras imaginación se para, descubriéndose capaz apenas de intuir el esplendor del misterio que sobrepasa nuestros sentidos. Y surgen en nosotros algunas preguntas espontáneas: ¿cuándo sucederá este paso final? ¿Cómo será la nueva dimensión en la que entrará la Iglesia? ¿Qué será entonces de la humanidad? ¿Y de la creación que le rodea? Pero estas preguntas no son nuevas, las habían hecho ya los discípulos a Jesús en aquel tiempo. ¿Cuando será esto? ¿Cuando será el triunfo del Espíritu sobre la creación...? Son preguntas humanas, preguntas antiguas. También nosotros hacemos estas preguntas.
La Constitución conciliar Gaudium et spes, frente a estas preguntas que resuenan desde siempre en el corazón del hombre afirma: "Ignoramos el tiempo en que se hará la consumación de la tierra y de la humanidad. Tampoco conocemos de qué manera se transformará el universo. La figura de este mundo, afeada por el pecado, pasa, pero Dios nos enseña que nos prepara una nueva morada y una nueva tierra donde habita la justicia, y cuya bienaventuranza es capaz de saciar y rebasar todos los anhelos de paz que surgen en el corazón humano". Esta es la meta a la que tiende la Iglesia, como dice la Biblia: es la "Nueva Jerusalén", el "Paraíso". Más que de un lugar, se trata de un "estado" del alma en el que nuestras esperanzas más profundas serán cumplidas de forma sobreabundante y nuestro ser, como criaturas y como hijos de Dios, alcanzará  la plena maduración. Seremos finalmente revestidos de la alegría,  de la paz y del amor de Dios de forma completa, sin ningún límite, y estaremos cara a cara con Él.  Es bonito pensar esto. Pensar en el cielo. Per todos nosotros nos encontraremos allí. Todos, todos... Es bonito, da fuerza al alma.
En esta perspectiva, es bonito percibir como hay una continuidad y una comunión de fondo entre la Iglesia celeste y la que aún está en camino en la tierra. Los que ya viven a los ojos de Dios pueden de hechos sostenernos e interceder por nosotros, rezar por nosotros. Por otro lado, también nosotros estamos siempre invitados a ofrecer obras buenas, oraciones y la misma Eucaristía para aliviar la tribulación de las almas que están aún en espera de la beatitud sin fin. Sí, porque en la prospectiva cristiana la distinción ya no está entre quien esta ya muerto y quien no lo está aún, ¡sino entre quién está en Cristo y quien no lo está! Este es el elemento determinante realmente decisivo para nuestra salvación y para nuestra felicidad.  
Al mismo tiempo, la Sagrada Escritura nos enseña que el cumplimiento de este diseño maravilloso no puede no interesar también todo lo que nos rodea y que ha salido del pensamiento y del corazón de Dios. El apóstol Pablo lo afirma de forma explícita, cuando dice que "también la misma creación, toda la creación, será la libertad de la esclavitud de la corrupción, para entrar en la libertad de la gloria de los hijos de Dios". Otros textos utilizan la imagen del "cielo nuevo" y de la "tierra nueva", en el sentido que todo el universo será renovado y será liberado una vez para siempre de todo rastro de mal y de la misma muerte.
Esta que se presenta,  como cumplimiento de una transformación que en realidad está ya en acto a partir de la muerte y resurrección de Cristo, es por tanto una nueva creación; no por tanto una aniquilación del cosmos y de todo lo que nos rodea, sino un llevar cada cosa a su plenitud de ser, de verdad y de belleza. Este es el diseño que Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, desde siempre quiere realizar y está realizando.

Queridos amigos, cuando pensamos en estas realidades estupendas que nos esperan, nos damos cuanta de cuánto pertenecer a  la Iglesia sea realmente un don maravilloso, ¡que lleva inscrita una vocación altísima! Podamos a la Virgen María, Madre de la Iglesia, vigilar siempre nuestro camino y ayudarnos a ser, como Ella, signo alegre de confianza y de esperanza en medio de nuestros hermanos.

ZENIT del 25: Los grandes temas

'Las raíces cristianas inspiren a los europeos'
En su discurso, el Santo Padre ha pedido construir una Europa con espíritu de servicio, educar a la paz, abandonar la cultura del conflicto, promover los derechos humanos y enlazarlos con el desarrollo de la democracia
Por Rocío Lancho García
CIUDAD DEL VATICANO, 25 de noviembre de 2014 (Zenit.org) - La segunda parada de la breve visita realizada este martes porFrancisco a la ciudad francesa de Estrasburgo ha sido el Consejo de Europa.
Construir una Europa con espíritu de servicio, educar a la paz, abandonar la cultura del conflicto, promover los derechos humanos, y enlazarlos con el desarrollo de la democracia, fue la invitación del Santo Padre. Para ello invitó a considerar sus raíces no solamente "una simple herencia de museo o del pasado" pero un patrimonio humano "aún capaz de inspirar" a los europeos. Y prometió la colaboración de la Santa Sede con el Consejo de Europa para forjar la mentalidad de las futuras generaciones de europeos. Al finalizar el discurso de Francisco, todos los presentes en pie han aplaudido con intensidad.
Después de su discurso en el Parlamento Europeo, el Papa se ha dirigido en coche al Consejo de Europa. A su llegada, casi media hora más tarde de lo previsto, el Papa ha sido recibido por el secretario general del Consejo, Thorbjørn Jagland, acompañado por otras autoridades. En la entrada, se agolpaba un gran número de personas que querían presenciar la llegada del Santo Padre.
Tras la presentación de las dos delegaciones, el Papa se ha reunido con algunas personalidades políticas y eclesiásticas con el secretario general. Al finalizar, Francisco ha firmado el Libro de Oro, se han hecho las fotos oficiales, y se han intercambiado los regalos. Finalmente, el papa Francisco ha caminado hasta al hemiciclo para la Sesión Solemne del Consejo de Europa.
Historia del Consejo de Europa
"El proyecto de los Padres fundadores era reconstruir Europa con un espíritu de servicio mutuo, que aún hoy, en un mundo más proclive a reivindicar que a servir, debe ser la llave maestra de la misión del Consejo de Europa, en favor de la paz, la libertad y la dignidad humana", ha indicado Francisico. Y ha añadido que "el camino privilegiado para la paz – para evitar que se repita lo ocurrido en las dos guerras mundiales del siglo pasado – es reconocer en el otro no un enemigo que combatir, sino un hermano a quien acoger".
Lograr la paz
"Para lograr el bien de la paz es necesario -ha observado ante todo educar para ella, abandonando una cultura del conflicto, que tiende al miedo del otro, a la marginación de quien piensa y vive de manera diferente".
Terrorismo, tráfico de armas
"La Iglesia considera que la carrera de armamentos es una plaga gravísima de la humanidad y perjudica a los pobres de modo intolerable".
¿Cómo lograr el objetivo ambicioso de la paz?
En esta sede siento el deber  de señalar -ha firmado Francisco- la importancia de la contribución y la responsabilidad europea en el desarrollo cultural de la humanidad. Y ha añadido que "para caminar hacia el futuro hace falta el pasado, se necesitan raíces profundas, y también se requiere el valor de no esconderse ante el presente y sus desafíos".
La verdad
Sin la búsqueda de la verdad, "cada uno se convierte en medida de sí mismo y de sus actos, abriendo el camino a una afirmación subjetiva de los derechos, por lo que el concepto de derecho humano, que tiene en sí mismo un valor universal, queda sustituido por la idea del derecho individualista", ha afirmado.
Preguntas a Europa
¿Dónde está tu vigor? ¿Dónde está esa tensión ideal que ha animado y hecho grande tu historia? ¿Dónde está tu espíritu de emprendedor curioso? ¿Dónde está tu sed de verdad, que hasta ahora has comunicado al mundo con pasión?
Las raíces cristianas
Invitó a considerar sus raíces no solamente "una simple herencia de museo o del pasado" pero un patrimonio humano "aún capaz de inspirar" a los europeos. El Papa recordó que la paz inicia reconociendo "en el otro no un enemigo que es necesario combatir, pero a un hermano que hay que acoger".
El terrorismo religioso e internacional
Recordó que "la paz es también probada por otras formas de conflicto, como el terrorismo religioso e internacional, que nutre profundo desprecio por la vida humana y hace de manera indiscriminada víctimas inocentes". Y añadió que "tal fenómeno es lamentablemente alimentado por un táfico de armas que muchas veces opera sin ser molestado".
Corte Europea de los Derechos Humanos
Es de alguna manera la «conciencia» de Europa. Por eso, ha expresado que "mi esperanza es que dicha conciencia madure cada vez más, no por un mero consenso entre las partes, sino como resultado de la tensión hacia esas raíces profundas, que es el pilar sobre los que los Padres fundadores de la Europa contemporánea decidieron edificar".
El reto de la multipolaridad
"Globalizar de modo original la multipolaridad comporta el reto de una armonía constructiva, libre de hegemonías que, aunque pragmáticamente parecen facilitar el camino, terminan por destruir la originalidad cultural y religiosa de los pueblos". De este modo, ha asegurado que la tarea de globalizar la multipolaridad de Europa no se puede imaginar con la figura de la esfera sino más bien con la del poliedro, donde la unidad armónica del todo conserva la particularidad de cada una de las partes.
El desafío de la transversalidad
Si quisiéramos definir hoy el Continente, debemos hablar de una Europa dialogante, que sabe poner la transversalidad de opiniones y reflexiones al servicio de pueblos armónicamente unidos, ha observado el Pontífice. Por eso, ha añadido que "una Europa que dialogue únicamente dentro de los grupos cerrados de pertenencia se queda a mitad de camino; se necesita el espíritu juvenil que acepte el reto de la transversalidad".
Encuentros sobre la dimensión religiosa del diálogo intercultural
Dichos encuentros, "parecen particularmente importantes en el ambiente actual multicultural, multipolar, en busca de una propia fisionomía, para combinar con sabiduría la identidad europea que se ha formado a lo largo de los siglos con las solicitudes que llegan de otros pueblos que ahora se asoman al Continente".

Papel de la Iglesia católica en el Consejo de Europa
A propósito, ha mencionado temas de los que la Iglesia se preocupa: cuestiones relacionadas con la protección de la vida humana, cuestiones delicadas que han de ser sometidas a un examen cuidadoso, que tenga en cuenta la verdad de todo el ser humano, sin limitarse a campos específicos, médicos, científicos o jurídicos, acogida de los emigrantes, el grave problema del trabajo, elevados niveles de desempleo juvenil, cuestión de la dignidad del trabajo.

26 novbre.: LA PERSEVERANCIA EN EL BIEN

Ni un cabello perecerá
        Juan tiene de nuevo una visión del Cielo [Apoc15, 1-4], “definido” con expresiones fantásticas de cristal trasparente y con “mar de fuego” (que indica centelleo de estrellas).  Y allí “siete ángeles” para realizar el proyecto de Dios, que salva a los suyos:
        - los que han vencido a la bestia, a su imagen y a la cifra de su nombre: otra vez referencia al Imperio Romano, los innumerables mártires, que llevan “arpas que Dios les ha dado”: radiantes, pues, y resplandecientes.
        “Cantaban el canto de Moisés” (primer libertador de Israel, contra los egipcios). [Las ideas de ese canto son: 1) Dios actúa prodigiosamente, 2) derrotando a Egipto  3) Los enemigos quedan espantados, 4) y Dios da a su Pueblo la Tierra de Promisión.
        Cantaban también el “Canto del Cordero”: el definitivo libertador, que libra por su Sangre a los hombres, y crea un “nuevo Pueblo”, que es la Iglesia.
        Es el Cántico de los triunfadores de la bestia: los mártires, la Iglesia, que reconocen en “el Cordero” honores divinos. Es un canto de adoración, de triunfo final, que reconoce la voluntad de Dios, santísima y justísima, que no deja vencer al mal, e invita a observar los mandamientos de Dios y así glorificar su Nombre. 
          Grandes y admirables son tus obras, Dios soberano de todo, será el estribillo con que el coro litúrgico remarcará en el Salmo esa maravilla del triunfo de Dios. Porque Dios va a triunfar, a pesar de todas las influencias negativas que van a darse en la tierra.
          El Evangelio (Lc 21, 12-19) las va enumerando en un lenguaje de “final”: “Os echarán mano, os perseguirán, entregándoos a los tribunales y a la cárcel, y os harán comparecer ante gobernadores y reyes, por causa de mi nombre: así tendréis oportunidad de dar testimonio”. Y añade Jesús una lección de madurez y nobleza y altura de miras: “Haced propósito de no preparar vuestra defensa, porque yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario vuestro”.
          No se queda Jesús es ese planteamiento que viene –por decirlo así- de fuera, de los enemigos, de los que están cargados de odio frente a la causa de Cristo. Todavía baja más a la arena de lo cotidiano: “Hasta vuestros padres, parientes, hermanos y amigos os traicionarán, y matarán a algunos de vosotros, y todos os odiarán por causa de mi nombre”. La descripción pone los pelos de punta. Pero no es una fantasía de Jesús o del evangelista. La historia contemporánea es una realidad fehaciente del “todos contra todos”, del “todos contra la Iglesia”, del intento de aplastar la voz y la vida de esa Iglesia.
          En medio de ese anuncio calamitoso (y real, que lo estamos viviendo y del que nos hemos de hacer conscientes), surge una palabra de vida y fortaleza. Dice Jesús, en la conclusión de todo eso: Pero ni un solo cabello de vuestra cabeza perecerá; con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas. Es lo que queda al final del túnel. Pero sin negar el túnel (que es el intento solapado de muchos). Esa zona de oscuridad, de sufrimiento, de traiciones de los más queridos, está ahí. Ya anunció que estarán el padre contra la hija, y la madre contra el hijo… Ya anunció ese fenómeno que parecía exagerado y que hoy se da con tanta facilidad en los hogares de raíces cristianas. Y donde dice eso, ¡qué puede decir de lo demás!

          Pues bien: ni un solo cabello de vuestras cabezas perecerá; con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas. Una vez más Jesús ha acabado creando; no se ha quedado en “la muerte”, Anuncia la esperanza de la vida. Y aunque “la muerte” es un hecho, la esperanza es la fuerza.

martes, 25 de noviembre de 2014

25 novbre.: Aspirando a un mundo mejor

Esperanza cristiana
        Apoc 14, 14-19: Tras muchas y difíciles comparaciones, parece referirse todo a las hostigaciones de otros pueblos contra el Imperio Romano, al estilo del rey Ciro que destruye el poder de Babilonia para favorecer al Pueblo de Dios, y es llamado en la Biblia: Cristo, “ungido”.  De ahí el presentarlo como un “ser semejante a hijo de hombre”, “colocado en nube blanca” que indica un ser humano con poder superior.
        De “dentro del santuario que está en el Cielo” sale un ángel, que manda al de la nube... (está -por tanto- por encima del personaje anterior), y otro “que sale del altar” de quemar el incienso,“que tiene poder sobre el fuego” (de quemar el incienso),  y ordena realizar la orden divina.
        Varias veces se hace referencia a “la tierra”: “racimos de la viña de la tierra”, “mies de la tierra”: clara referencia a poderes humanos dañosos.
        La hoz afilada que siega o vendimia la cosecha madura (de maldad), y la sangre que sube hasta los bocados de los caballos”, expresa la gravedad de la derrota de la “bestia” (el  Imperio  Romano)  lo  que, -desde una expresión típicamente bíblica- sería expresión del castigo pedagógico de Dios, y preludio de la victoria del Verbo de Dios: Jesucristo
          El Salmo viene a establecer la realidad patente: El Señor llega a regir la tierra. Él gobierna la tierra rectamente.
          El Evangelio (Lc 21, 5-11) entra ya en el terreno de la profecía de final y de triunfo, un estilo que se asemeja al mismo Apocalipsis, y que suele ser un punto de inflexión de los sinópticos cuando se acercan al final mde la vida pública de Jesús. Un momento en el que quieren dejar ahí la advertencia de que la obra de Jesus ya ha hecho lo que tenía que hacer en su intento de liberar al mundo de su pecado y de su mal, pero el mundo se resiste y crea una violencia de lucha agónica: se va a enfrentar a la muerte y pelea contra ella. Al final estará el triunfo de Jesucristo, pero las cosas no llegan de la mano.
          Toma pie el evangelista de aquella admiración de algunos ante las riquezas del Templo. Y Jesús les advierte que ese mismo Templo tan grandioso, y símbolo religioso del mismo Israel, va a quedar derruido. Y la pregunta admirada de los apóstoles es: ¿Cuándo? ¿Cuál será la señal de que va a suceder?
          Jesús empieza por desmontar un error: Cuidado que nadie os engañe, diciendo: “Yo soy”, o “el momento está cerca”. Ante las noticias de guerras, desastres, revoluciones, etc., muchos van a pretender que esa es la señal del final. “No vayáis tras ellos”?; “no os dejéis llevar del pánico”. “Todo eso tiene que suceder pero el final no está ahí”. Y añade Jesús una serie de catástrofes que sucederán en la tierra y en los aires. Pero no dice en ningún momento que eso es ya el final. Sí queda claro que el mundo se deshace a sí mismo; que la humanidad se autodestruye. Pero no ha respondido a la pregunta del “cuándo”.
          Lo que ha quedado claro es a lo que se aboca la historia cuando prescinde de Dios. Los desastres que provoca la avaricia humana, el ansia de querer jugar a dios, y pretender el ser humano dominar la historia y la vida. El tremendo futuro del hombre endiosado (o endemoniado), que busca orgullosamente ocupar el lugar de Dios. Ese mundo se ahora en su propia sangre.

          ¿Y a dónde va Jesús con estos anuncios? A preparar una nueva criatura que se abra a Dios, y pueda mirar hacia adelante no con odios y terrores sino con paz y serena espera del abrazo definitivo en el que cada uno hemos de encontrarnos con nuestro buen Dios y su enviado y Salvador, Jesucristo.

ZENIT, 23 nvbre: Brille la luz de Cristo

Francisco en Sta. Marta: 'La Iglesia brille con la luz de Cristo y no de la riqueza'
En la homilía de este lunes el Santo Padre recuerda que la Iglesia es fiel cuando es humilde y pobre
 24 de noviembre de 2014 (Zenit.org) - El santo padre Francisco, en la homilía de este lunes en la misa matutina en Santa Marta, ha reflexionado sobre la tentación de la vanidad y ha recordado que la "Iglesia pobre", "no debe tener otras riquezas que su Esposo". De este modo, el Papa ha indicado que cuando la Iglesia es humilde y pobre, entonces "es fiel" a Cristo, sino es tentada a brillar con "luz propia" en vez de donar al mundo la luz de Dios.
Así, ha advertido sobre el dar mucho y públicamente, porque hay una riqueza que se nutre de ostentación y goza de la vanidad. Y dar lo poco que se tiene, sin llamar la atención sino de Dios, porque Él es el todo en el que se confía.
El Pontífice ha reflexionado sobre el pasaje del Evangelio de la viuda que bajo los ojos de Jesús pone sus dos únicas monedas para el tesoro del templo mientras que los ricos habían puesto de lo que les sobraba. De este modo, el Papa ha tomado este ejemplo para presentar dos tendencias siempre presentes en la historia de la Iglesia.
"Me gusta ver en esta figura la Iglesia que es en cierto sentido un poco viuda, porque espera a su Esposo que volverá.... Pero tiene a su Esposo en la Eucaristía, en la Palabra de Dios, en los pobres, sí: pero espera que vuelva ¿no?", ha preguntado. Además, ha añadido que "Esta viuda no era importante, el nombre de esta viuda no aparecía en los periódicos. Ninguno la conocía. No tenía licenciaturas... nada, nada.
No brillaba con luz propia. Es lo que a mí me indica que se ve en esta mujer la figura de la Iglesia. La gran virtud de la Iglesia debe ser no brillar con luz propia, sino brillar con la luz que viene de su Esposo. Que viene precisamente de su Esposo". Por esta razón, ha advertido que a lo largo de los siglos, cuando la Iglesia ha querido tener luz propia, se ha equivocado.
A propósito, el papa Francisco ha reconocido que es verdad que algunas veces el Señor puede pedir a su Iglesia "tener, tomar un poco de luz propia", pero eso se entiende, según ha explicado, porque la misión de la Iglesia es iluminar la humanidad, la luz que viene donada debe ser únicamente la recibida por Cristo en actitud de humildad.
A continuación ha afirmado que "todos los servicios que nosotros hacemos en la Iglesia son para ayudarnos en esto, a recibir esa luz. Y un servicio sin esta luz no hace bien: hace que la Iglesia se convierta en rica, o potente, o busque el poder, o que se equivoque de camino, como ha sucedido tantas veces en la historia y como sucede en nuestras vidas cuando nosotros queremos tener otra luz, que no es precisamente la del Señor: una luz propia".
Asimismo, el Santo Padre ha indicado que cuando la Iglesia "es fiel a la esperanza y a su Esposa está feliz de recibir su luz, de ser en este sentido 'viuda', que espera, como la luna, "el sol que vendrá".
Para finalizar su homilía, el Obispo de Roma ha afirmado que "cuando la Iglesia es humilde, cuando la Iglesia es pobre, también cuando la Iglesia confiesa sus miserias --todos las tenemos-- la Iglesia es fiel". Así, ha explicado que la Iglesia dice: "'Pero, yo soy oscura, ¡pero la luz viene de allí! y esto hace mucho bien". Finalmente, Francisco ha pedido que "recemos a esta viuda que está en el Cielo, seguro, rezamos a esta viuda que nos enseña a ser Iglesia así, echando de la vida todo lo que tenemos: nada para nosotros. Todo para el Señor y para el prójimo. Humildes. Sin presumir de tener luz propia, buscando siempre la luz que viene del Señor".

(Texto de Radio Vaticano adaptado y traducido por ZENIT)

lunes, 24 de noviembre de 2014

24 novbre. "Pensamientos del corazón"

LECCIONES DE “PEQUEÑEZ”  
          Lectura y proclamación del Apoc 14, 1-3, 4-5, que el Salmo concretará que “éstos son los que buscan al Señor”.
        Hoy es más posible de entender a simple vista.
        Pero pueden explicitarse algunos detalles:
- el CORDERO -Cristo Redentor-, en el monte Sión (el Cielo, o Jerusalén celestial), preside a los 144,000 marcados con el signo de Dios.
- “144,000" es el resultado de 12x12x1000, y en el simbolismo hebreo indica multitud incontable y universal.  Pero aquí se les concreta de alguna manera a los que “son primicias de la humanidad redimida”, y representarían a quienes tienen una particular compenetración con Cristo, al que siguen dondequiera que vaya, y son irreprochables.
- En el Cielo hay un CANTAR NUEVO, delante del trono (=de Dios), y delante de los 24 ancianos (personas destacadas del vulgar de las gentes), y de los 4 vivientes (la Creación entera).
- Cantar nuevo que sólo pueden interpretar los ángeles y entender los 24 ancianos.; canto tan grandioso como tumulto de aguas, y tan armónico como una sinfonía de arpas (instrumento muy ligado a la simbología religiosa).
          El evangelio es –como se suele decir- “un clásico”. Lc 21, 1-4, en su brevedad encierra una riqueza excepcional porque ya no es si Jesús hizo algo y, casi ni siquiera, que dijo una de sus largas enseñanzas. Aquí se mete de lleno en el interior del propio sentir de Jesús; se mete en su corazón. Se dice: Los proyectos de su corazón…” siendo así que el corazón propiamente no hace proyectos. Un sabio concluirá decididamente que los proyectos son de la inteligencia que piensa y deduce. Y sin embargo también es cierto que el corazón también los hace. Una madre sabe que proyecta con el corazón. Que son otra clase de “proyectos” porque se originan en el sentir profundo de las entrañas.
          Eso es lo que aquí tenemos: son las entrañas de Jesús las que miran y observan, y las que reaccionan, y las que le llevan a hablar y hacer caer en la cuenta a sus discípulos sobre algo que ellos ni han prestado atención. Remito a mi libro: TRASPASANDO LA VENTANA, en sus páginas 289 a 292 para una contemplación más vivida de este episodio tan simple y tan profundo. No es la cantidad sino la calidad; no llama la atención de Jesús las ostentosas sumas que aportaban los ricos en ayuda del Templo. Pero aquella moneda que casi se esconde entre los dedos de la viuda pobre, son para Jesús un auténtico tesoro en el “cepillo” de Dios. Porque aquella mujer dio TODO. Los demás daban “parte”. La viuda dio hasta lo que tenía ese día para comer. Esa mujer pobre sabía lo que era amar a Dios SOBRE TODAS LAS COSAS. Esa mujer “pensaba con el corazón”, Y eso es lo que sintoniza perfectamente con los propios “proyectos del corazón de Cristo”, con sus entrañas.
          Uno llega a pensar si son las “perfectas cantidades” (de buena fe, de ortodoxia, de cumplimientos de preceptos, de tener que agotar los contenidos, de que no se pase un detalle, de pertenecer a unas comunidades, de que queden todos los puntos puestos sobre todas las íes…, y todos los etcéteras correspondientes) los que atraen el Corazón de Cristo, o son los pequeños detalles, los gestos cercanos, los ensanches del alma (al estilo del Papa Francisco) lo que hace un bien mayor.

          Por eso Jesús llama la atención de sus apóstoles y les dice: Sabed que esa pobre viuda ha echado más que nadie. Lo que visto desde los mismos apóstoles pudo parecer hasta ridículo, o una corazonada del Maestro. Y sin embargo Jesús había puesto el alma en la observación de aquellas “pequeñeces” de la viuda pobre.

domingo, 23 de noviembre de 2014

ZENIT 23 nvbre. Impulso misionero

Ángelus: el Papa invita a la Iglesia en India a un nuevo impulso misionero
Invita al pueblo italiano a reavivar el espíritu de colaboración hacia el bien común y a mirar al futuro con esperanza
Por Redacción
CIUDAD DEL VATICANO, 23 de noviembre de 2014 (Zenit.org) - El santo padre Francisco, tras celebrar la santa misa en la explanada delante de la basílica de San Pedro y proclamar santos a cuatro beatos italianos y dos de la India, rezó el ángelus junto a los miles de peregrinos allí presentes y les dirigió las siguientes palabras:
"Queridos hermanos y hermanas.
Al concluir esta celebración deseo saludarles a todos los que han venido a rendir homenaje a los nuevos santos, en modo particular a la delegación oficial de Italia y de India.
El ejemplo de los cuatro santos italianos, nacidos en las provincias de Vicenza, Nápoles, Conseza y Rímini, ayude al querido pueblo italiano a reavivar el espíritu de colaboración y de concordia en favor del bien común y a mirar al futuro con esperanza, confiando en la cercanía de Dios, que nunca nos abandona, ni siquiera en los momentos difíciles.
Por intercesión de los dos santos de la India, provenientes de Kérala, gran tierra de fe y de vocaciones sacerdotales y religiosas, el Señor conceda un nuevo impulso misionero a la Iglesia que está en India, para que inspirándose en su ejemplo de concordia y de reconciliación, los crisitanos de India prosigan en el camino de la solidaridad y de la convivencia fraterna.
Saludo con afecto a los cardenales, obispos, sacerdotes, y también a las familias, los grupos parroquiales, las asociaciones y escuelas presentes. Con amor filiar nos dirigimos ahora a la Virgen María madre de la Iglesia, reina de los santos y modelo para todos los cristianos».
(El papa rezó: Angelus Domini...)

A concluir el Santo padre les deseó a los presentes que tengan "un buen domingo, en paz, con la alegría de estos nuevos santos". Y añadió: “Les pido que recen por mí y 'buon pranzo e buona domenica'".

23 novbre. JESUCRISTO REY

Jesucristo, Rey del Universo
          Como todo, en este tiempo que vivimos, tan exageradamente suspicaz y crítico (¡no digamos si es tema religioso!), el título de esta fiesta también se ha puesto en tela de juicio. Y por supuesto con un absoluto desconocimiento histórico y bíblico.
          La suspicacia y la crítica vienen de la acusación a la Iglesia de pretender un título “político” de poder humano, como una equiparación a los reyes de la tierra. Bastaría un barniz de historia bíblica para ver a las claras que estamos en otra esfera completamente diferente. Que hablamos del reinado de Dios, reinado espiritual, que pedimos en el Padrenuestro: Venga a nosotros tu Reino, y que es un reino que no es de este mundo, que no tiene trono, ni corona, ni cetro, ni ejércitos. Porque su trono es una cruz (“Jesús Nazareno, Rey de los judíos”; “hoy mismo estarás conmigo en el Paraíso [mi reino]; su corona es de espinas y burlas, y su cetro una caña hueca. Ni tiene soldados a sus órdenes para defenderlo… No cabe duda que su reino no es de este mundo.
          Cualquiera que se haya asomado a la Biblia sabe que el pueblo hebreo anheló un rey, y que ese Rey fue el Mesías, rey que viene en nombre de David, y entra en Jerusalén a lomos de una borriquita, con una corte de pescadores y de niños y gentes del pueblo.
          Un reino que se vive dentro en los corazones, y que no se impone por la fuerza sino por la acogida voluntaria; o un reino que se describe hoy en la 1ª lectura como el de un pastor sobre sus ovejas, ocupado en atender a las débiles y defenderlas a todas. Pastor que separa las ovejas de las cabras, y que da paso al reino prometido desde la Creación del mundo. Otro “reinado”, pues, que nada tiene que ver con los poderes sobre la tierra.
          Pero verdadero reinado que, tras el paso de la cruz, se yergue en Jesucristo vencedor y resucitado, de modo que el mal que había entrado por el pecado de un hombre, quede redimido por la obra de este segundo Adán, que se llevará consigo a todos los que fueron “súbditos” de su reino…: los cojos, los ciegos, los leprosos, los inválidos, los pobres… Un reinado que no le disputa nadie, porque nadie quiere cargar con ese desecho de la humanidad. Y sin embargo esa humanidad caída y por Él sacada de la basura, es el reino sobre el que ejerce su reinado JESUCRISTO, HIJO DE DIOS. Reino de santidad y de Gracia; reino de verdad y de vida, reino de justicia, de amor y de paz.
          Todos esos serán los que suban con Él a la región de sus poderes, allí donde el Reinado de Dios será definitivo y eterno. Allí donde desembocaremos, por la misericordia de este Rey, quienes aquí en la tierra hicimos lo posible por tener como código de conducta y “Constitución” suprema EL EVANGELIO DE JESUCRISTO…, sus exigencias de dominio del YO, sus llamadas a compartir, sus medios de abnegación, y el amor abierto a amigos y enemigos, y el convencimiento absoluto de que de nada vale dominar el mundo entero si arruina la riqueza del alma.

          Quien se asome al Antiguo Testamento y vea el fracaso de los reyes humanos, y el anhelo del pueblo por tener un rey, comprenderá que EL REY que Dios quiere darles no tiene nada que ver con aquellas realidades que están viviendo. Que la promesa de Dios es EL MESÍAS, que será de la estirpe de David, rey, pero que vendrá en nombre y de parte del Señor. Jesucristo será EL REY, el Rey por antonomasia, centro de todos los corazones.

sábado, 22 de noviembre de 2014

22 novbre.; Las trampas de los saduceos

Enigmas, Palabra y enseñanzas
          Hoy es mucho más difícil de explicar. [Apoc 11, 4-12].
        Los dos testigos podrían ser Moisés y Elías (ley y profetas, como en la transfiguración), y llamarlos “los dos olivos” y todo lo que pueden hacer si quieren hacerles daño, son  comparaciones contenidas en el A.T.   Aludir a Moisés y Elías o es por sentido mesiánico o por referirse a Israel, obra de Dios.
        “La bestia que sube del abismo” (“el abismo del mal”, “que hará la guerra y derrotará y matará”), es el Imperio Romano, con Roma “la gran ciudad”, inmoral como Sodoma y perseguidora del Pueblo de Dios, como Egipto.
        “Donde también el Señor fue crucificado” no se refiere tanto a Jesús sino a los discípulos de Jesús y las persecuciones y los mártires.
        No enterrar los cadáveres es humillación.  Pero sólo durará eso tres días y medio, tiempo muy pequeño que indica lo poco que puede el mal contra el bien.
        Porque “resucitaron”.  Los “dos testigos”, como los cristianos martirizados, de hecho viven: influyen con su ejemplo y doctrina.
        Se oye finalmente la llamada de Jesucristo desde el Cielo: “Subid acá”, que será la resurrección y triunfo definitivo y final.
        Hemos entrado en la parte más simbólica de la profecía, y sin un comentario de especialistas es imposible “traducir” y saber por dónde va el autor inspirado que quiere trasmitir algo. Es la vida de la naciente Iglesia, que se desenvuelve en in ambiente hostil de paganismo del Imperio.
El Evangelio –Lc 20, 27-40- es una trampa con la que quieren ridiculizar a Jesús los que no creen en la resurrección. Le inventan una historia absurda, como hipótesis, para mostrarle lo inverosímil de la resurrección. La mujer que enviuda 7 veces con 7 hermanos (que se han casado con ella por una ley judía), en la resurrección ¿de cual de los siete es mujer?
Y Jesús les mina la base del argumento: -Estáis equivocados, porque en el cielo no se casan; son como ángeles.
¿Quién puede saber lo que es y cómo será esa otra vida? Lo que ni el ojo vio ni el oído oyó, ni el entendimiento humano puede comprender. Por eso todo lo que pretendemos imaginar del cielo es tan irreal como la misma profecía del Apocalipsis, que sólo puede poner comparaciones fantásticas -¡y humanas!- para intentar acercarnos a una sublimidad que nadie ha visto, ni en realidad puede uno acercarse a lo que verdaderamente es.
Los saduceos podían incordiar. Pero no por eso llevar razón ni dar en el clavo.
La vida de la fe, la expresión de la fe, la participación en la fe y la trasmisión de hechos de fe, tiene una inmensa gama de captación, de visión, de exposición. Matices tan diversos como personas, porque cada cual tiene asimilada una formación/deformación, hija de su tiempo, y muchas veces de la personal psicología, del proceso de una vida que ha llevado un determinado derrotero.
El mismo blog, en la variedad de visones que recoge, y en las que siempre se presupone la participación de cristianos de buena fe, y de aportaciones creativas, es un mosaico claro de esos procesos de fe, de esas influencias variadas que marcan a cada persona.
La mayor riqueza de colaboraciones que estamos viviendo en las últimas fechas –y siempre partiendo de una caridad y una educación de personas constructivas- tiene el valor de presentar matices respetuosos de concepciones y acentos varios de unos y otros. La mirada limpia del que escribe y del que lee ha de ir completando posibles deficiencias de expresión, pero dando por supuesto que hay un mutuo respeto y un deseo de desenvolverse en el ámbito de un blog de naturaleza religiosa y católica.

Eso mismo -¡es de alabar!- lleva a la prudencia demostrada de no entrar en una dinámica de dimes y diretes, y cuando algún tema no se ha entendido o no se ha sabido interpretar en su justo sentido, ha primado la delicadeza de dejar el tajo ahí cortado. Porque ya se sabe que la peste de un blog es la de imaginar enemigos en vez de amigos en el Señor, que reman todos en la misma dirección.